Unas 200.000 personas se concentran ya en la plaza Tahrir de El Cairo ante los rumores de una inminente dimisión del presidente egipcio, Hosni Mubarak, que han recibido con euforia y expectación pero con miedo ante un posible golpe de Estado. "Civil, civil, no queremos militares", han gritado ante los militares, en un llamamiento claro de que haya un Gobierno civil elegido por las urnas, algo que aún no está claro hasta qué punto será aceptado por el ejército. "Parece como un golpe militar", ha advertido el dirigente de los Hermanos Musulmanes.
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