El día siguiente a la navidad apareció la ciudad de Ámsterdam con la resaca de la fiesta del día anterior y enormes cajas vacías que mostraban cuántos minis se habían regalado, como si de cualquier otro juguete se tratara. Se trataba de una brillante campaña de marketing viral ideada por BMW para promocionar su Mini en esa ciudad.
Comentarios
Qué original y gracioso. Esta es la buena publicidad. Tan buena que nosotros le damos más voz.
me lo llego ha encontrar yo y me iría corriendo a comprar un posca para tunearlo,jaja