Hace 16 años | Por mezvan a tendencias21.net
Publicado hace 16 años por mezvan a tendencias21.net

[c&p] Cuando la divulgación científica abandona el mundo académico para ofrecerse el gran público, se convierte en un bien de consumo. En campos abstractos como la física cuántica o la relatividad, entender la ciencia como un producto entraña un riesgo fundamental: el consumidor puede creer fenómenos que no comprende en absoluto, en un mero acto de fe. Esta situación no sólo vulnera la esencia del espíritu científico, sino que abre la puerta a productos de escaso rigor científico. Es el riesgo de convertir a nuestros científicos en sacerdotes.

Comentarios

DZPM

Cuando somos especialistas en uno o pocos ámbito e ignoramos todo el resto, es imprescindible que la divulgación conste de explicaciones mucho más sencillas.

Creo yo que más importante es el respeto a la ciencia y al método científico. Por ejemplo, yo no tengo ni idea de biología, pero si una noticia aparece en Nature asumo que seguramente sea cierta. Y lo contrario también se aplica: si aparece en Antena3, apuesto a que contiene inexactitudes y es falsa.

No lo llamo "fe", sino confianza en que con unos métodos se llega a la verdad, y que siempre hay alguien que lo pueda demostrar.

mig21

No está mal el artículo, que aborda el tema de la validez de la divulgación científica, dando por hecho que siempre es una simplificación. Pero creo que no tiene razón cuando dice

En [...] un hipotético documental nos muestra a un talentoso científico que afirma lo siguiente: “según dictámenes de la física cuántica, mientras nuestro frigorífico está cerrado, las manzanas de su interior pueden tomar la forma de cualquier fruta; sólo cuando abrimos la puerta, toman forma de manzana”. ¿Parece una locura, no? Y sin embargo, ¿por qué no íbamos a creerle, si antes ya hemos creído afirmaciones tan extrañas como ésta? Lo cierto es que la gran mayoría de personas no tenemos un criterio válido para cuestionar al científico.

Como dicen #1 y #2 el método científico no se basa en lo que pone en los documentales, sino en las publicaciones serias y en la revisión por pares. A la ciencia de consumo hay que darle el valor que tiene, de acercamiento de lo que se cuece en el mundillo científico, pero nunca como la última palabra. Y si un cinetífico, por muy serio que parezca, dice algo que suena raro, lo ideal es consultar otras y recurrir a la socorrida frase "afirmaciones extraordinarias requieren pruabas extraordinarias".

Por otro lado hay test para detectar pseudociencias o ciencia con incorrecciones:
- "Siete síntomas de ciencia falsa" http://pjorge.com/2006/04/02/siete-sintomas-de-ciencia-falsa/
- "Warning Signs in Experimental Design and Interpretation" http://norvig.com/experiment-design.html

T

#1 Es que para eso es imprescindible citar siempre las fuentes, para saber de dónde se saca la información y saber a qué atenerte. Lo que no podemos es estar inventándonos la rueda todos los días.

T

#3 Mira, tu comentario me recuerda a un artículo de hace un montón de años en el Muy Interesante que se titulaba algo así como "si la física cuántica dominara nuestras vidas". En él se hacían las típicas analogías en plan "si comes pan no engordas hasta que has comido un 'cuanto' de pan y entonces engordas de golpe", para la absorción o emisión de energía, y similares. Había otra que comparaba la probabilidad de que un electrón pase por dos rendijas a la vez (aquello de las rendijas de Young) con un portero al que le tiran un penalty y le pasa el balón por los dos lados. Como analogías están bastante bien, y son bastante graciosas, pero el artículo en sí no hacía suficiente énfasis en lo que es la física de verdad y lo que son lo ejemplos. Empezando por el título: la física cuántica gobierna nuestras vidas. Ni más ni menos. Otra cosa es que no lo veamos o no sea intuitivo. Y al final se le daba un halo misterioso y mágico a la cosa que estaba fuera de lugar.