Entre 1997 y 2007, la economía nacional se desperezó (crecimientos anuales del PIB de entre el 2,4% y el 5%); nuestras escuálidas empresas engordaron (92.000 tienen más de 20 empleados), y la renta per cápita asomó del subsuelo (de 15.000 euros a 23.000) para regocijo patrio y mosqueo italiano. Lástima que, después de todo este esplendor pecuniario, nuestra educación siga lejos de la media de la OCDE, que no sepamos ni el inglés de las canciones y que ninguna de las universidades públicas españolas ¡esté entre las 150 mejores del mundo!
|
etiquetas: españa , economía , crecimiento , riqueza , pobreza , educación