Hace 17 años | Por mezvan a elpais.com
Publicado hace 17 años por mezvan a elpais.com

[c&p] Confinar la luz para usarla para transmitir información es cosa corriente en el caso de la fibra óptica. El volumen de información que la luz es capaz de transportar la hace bien apetecible a la industria. Pero en la escala de lo nano, la de los chips y los componentes electrónicos, la luz empieza a comportarse de manera caprichosa: "Cuando la introduces en un tubo, si su tamaño es menor que el de la longitud de onda, comienzas a tener problemas. La luz no quiere estar ahí, se siente incómoda y escapa".