Apenas el 10% de la leche situada en las estanterías de los supermercados de Galicia puede certificar que es gallega. En las cadenas de tiendas Lidl y Mercadona ni existe tal duda, es imposible encontrar leche envasada en plantas gallegas. Segundo los sindicatos agrarios, las empresas le ocultan al consumidor el origen para seguir manteniendo la importación, a precios muy reducidos. / Vía Chuza / Traducción en #1
#1:
Sólo el 10% de la leche declara origen gallega
Apenas el 10% de la leche situada en las estanterías de los supermercados de Galicia puede certificar que es gallega. En las cadenas de tiendas Lidl y Mercadona ni existe tal duda, es imposible encontrar leche envasado en plantas gallegas. Segundo los sindicatos agrarios, las empresas le ocultan al consumidor el origen para seguir manteniendo la importación, a precios muy reducidos.
Sólo la cooperativa nicrariense Feiraco puede, hoy por hoy, certificar el origen de Galicia de la leche vendida bajo esta marca. Los tres sindicatos agrarios coinciden justo en esta apreciación, y así lo explota como marca de garantía de leche gallega, aparece en las estanterías de Carrefour y Froiz y, desde hay un mes, también en todos los supermercados dependientes de Gadisa.
Sobre el resto de la gama blanca que se presenta como leche de nuestra tierra, tanto en la cadena Gadis (Camponuestro) como en el Froiz, o incluso las marcas tradicionales que envasan en la Galicia, nadie del mundo sindical se atreve la certificar su origen gallego. Incluso hay dudas de que en determinados casos no se esté realizando una importación masiva, ya que la venta a través de segundas marcas se hace a precios muy por debajo del mercado, como pasa con Leite Río.
Xabier Iglesias, responsable de ganadería de Uniones Agrarias, ve imposible, a corto plazo, que vaya adelante una norma que establezca como leche gallega aquella que proceda exclusivamente de nuestra tierra. Iglesias asegura que es un aspecto del que escapan las grandes envasadoras: “Sólo podemos asegurar hoy por hoy que Feiraco es la única empresa que de verdad vende leche gallega, de las otras empresas es imposible saberlo, ni quieren oír hablar de eso, lo importan de fuera y la envasan aquí, de leche gallega no tiene nada”.
Xabier Gómez Santiso, del Sindicato Labrego, ve más allá, asegura estar convencido de la existencia de prácticas irregulares en la importación: “se trae leche concentrada y posteriormente se vende como si fuera líquido. Esto es irregular, ya que la ley dice que, si se convierte en polvo, después hay que venderlo de tal manera”. El SLG asegura que, en la actualidad, es imposible certificar el origen de la mayoría de la leche: “Suponemos que el pasteurizado de cuatro días, que vende Río, a través de Leyma, será de aquí, por cuestiones de costes, pero ni de eso podemos estar seguros al cien por cien. ES un tabú del que las empresas escapan”.
No es difícil encontrar en un supermercado, leche del mismo origen, envasado bajo nombres diferentes y con precios distintos. En la cadena Froiz, se pode encontrar Solán envasado por Leite Río a cuarenta y nueve céntimos litro, justo la mitad del que cuesta el misma leche amparada por la marca madre. Para los sindicatos agrarios son juegos empresariales que tienen que ver con la distribución. Xabier Gómez, del SLG, está convencido de que algunas marcas de gama blanca pierde dinero “pero lo compensan con más líneas para la marca madre o con el propio sobreprecio”.
Tirando los precios, el cartón baja a 48 céntimos
No es difícil encontrar un litro de leche a 48 céntimos. No sólo las marcas blancas tiran los precios tan abajo. También lo hacen las segundas marcas de las principales. ES el caso de Solán, segunda marca de Leite Río, que aparece en el supermercado Froiz ocho céntimos más barata que la envasada por la propia cadena. La misma empresa empaqueta para Carrefour UHT, también a 48 céntimos, un precio menor al de la gama blanca de Carrefour, circunstancia que se repite en la cadena alemana Lidl, con la marca cántabra Finessa también a dos céntimos menos de en medio euro.
Bomilk cuesta 51 céntimos en Eroski y ocupa línea preferencial de venta en los supermercados vascos. Esta leche envasado en Cantabria se vende a cinco céntimos menos que lo de la marca preferencial de la propia cadena, empaquetada en el mismo lugar.
