Una demostración de la correlación ilusoria en el diagnóstico clínico. c&p:"el cerebro tiende a interpretar la realidad de manera sesgada, creyendo detectar relaciones que en realidad son inexistentes. Por ejemplo, si dos eventos van frecuentemente juntos, es probable que concluyamos que existe algún tipo de relación entre ellos, incluso cuando esto sea falso. La curación inmediata de un dolor después de haber tomado una pastilla inocua puede conducir a que creamos que este medicamento ineficiente funciona de verdad."
Comentarios
A ver cuando aprende la gente que correlación no implica causabilidad... http://xkcd.com/552/
#1 A veces llegamos a relaciones realmente absurdas y sin embargo estadísticamente impecables
El problema es que con frecuencia llegamos a concluir relaciones bien absurdas, bien lógicas, pero estadísticamente insostenibles, como los participantes de los experimentos relatados en la noticia. Ellos no pudieron ver una relación consistente entre los síntomas de los pacientes y los rasgos del dibujo, sencillamente porque esa relación no existía, y cualquier huella de ella se había borrado cuidadosamente. Sin embargo, tanto los participantes novatos como los terapeutas expertos cometieron los mismos errores, estableciendo relaciones síntoma-rasgo que objetivamente no estaban ahí.
Eso es el "efecto mancebo" (Manolito Gafotas).
Eso es razonar de forma inductiva, no es el método científico pero sigue siendo muy práctico. Hay muchos problemas que sólo podemos resolver con estadística, como en medicina los ensayos clínicos.
Tenemos una gran habilidad para ello, heredada de nuestros antepasados irracionales, es una característica vital para la supervivencia.
A veces llegamos a relaciones realmente absurdas y sin embargo estadísticamente impecables.
Vean este ejemplo:
http://www.microsiervos.com/archivo/ordenadores/email-500-millas.html
Que me da igual! yo me hincho a fármacos y pastillas porque me siento mejor.
Lo interesante es que ese sesgo, esa tendencia a ver correlaciones donde no las hay, puede ser la base de determinados métodos de diagnóstico usados en la práctica clínica, con todas las consecuencias que eso conlleva.
¿Cómo escapar a ello? Realmente necesitamos que los profesionales del mundo de la clínica aprendan a integrar en su trabajo la evidencia científica. De otro modo el diagnóstico y la terapia van a carecer de fundamento. Ojo, que muchos psicólogos clínicos trabajan ya desde un punto de vista mucho más científico y hay que reconocerles el mérito, pero en la psicología clínica sigue quedando una representación nada desdeñable de magufos, terapeutas tradicionales "fosilizados" (que siguen actuando como hace 50 u 80 años sin adaptarse a los nuevos conocimientos), etc.