Están en paro, en muchos casos sin ingresos, y ahogados por las deudas en un país que no es el suyo. El desconocimiento y el exceso de confianza llevó a decenas de inmigrantes a firmar hipotecas y abultados créditos empleando como avales a familiares, amigos y hasta desconocidos en la época del boom. Ahora, ante la imposibilidad de pagar, algunos optan por entregar las llaves de su casa al banco y retornar a sus países de origen como única vía de escape.
Comentarios
#1 teniendo en cuenta que el pufo que han dejado al banco, al final nos lo comeremos los que nos quedamos aquí, sí, me parece la ostia de triste.
Muy triste , pero conozco unos cuantos casos de inmigrantes que pidieron la hipoteca de las de antes (que daba para el coche, los muebles...) y ahora han vuelto a su país con dinerito al haber vendido coche, muebles, etc y haber dejado el pufo al banco de la casa. ¿A que no es tan triste?
#3 Imagino q si heredas heredas todo...
Por otro lado, esto no prescribe como lo de "Pepe el popular"?
#3 En España si se hereda se heredan también las deudas, pero también se puede elegir no heredar (no se heredarían ni las propiedades ni las deudas).
Lo que no tengo claro es si la herencia se produce en otro país ¿se heredarán también las deudas que tubiera en España?
Supongo que dependerá de los tratados económicos que haya con dicho país, pero yo creo que no.
En el tema de las hipotecas para vivienda ha pasado como con la mayoría de los timos, unos listos han sido engañados por otros más listos.
"las deudas en España se heredan, y si el día de mañana los hijos quieren retornar a este país, se pueden encontrar con una sorpresa muy desagradable"
¿alguien sabe como puede ser esto? creia que si una persona muere las deudas mueren con ella.
Cuando trabajaba en un concesionario Seat, no os imaginais la de movidas que se hacían con las cajas para conceder préstamos para el coche a los inmigrantes.
Espero que toda la sociedad aprenda algo de todo esto y no como de costumbre tengamos memoria de pez.
"Luis es el ejemplo viviente de esta situación. Llegó de Ecuador hace 11 años, pero no se decidió a comprar casa hasta 2005, cuando se había desatado la fiebre inmobiliaria. "No teníamos nadie que nos asesorara, así que acudimos a la agencia con la que otros conocidos habían comprado las suyas. Pero nos ha engañado desde el principio y de diferentes maneras", asegura."
Por desgracia, muchos "listos" han aprovechado el momento para embaucar a todo el que han podido. Entre el desconocimiento de unos y la avaricia de otros, así hemos acabado. ¿No se puede supervisar la labor de los API?
Las hipotecas no diferencias entre autoctonos e inmigrantes, pobres y ricos, vivos y muertos... Seguro que ahora a Luis no le daban si un prestamo para cambiar las puertas