En sus 2.500 años de historia, la Acrópolis ha sido incendiada, bombardeada y sacudida por terremotos. Ahora, los científicos intentan salvarla de un enemigo moderno: la contaminación. Con una innovadora tecnología láser, ingenieros y restauradores griegos trabajan para descubrir colores y detalles que han estado ocultos durante décadas. “Esta limpieza es irreversible. Lo que se quita, no puede volver a ponerse, así que tenemos que estar seguros de que eliminamos las sustancias nocivas, y dejamos intacto el sustrato”
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