También esa es una visión distorsionada de la realidad. Cuando se habla del aumento generalizado de la riqueza, siempre se utilizan promedios o cifras macroeconómicas. Para conocer la realidad hay que bajar y patear la calle. No hace falta irse a Africa para conocer la miseria, ni hace falta ser un economista para saber que el problema no es sólo de crecimiento de parámetros sino de su justa distribución. Y yo creo que eso no admite discusión.
Estos neoliberales pueden seguir así, aunque ahora necesitan un nuevo líder.
Para no ser pobre, hay que tener las necesidades básicas cubiertas. ¿Cuanta gente en España por ejemplo las tiene?. Si no tienes vivienda, siempre tienes que estar al límite para pagar la hipoteca... eso no es riqueza, sino lo contrario.
Venga hombre, ¿es que no se entiende suficientemente bien lo que dice el artículo?
Dice una realidad como un templo; hoy en día está de moda criticar el funcionamiento del mundo porque es muy guay, muy progre y así estás en paz contigo mismo. Pues CLARO que hay pobreza. Lo que apunta el artículo es, simplemente, que hay MENOS pobreza que antes, que se está empezando a dominar. Es algo objetivo que el mundo cada vez tiene menos pobres. La explicación es clara; la técnica. Obtenemos cosas mejores a menores costes; podemos viajar barato, fabricar comida más barata, vestirnos con cuatro duros... Y SÍ, también en el tercer mundo. ¿O es que en la edad media, todos vivíamos en castillos, rodeados de la corte y bien felices atiborrándonos de banquetes? En el mejor de los casos podríamos igualar el nivel de vida que tiene hoy un ciudadano de clase baja.
Pues no, el mundo es cada vez mejor. Quien no lo vea, no tiene ojos en la cara. PERO, eso no implica que no tengamos que poner de nuestra parte. Pero sentirnos culpables por pertenecer al primer mundo es una tontería.
La verdad, releo el artículo, varias veces, palabra a palabra, con el ánimo de encontrarle la más mínima voluntad de aportar algo positivo, y no la encuentro. No quiero perder el tiempo en una discusión profunda porque al parecer partimos de posiciones muy diferentes. El chico ese del artículo está cómodamente sentado en su "trinchera" y le parece que todo "le" va bien, y punto.
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También esa es una visión distorsionada de la realidad. Cuando se habla del aumento generalizado de la riqueza, siempre se utilizan promedios o cifras macroeconómicas. Para conocer la realidad hay que bajar y patear la calle. No hace falta irse a Africa para conocer la miseria, ni hace falta ser un economista para saber que el problema no es sólo de crecimiento de parámetros sino de su justa distribución. Y yo creo que eso no admite discusión.
Estos neoliberales pueden seguir así, aunque ahora necesitan un nuevo líder.
Para no ser pobre, hay que tener las necesidades básicas cubiertas. ¿Cuanta gente en España por ejemplo las tiene?. Si no tienes vivienda, siempre tienes que estar al límite para pagar la hipoteca... eso no es riqueza, sino lo contrario.
Venga hombre, ¿es que no se entiende suficientemente bien lo que dice el artículo?
Dice una realidad como un templo; hoy en día está de moda criticar el funcionamiento del mundo porque es muy guay, muy progre y así estás en paz contigo mismo. Pues CLARO que hay pobreza. Lo que apunta el artículo es, simplemente, que hay MENOS pobreza que antes, que se está empezando a dominar. Es algo objetivo que el mundo cada vez tiene menos pobres. La explicación es clara; la técnica. Obtenemos cosas mejores a menores costes; podemos viajar barato, fabricar comida más barata, vestirnos con cuatro duros... Y SÍ, también en el tercer mundo. ¿O es que en la edad media, todos vivíamos en castillos, rodeados de la corte y bien felices atiborrándonos de banquetes? En el mejor de los casos podríamos igualar el nivel de vida que tiene hoy un ciudadano de clase baja.
Pues no, el mundo es cada vez mejor. Quien no lo vea, no tiene ojos en la cara. PERO, eso no implica que no tengamos que poner de nuestra parte. Pero sentirnos culpables por pertenecer al primer mundo es una tontería.
La verdad, releo el artículo, varias veces, palabra a palabra, con el ánimo de encontrarle la más mínima voluntad de aportar algo positivo, y no la encuentro. No quiero perder el tiempo en una discusión profunda porque al parecer partimos de posiciones muy diferentes. El chico ese del artículo está cómodamente sentado en su "trinchera" y le parece que todo "le" va bien, y punto.