Hace 16 años | Por --74306-- a lasprovincias.es
Publicado hace 16 años por --74306-- a lasprovincias.es

Que les ocurre a quienes han depositado no solo su confianza sino su dinero en una empresa que no puede hacer frente a su actividad en pleno parón inmobiliario. Ya no se trata de que un banco sea reticente a conceder un crédito ni de que quienes se dedican a la compraventa de inmuebles no tengan clientes que compren lo que otros necesitan vender sino una situación mucho peor: encontrarse con una casa inexistente que, sin embargo, se está pagando y se seguirá pagando en los próximos años.