Cualquier “loco” de las máquinas ha hecho cosas así en alguna ocasión. Recuerdo que, de pequeño, tenía la manía de desmontar hasta la última pieza relojes antiguos. Luego intentaba volver a montarlos y que funcionaran pero, como puede imaginarse, los primeros intentos fueron un desastre. Hoy visita TecOb una obra de arte de esas que me gusta compartir porque a su parte estética se une el que los protagonistas son máquinas y, claro, se convierte en algo irresistible.
|
etiquetas: despiece , máquinas , desmontar