Bombas lacrimógenas, bombillas, vibradores, floreros, velas, tubos de PVC, botellas de vidrio o desodorantes en spray son algunas de las piezas que se pueden encontrar en la colección del Departamento de Coloproctología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, objetos que por alguna razón de la vida han terminado en el recto de algún individuo y que fueron almacenadas por el médico Carlos Azolas y por el doctor Rogelio Garrido con el fin de que sus colegas tuviesen la posibilidad de consultar diagnósticos anteriores ante casos inéditos.
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