Los burócratas del gobierno japonés, que operan en una cultura que trata de evitar la responsabilidad y sobre todo la crítica, ocultaron las previsiones de la propagación de la contaminación proveniente de la accidenta planta nuclear de Fukushima. La ira del público está creciendo ante las pruebas de una campaña oficial para minimizar el alcance del accidente y los riesgos potenciales para la salud. Funcionarios del gobierno han admitido que las autoridades japonesas trataron de limitar el tamaño de las evacuaciones y el daño a la industria...
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