ES imposible de certificar el origen de esta leche a bajo precio. Lo máximo que se pode conocer es el lugar de envasado, aunque no en todos los casos, Carrefour certifica el envasado en Madrid y Lidl en Alemaña. Todas las grandes cadenas presentan estos precios como reclamo para los clientes.
Más grave en Portugal
Aunque en la Galicia los precios en estos casos están por debajo del límite del dumping, en Portugal la circunstancia es más grave. La cadena Modelo anuncia leche de gama blanca a treinta y nueve céntimos el litro, el límite del coste de explotación en Galicia que, segundo los productores, está establecido en el entorno de los treinta y cinco céntimos.
Esta leche entera certifica su procedencia en Francia, no sólo el envasado, segundo esgrime la etiqueta sino también a producción. Esto, para la grande área comercial es una señal de la calidad, a pesar de su bajo precio. En Monção, al lado de Salvaterra del Miño, es apreciable la cantidad de esta leche que a todas horas cruza la frontera. El consumidor, en la búsqueda del más barato, encuentra en esta área al lado del Miño, en la misma entrada a Portugal, el primer anuncio al lado de la carretera: la oferta del supermercado Modelo.
Mercadona y Lidl, 0% de leche producida en Galicia
Si es difícil certificar si es leche gallega el envasado por las empresas gallegas, hay dos cadenas de supermercados en los que tal duda no existe. Mercadona y Lidl no venden leche gallega ni envasado por empresas gallegas. La cadena levantina ofrece, a través de su marca blanca Hacendado, leche envasado en Cataluña, Cantabria o Andalucía, vende, a mayores, otras marcas que no tienen ni la producción en Galicia como Leche Asturiana.
En las estanterías de Mercadona no aparece ninguna de las tradicionales marcas gallegas. Destinan prácticamente el 50% de su línea de lácteos a su marca preferencial, en las distintas versiones de entera y desnatada, a precios que rozan los cincuenta céntimos.
Cien por cien alemana
Tampoco en los supermercados Lidl se vende leche gallega, el más barato y Finessa, leche cántabro a cuarenta y ocho céntimos. En este caso, la marca preferencial es una de la casa, cuyo envasado se realiza en Alemaña.
Expendedores de leche del día
El ganadero lalinense Antonio Corral proyecta la instalación en Pontevedra o Vilagarcía de un expendedor de leche del día que funciona con un sistema semejante al de las gasolineras. El coste del expendedor es superior a los seis mil quinientos euros y será presentado en la Semana Verde.
“Tendremos que ver como lo recibe el consumidor, si se acostumbra”, dice Corral. “ES una inversión alta pero ahorramos en la distribución puerta a puerta. El precio en un principio estaría entre 1,10 y 1,30 euros”. La garantía de la leche fresca va más allá, pues en la botella figurará el teléfono móvil del ganadero, por si algún consumidor decide acudir a la explotación.
En Cataluña y Navarra ya funcionan varios de estos expendedores con leche del día. Funcionan como una llave. Mediante la introducción de monedas, la máquina surte leche, suministrado por la granja, sin intermediarios.
Hasta ahora, Antonio Corral vendía leche de su explotación puerta a puerta, en todo el entorno de Santiago, bajo la firma de leche ecológica. Lo envasa en botella de cristal y tiene una caducidad de cuatro días. Como contrapeso mantiene todas las propiedades de la leche salida de la vaca. El precio es de un euro por litro.
Apenas el 10% de la leche situada en las estanterías de los supermercados de Galicia puede certificar que es gallega. En las cadenas de tiendas Lidl y Mercadona ni existe tal duda, es imposible encontrar leche envasado en plantas gallegas. Segundo los sindicatos agrarios, las empresas le ocultan al consumidor el origen para seguir manteniendo la importación, a precios muy reducidos.
Sólo la cooperativa nicrariense Feiraco puede, hoy por hoy, certificar el origen de Galicia de la leche vendida bajo esta marca. Los tres sindicatos agrarios coinciden justo en esta apreciación, y así lo explota como marca de garantía de leche gallega, aparece en las estanterías de Carrefour y Froiz y, desde hay un mes, también en todos los supermercados dependientes de Gadisa.
