Si España no quiere convertirse en la próxima Grecia y perder la confianza de los mercados ante su creciente deuda y su abultado déficit, los españoles tendrán que soportar años de retrocesos en su calidad de vida. Mi sensación es que la ira se va a desatar en algún momento porque siguen esperando que la recuperación esté a la vuelta de la esquina. Y la mayoría de los españoles aún no se ha dado cuenta de la magnitud de los problemas que les aguarda, mientras la economía atraviesa un proceso de deflación necesario para recuperar competitividad
|
etiquetas: crisis , sindicatos , trabajadores , empleo , deuda , españa , protestas