Este es el caso de Sabino Domínguez López, un ganadero de la aldea mazaricana de Abeleiras, que harto de oír hablar de los ataques de los lobos a ganaderías de la zona y sobre todo de ver cómo, en muchos casos, la Administración negaba las ayudas al considerar que los ataques no habían sido llevados a cabo por las alimañas, decidió grabar una de las embestidas de las fieras y así salir de dudas.Cando me levantei fun cara ao cadáver e xa lle faltaba case a metade do corpo, cando tan so unhas horas antes apenas lle tiñan comido só parte
Esquilmamos el monte. Lo cerramos, lo vendemos para convertirlo en cotos de caza, donde se mata a caulquier bicho que pueda amenazar con comerse una presa (no vaya ser que los cazadores no maten a gusto y suficiente). Se llena el campo de todoterrenos, de mierda, de basura. Ya no se pueden dejar reses muertas para alimentar a los depredadores (desde el mal de las vacas locas, está práctica está prohibida).
Los animales tienen que comer, así que bajan a las casas.
Lo que no entiendo es por qué, siendo la tónica todos los años, los ganaderos siguen sin asegurar sus rebaños. Supongo que por seguir con la tradición de no hacer nada, esperar a que otros me resuelvan el problema y después pedir batidas de caza....
Muy triste.
#3 Porque al ser tónica habitual, a las aseguradoras no les compensará asegurar el riesgo, o bien la prima será tan alta que a quien no le compense sea al ganadero. Lo razonable desde mi punto de vista es que, puesto que la diversidad de la fauna es un bien que nos pertenece a todos, los daños también los paguemos todos (es decir, compensaciones a cargo del estado) y no solo los que sufren sus daños. Sería el modo mas efectivo de evitar esa ansia de revancha que lleva a la caza furtiva en estos casos.
#3 creo que si el estado es el encargado de vigilar los montes,permitir batidas,no dejar reses muertas para alimentar alimañas, etc tabién deberían ser ellos los que protejan tanto al ganadero como a las alimañas
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Esquilmamos el monte. Lo cerramos, lo vendemos para convertirlo en cotos de caza, donde se mata a caulquier bicho que pueda amenazar con comerse una presa (no vaya ser que los cazadores no maten a gusto y suficiente). Se llena el campo de todoterrenos, de mierda, de basura. Ya no se pueden dejar reses muertas para alimentar a los depredadores (desde el mal de las vacas locas, está práctica está prohibida).
Los animales tienen que comer, así que bajan a las casas.
Lo que no entiendo es por qué, siendo la tónica todos los años, los ganaderos siguen sin asegurar sus rebaños. Supongo que por seguir con la tradición de no hacer nada, esperar a que otros me resuelvan el problema y después pedir batidas de caza....
Muy triste.
#3 Porque al ser tónica habitual, a las aseguradoras no les compensará asegurar el riesgo, o bien la prima será tan alta que a quien no le compense sea al ganadero. Lo razonable desde mi punto de vista es que, puesto que la diversidad de la fauna es un bien que nos pertenece a todos, los daños también los paguemos todos (es decir, compensaciones a cargo del estado) y no solo los que sufren sus daños. Sería el modo mas efectivo de evitar esa ansia de revancha que lleva a la caza furtiva en estos casos.
#3 creo que si el estado es el encargado de vigilar los montes,permitir batidas,no dejar reses muertas para alimentar alimañas, etc tabién deberían ser ellos los que protejan tanto al ganadero como a las alimañas
Vaya imagen
Las alimañas están pisando moqueta en los despachos de la administración, Sabino...