Sobre el resto de la gama blanca que se presenta como leche de nuestra tierra, tanto en la cadena Gadis (Camponuestro) como en el Froiz, o incluso las marcas tradicionales que envasan en la Galicia, nadie del mundo sindical se atreve la certificar su origen gallego. Incluso hay dudas de que en determinados casos no se esté realizando una importación masiva, ya que la venta a través de segundas marcas se hace a precios muy por debajo del mercado, como pasa con Leite Río.
Xabier Iglesias, responsable de ganadería de Uniones Agrarias, ve imposible, a corto plazo, que vaya adelante una norma que establezca como leche gallega aquella que proceda exclusivamente de nuestra tierra. Iglesias asegura que es un aspecto del que escapan las grandes envasadoras: “Sólo podemos asegurar hoy por hoy que Feiraco es la única empresa que de verdad vende leche gallega, de las otras empresas es imposible saberlo, ni quieren oír hablar de eso, lo importan de fuera y la envasan aquí, de leche gallega no tiene nada”.
Xabier Gómez Santiso, del Sindicato Labrego, ve más allá, asegura estar convencido de la existencia de prácticas irregulares en la importación: “se trae leche concentrada y posteriormente se vende como si fuera líquido. Esto es irregular, ya que la ley dice que, si se convierte en polvo, después hay que venderlo de tal manera”. El SLG asegura que, en la actualidad, es imposible certificar el origen de la mayoría de la leche: “Suponemos que el pasteurizado de cuatro días, que vende Río, a través de Leyma, será de aquí, por cuestiones de costes, pero ni de eso podemos estar seguros al cien por cien. ES un tabú del que las empresas escapan”.
No es difícil encontrar en un supermercado, leche del mismo origen, envasado bajo nombres diferentes y con precios distintos. En la cadena Froiz, se pode encontrar Solán envasado por Leite Río a cuarenta y nueve céntimos litro, justo la mitad del que cuesta el misma leche amparada por la marca madre. Para los sindicatos agrarios son juegos empresariales que tienen que ver con la distribución. Xabier Gómez, del SLG, está convencido de que algunas marcas de gama blanca pierde dinero “pero lo compensan con más líneas para la marca madre o con el propio sobreprecio”.
Tirando los precios, el cartón baja a 48 céntimos
No es difícil encontrar un litro de leche a 48 céntimos. No sólo las marcas blancas tiran los precios tan abajo. También lo hacen las segundas marcas de las principales. ES el caso de Solán, segunda marca de Leite Río, que aparece en el supermercado Froiz ocho céntimos más barata que la envasada por la propia cadena. La misma empresa empaqueta para Carrefour UHT, también a 48 céntimos, un precio menor al de la gama blanca de Carrefour, circunstancia que se repite en la cadena alemana Lidl, con la marca cántabra Finessa también a dos céntimos menos de en medio euro.
Bomilk cuesta 51 céntimos en Eroski y ocupa línea preferencial de venta en los supermercados vascos. Esta leche envasado en Cantabria se vende a cinco céntimos menos que lo de la marca preferencial de la propia cadena, empaquetada en el mismo lugar.
ES imposible de certificar el origen de esta leche a bajo precio. Lo máximo que se pode conocer es el lugar de envasado, aunque no en todos los casos, Carrefour certifica el envasado en Madrid y Lidl en Alemaña. Todas las grandes cadenas presentan estos precios como reclamo para los clientes.
Más grave en Portugal
Aunque en la Galicia los precios en estos casos están por debajo del límite del dumping, en Portugal la circunstancia es más grave. La cadena Modelo anuncia leche de gama blanca a treinta y nueve céntimos el litro, el límite del coste de explotación en Galicia que, segundo los productores, está establecido en el entorno de los treinta y cinco céntimos.
Esta leche entera certifica su procedencia en Francia, no sólo el envasado, segundo esgrime la etiqueta sino también a producción. Esto, para la grande área comercial es una señal de la calidad, a pesar de su bajo precio. En Monção, al lado de Salvaterra del Miño, es apreciable la cantidad de esta leche que a todas horas cruza la frontera. El consumidor, en la búsqueda del más barato, encuentra en esta área al lado del Miño, en la misma entrada a Portugal, el primer anuncio al lado de la carretera: la oferta del supermercado Modelo.
