Hace 16 años | Por --9113-- a elpais.com
Publicado hace 16 años por --9113-- a elpais.com

Desde la misma advertencia, habla de guerra, llama a la acción, señala al enemigo, exige romper esta tibieza y anomia que caracteriza a las sociedades occidentales actuales y procura sacudirlas para que tomen conciencia de que corren malos tiempos para la libertad. Defender el laicismo frente a la emergencia y belicosidad de los fundamentalismos religiosos violentos ya no es sólo una opción recomendable. Es una urgencia: lo que está en juego es el porvenir de nuestros hijos.

Comentarios

c

Lúcido.

D

En la duda esta la respuesta.

Thabano_2

"El catolicismo, en cambio, ya no puede ser hoy un fundamentalismo revolucionario. Lo fue, y de qué manera, en tiempos de Felipe II con la Liga Santa. Pero con el tiempo, y con la separación entre Iglesia y Estado que se consiguió gracias a la influencia de la Ilustración, es inconcebible que pretenda imponer su verdad de manera totalitaria."
"Lo que ha ocurrido en el mundo árabe-musulmán es que se ha revelado incapaz de conquistar la modernidad" "[en el Islam] han decidido convertir su religión en ideología de combate. No hay margen para otras cuestiones, la religión se convierte en el único referente, y no hay diálogo posible".
Ves, puedes dormir tranquilo, ateo. El enemigo no es el catolicismo sino El Islam. Por lo menos eso asegura tu artículo.