El problema de los impulsos (de cualquier impulso) es que llega un momento en que se agota; además, los impulsos (todos los impulsos) pueden tener dos consecuencias nefastas: 1) generar una falsa sensación de euforia (efecto anfetamina), y 2) crear acostumbramiento: expectativas de que nuevos estímulos serán arbitrados cuando los actuales pierdan consistencia (efecto supervivencia asistida). Ambos, pienso, se han dado y, de momento se continúan dando (en todo el planeta), pero una situación como esa tiene fecha de caducidad: no da más de si...
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