Algunas mujeres reconocen vivir permanentemente excitadas pero sin que su estado responda a ningún interés sexual. Les sucede haciendo la compra, tomando café con unas amigas o sentadas en el trabajo. El Síndrome de Excitación Sexual Persistente (PGAD, por sus siglas en inglés) convierte el placer de tener un orgasmo en frustración, culpa o desesperación. Es una disfunción rara que se caracteriza por la presencia de tensión genital y excitabilidad pero sin que exista deseo.
Comentarios
El PGAD es tan raro que no fue descrito hasta 2001.
La probabilidad de que tu vecina lo tenga es extremadamente baja. Queda bien como noticia con morbo, pero no es un problema de salud relevante en la población general.