Militan en distintos grupos armados, la mayoría con sede en el barrio del 23 de Enero, bastión revolucionario de Caracas. Se definen como milicias urbanas populares. Para algunos son guerrilleros. Para otros, terroristas. Armados hasta los dientes, con total impunidad y financiados por distintos tentáculos del oficialismo, el brazo paramilitar del chavismo no ha dejado de robustecerse durante los diez años de gobierno de Hugo Chávez.
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