Arturo Pérez Reverte habla sobre su columna semanal, muy recurrida en meneame, en una entrevista: _"El APR que firma esa página es también un personaje literario, sólo que hay gente que lo toma por completamente real. Yo, por ejemplo, no digo tacos en mis conversaciones. Ni soy tan gruñón. Por lo demás esa página preferiría no hacerla..." (más en el primer comentario)
P: Yo quiero felicitarle por su trayectoria periodística y literaria, que es impresionante, y preguntarle si el ejercicio del periodismo (sobre todo, su artículo semanal) le sirve hoy en día como vía de escape o si, por el contrario, supone una carga para la preparación y escritura de sus novelas.
R: Yo ya no soy periodista. Era un reportero, y al dejar de serlo dejé de ser periodista. Ahora escribo una página semanal que me sirve de ajuste de cuentas y desahogo, en mi nombre y en el de otros. No es periodismo sino literatura en forma de periodismo, con un personaje que se llama como yo pero que no soy yo. O no lo soy del todo. El APR que firma esa página es también un personaje literario, sólo que hay gente que lo toma por completamente real. Yo, por ejemplo, no digo tacos en mis conversaciones. Ni soy tan gruñón. Por lo demás esa página preferiría no hacerla, como Bartleby, pero a estas alturas hay demasiada gente que la sigue hace tiempo y ya no puedo elegir ni renunciar. Sería una especie de traición a los amigos. Le dedico un día a la semana, y ese día, por supuesto, se lo resto a las novelas. A veces no me hace maldita la gracia interrumpir el ritmo de éstas para hablar de otra cosa. Pero ya he dicho que no tengo opción. Son las reglas.
Vaya, vaya, vaya, aquí tenemos la cuadratura del círculo, ahora en serio, por mí, que cante misa, despues de su último artículo "Una de panchitos" no tengo duda alguna de lo que es ese señor, por lo pronto y para mí: incriticable.
Territorio comanche, corríjame si ando errado, fue una ajuste de cuentas con su etapa de periodista de guerra. ¿Tiene material para alguna novela más con esta enjundia?
“Territorio Comanche” fue más bien una despedida. Veintiún años no pueden resumirse en eso. El verdadero ajuste de cuentas fue “El pintor de batallas”. Todo cuanto quería decir al respecto lo dije allí, y no lo dije de modo fácil ni para el lector ni para mí. Quien quiera leer de verdad esa novela tiene que currársela. El resto, lo que no escribí nunca, es cosa mía, y no habrá más sobre ese asunto.
Y con toda la razón del mundo,para leer El pintor de batallas hay que hacerlo despacio y comprendiendo todo porque es muy compleja.Ya le he leido a alguno que es la que menos le gusta de sus libro y es con razón,porque es lo más diferente que hay de lo que tiene.
Comentarios
Venga, mañana le pego una paliza a una persona y luego digo que fue otro con mi cara.
Es decir, que hasta a él le dan vergüenza ajena las tonantes bobadas esas que escribe.
Mi infinitamente llorado Umbral diría en ocasión como esta que Reverte, a falta de estilo, tiene pose
La pregunta completa:
P: Yo quiero felicitarle por su trayectoria periodística y literaria, que es impresionante, y preguntarle si el ejercicio del periodismo (sobre todo, su artículo semanal) le sirve hoy en día como vía de escape o si, por el contrario, supone una carga para la preparación y escritura de sus novelas.
R: Yo ya no soy periodista. Era un reportero, y al dejar de serlo dejé de ser periodista. Ahora escribo una página semanal que me sirve de ajuste de cuentas y desahogo, en mi nombre y en el de otros. No es periodismo sino literatura en forma de periodismo, con un personaje que se llama como yo pero que no soy yo. O no lo soy del todo. El APR que firma esa página es también un personaje literario, sólo que hay gente que lo toma por completamente real. Yo, por ejemplo, no digo tacos en mis conversaciones. Ni soy tan gruñón. Por lo demás esa página preferiría no hacerla, como Bartleby, pero a estas alturas hay demasiada gente que la sigue hace tiempo y ya no puedo elegir ni renunciar. Sería una especie de traición a los amigos. Le dedico un día a la semana, y ese día, por supuesto, se lo resto a las novelas. A veces no me hace maldita la gracia interrumpir el ritmo de éstas para hablar de otra cosa. Pero ya he dicho que no tengo opción. Son las reglas.
En el enlace está la entrevista completa.
Vaya, vaya, vaya, aquí tenemos la cuadratura del círculo, ahora en serio, por mí, que cante misa, despues de su último artículo "Una de panchitos" no tengo duda alguna de lo que es ese señor, por lo pronto y para mí: incriticable.
Territorio comanche, corríjame si ando errado, fue una ajuste de cuentas con su etapa de periodista de guerra. ¿Tiene material para alguna novela más con esta enjundia?
“Territorio Comanche” fue más bien una despedida. Veintiún años no pueden resumirse en eso. El verdadero ajuste de cuentas fue “El pintor de batallas”. Todo cuanto quería decir al respecto lo dije allí, y no lo dije de modo fácil ni para el lector ni para mí. Quien quiera leer de verdad esa novela tiene que currársela. El resto, lo que no escribí nunca, es cosa mía, y no habrá más sobre ese asunto.
Y con toda la razón del mundo,para leer El pintor de batallas hay que hacerlo despacio y comprendiendo todo porque es muy compleja.Ya le he leido a alguno que es la que menos le gusta de sus libro y es con razón,porque es lo más diferente que hay de lo que tiene.