Ingenieros de la Universidad de Aeronáutica Embry-Riddle están ultimando los diseños para una serie de turbinas que podrían ser utilizados para aprovechar la inmensa energía de la corriente del Golfo, que fluye en las profundidades del océano Atlántico. Esta corriente submarina contiene alrededor de 21.000 veces más energía que las cataratas del Niágara y según algunas estimaciones, podría proporcionar hasta un tercio de la electricidad para cubrir las necesidades energéticas de Florida.
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