Artículo sobre la desproporción entre el dinero que un funcionario puede hacer perder o ganar a una empresa y el sueldo de ese mismo funcionario, con las obvias consecuencias de la desproporción.
En la mayoría de países hay muchísimo mando y funcionario medio, con funciones muy concretas. (Típica la mención de que en EEUU en las oficinas todo el mundo tiene un cargo vice...) El que archiva, sólo archiva. El que hace informes sólo hace eso. Y el que manda, sólo manda. Esto evita errores, hace más fluída la organización y evita sobre todo sobresaturación en los picos de trabajo, aunque cuesta más dinero.
Aquí no, sino que el funcionamiento descansa directamente sobre funcionarios operativos sin apoyo, cargados de trabajo, las más de las veces mal pagados y propensos por tanto a los errores, costosísimos errores. Los errores acaban pagándose con la salida o con la sustitución, o con la asunción de su inevitabilidad. Todo menos contratar las personas adecuadas a la carga de trabajo. Los jefes jamás comparten funciones con el equipo, no entienden las necesidades de la organización...y así nos va.
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En la mayoría de países hay muchísimo mando y funcionario medio, con funciones muy concretas. (Típica la mención de que en EEUU en las oficinas todo el mundo tiene un cargo vice...) El que archiva, sólo archiva. El que hace informes sólo hace eso. Y el que manda, sólo manda. Esto evita errores, hace más fluída la organización y evita sobre todo sobresaturación en los picos de trabajo, aunque cuesta más dinero.
Aquí no, sino que el funcionamiento descansa directamente sobre funcionarios operativos sin apoyo, cargados de trabajo, las más de las veces mal pagados y propensos por tanto a los errores, costosísimos errores. Los errores acaban pagándose con la salida o con la sustitución, o con la asunción de su inevitabilidad. Todo menos contratar las personas adecuadas a la carga de trabajo. Los jefes jamás comparten funciones con el equipo, no entienden las necesidades de la organización...y así nos va.