Hace 15 años | Por jm22381 a pe.terra.com
Publicado hace 15 años por jm22381 a pe.terra.com

La NASA deberá decidir el lunes si enciende las turbinas de la Estación Espacial Internacional a fin de sacarla del curso que sigue la basura espacial. Los tres residentes de la EEI tuvieron que mudarse la semana pasada a la cápsula de emergencia Soyuz durante unos 10 minutos, debido a que un fragmento de la colisión de los satélites Cosmos 2251 e Iridium 33 pasó muy cerca. Un portavoz de la NASA dijo que si la EEI debe moverse, el transbordador Discovery deberá ajustar su curso levemente para poder acoplarse el martes.

Comentarios

kekobola

Stanislav Lem: Memorias. Salvemos el Cosmos (1971)

El profesor Bruckee, del observatorio, se me quejó hace poco de la disminución del brillo de ambas estrellas de Centauro. ¿Cómo no iba a disminuir si todo el entorno rebosa de basura? Alrededor del pesado Sirio, la mayor atracción de aquel sistema, evoluciona un anillo, parecido a los anillos de Saturno, pero compuesto de botellas vacías de cerveza y naranjada. El cosmonauta en ruta por aquella región, no sólo ha de evitar las nubes de meteoritos, sino también las latas de conservas, las cáscaras de huevos y los periódicos viejos. Hay sitios donde la basura no deja ver las estrellas. Los astrofísicos llevan años devanándose los sesos sobre la causa de las notables diferencias de la cantidad de polvo cósmico en distintas galaxias. Yo creo que el problema es sencillo: cuanto mayor nivel tiene la civilización en una galaxia, tanta más basura, de ahí el polvo, los desperdicios y los escombros.

La cuestión no incumbe tanto a los astrofísicos como a los barrenderos. En otras galaxias tampoco han sabido resolverla, pero, verdaderamente, es un negro consuelo. Igualmente digna de reprobación es la diversión de escupir al espacio, ya que la saliva, como cualquier otro liquido, se hiela a temperaturas bajas y al chocar con ella fácilmente puede producirse un accidente. Me excuso por tocar un tema un poco drástico, pero las personas que suelen marearse en los viajes parecen tomar el Cosmos por una especie de escupidera, como si no supieran que los vestigios de su malestar girarán después durante millones de años en sus órbitas, despertando en los turistas asociaciones de ideas desagradables y una aversión muy comprensible.

[...]

¿A qué conduce todo esto? Desaparecieron ya de la superficie de los planetas especies tales como el varlay celeste y el perfoculón penetrans. Están pereciendo miles de otras. A causa de las nubes de inmundicias aumentan las manchas solares. Recuerdo todavía los tiempos en que el mejor regalo para un niño era la promesa de una excursión dominguera a Marte, ¡y ahora los chiquillos caprichosos no quieren tomar el desayuno si el padre no provoca adrede para ellos la explosión de una Supernova! ¡Si continuamos malgastando por capricho la energía cósmica, ensuciando los meteoritos y los planetas, devastando los tesoros de la Reserva, dejando tras nosotros en los espacios galácticos cáscaras, envases y papeles sucios, arruinaremos el universo, lo convertiremos en ungran vertedero de basura! Es hora de recapacitar y aplicar estrictamente los reglamentos vigentes. Convencido del peligro que aumenta a cada momento de demora, lanzó un grito de alarma a la humanidad: ¡Salvemos el Cosmos!

kekobola

Stanislav Lem: Diarios de las Estrellas, Viajes y Memorias (1971)

Así, por ejemplo, el Dr.Hopfstosser, [...] compuso una tabla periódica de la civilización del Cosmos en base a tres principios, que permiten descubrir sin fallo las sociedades más adelantadas: son las Leyes de Basura, Ruido y Manchas. Cada civilización en fase técnica empieza a hundirse lentamente en los desperdicios, sufriendo por su culpa graves trastornos, hasta que consigue llevar los muladares al espacio cósmico. Para que éstos no entorpezcan demasiado la cosmonáutica, se los coloca en una órbita espacial, calculada para el caso. De este modo va creciendo en torno al planeta un anillo de vertederos de basura, cuya presencia demuestra una era superior del progreso alcanzado. No obstante, al cabo de cierto tiempo los vertederos sufren unos cambios, ya que, a medida que se desarrolla la técnica, hay que tirar cantidades cada vez mayores de chatarra de computadores, sondas viejas, satélites artificiales, etc. Esos desperdicios pensantes no quieren girar infinitamente en un anillo de basura y se escapan de él, llenando las regiones cercanas al planeta o, incluso, todo el sistema planetario. Sobreviene en este caso la polución del medio ambiente por el intelecto. Cada civilización se esfuerza en combatir el problema a su manera; hubo quien se sirvió del computerocidio: para ello se colocan en el espacio unos artificios especiales, trampas, lazos, cepos y trituradores de pecios psíquicos. Sin embargo, dicho método da pésimos resultados, ya que sólo se dejan cazar las basuras más atrasadas mentalmente, salvándose las más listas, que se juntan luego en pandillas y bandas contestatarias para reclamar cosas imposibles de conceder, tales como piezas de recambio y espacio vital. Al ser rechazadas sus peticiones perturban con la mayor mala fe las emisiones radiofónicas, se interfieren en los programas, radian sus propias proclamas y saturan el éter de ruidos y rugidos, insoportables para los timpanos. Es por esos ruidos precisamente por los que se puede distinguir, aun a grandes distancias, las civilizaciones atormentadas por la plaga de polución intelectual. Lo más sorprendente es que los astrónomos terrestres hayan tardado tanto en comprender por qué el Cosmos, escuchado con radiotelescopios, estaba lleno de chasquidos y otros varios sonidos sin sentido; ahora ya sabemos que son precisamente las perturbaciones provocadas por los mencionados conflictos, las que dificultan seriamente el establecimiento de contactos intersiderales.

jm22381

Lo que necesita la ISS es un buen rayo destructor como el de la Estrella de la Muerte! http://cache.gawker.com/assets/images/gizmodo/2009/03/iss-lasers.jpg

kalimochero

Kiyo, échame una mano que vamos a empujarla un poco más pallá, pisha.