Mercadona y Lidl, 0% de leche producida en Galicia
Si es difícil certificar si es leche gallega el envasado por las empresas gallegas, hay dos cadenas de supermercados en los que tal duda no existe. Mercadona y Lidl no venden leche gallega ni envasado por empresas gallegas. La cadena levantina ofrece, a través de su marca blanca Hacendado, leche envasado en Cataluña, Cantabria o Andalucía, vende, a mayores, otras marcas que no tienen ni la producción en Galicia como Leche Asturiana.
En las estanterías de Mercadona no aparece ninguna de las tradicionales marcas gallegas. Destinan prácticamente el 50% de su línea de lácteos a su marca preferencial, en las distintas versiones de entera y desnatada, a precios que rozan los cincuenta céntimos.
Cien por cien alemana
Tampoco en los supermercados Lidl se vende leche gallega, el más barato y Finessa, leche cántabro a cuarenta y ocho céntimos. En este caso, la marca preferencial es una de la casa, cuyo envasado se realiza en Alemaña.
Expendedores de leche del día
El ganadero lalinense Antonio Corral proyecta la instalación en Pontevedra o Vilagarcía de un expendedor de leche del día que funciona con un sistema semejante al de las gasolineras. El coste del expendedor es superior a los seis mil quinientos euros y será presentado en la Semana Verde.
“Tendremos que ver como lo recibe el consumidor, si se acostumbra”, dice Corral. “ES una inversión alta pero ahorramos en la distribución puerta a puerta. El precio en un principio estaría entre 1,10 y 1,30 euros”. La garantía de la leche fresca va más allá, pues en la botella figurará el teléfono móvil del ganadero, por si algún consumidor decide acudir a la explotación.
En Cataluña y Navarra ya funcionan varios de estos expendedores con leche del día. Funcionan como una llave. Mediante la introducción de monedas, la máquina surte leche, suministrado por la granja, sin intermediarios.
Hasta ahora, Antonio Corral vendía leche de su explotación puerta a puerta, en todo el entorno de Santiago, bajo la firma de leche ecológica. Lo envasa en botella de cristal y tiene una caducidad de cuatro días. Como contrapeso mantiene todas las propiedades de la leche salida de la vaca. El precio es de un euro por litro.
Deberían crear la denominación de origen de la leche gallega, asturiana, valenciana o la que sea.
Al menos poder ver nosotros los clientes y en grande de donde procede la leche que compramos.
Yo prefiero pagar un poquito más si se que favorezco a industrias y productores españoles.
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Sólo el 10% de la leche declara origen gallega
Apenas el 10% de la leche situada en las estanterías de los supermercados de Galicia puede certificar que es gallega. En las cadenas de tiendas Lidl y Mercadona ni existe tal duda, es imposible encontrar leche envasado en plantas gallegas. Segundo los sindicatos agrarios, las empresas le ocultan al consumidor el origen para seguir manteniendo la importación, a precios muy reducidos.
Sólo la cooperativa nicrariense Feiraco puede, hoy por hoy, certificar el origen de Galicia de la leche vendida bajo esta marca. Los tres sindicatos agrarios coinciden justo en esta apreciación, y así lo explota como marca de garantía de leche gallega, aparece en las estanterías de Carrefour y Froiz y, desde hay un mes, también en todos los supermercados dependientes de Gadisa.
Sobre el resto de la gama blanca que se presenta como leche de nuestra tierra, tanto en la cadena Gadis (Camponuestro) como en el Froiz, o incluso las marcas tradicionales que envasan en la Galicia, nadie del mundo sindical se atreve la certificar su origen gallego. Incluso hay dudas de que en determinados casos no se esté realizando una importación masiva, ya que la venta a través de segundas marcas se hace a precios muy por debajo del mercado, como pasa con Leite Río.
Xabier Iglesias, responsable de ganadería de Uniones Agrarias, ve imposible, a corto plazo, que vaya adelante una norma que establezca como leche gallega aquella que proceda exclusivamente de nuestra tierra. Iglesias asegura que es un aspecto del que escapan las grandes envasadoras: “Sólo podemos asegurar hoy por hoy que Feiraco es la única empresa que de verdad vende leche gallega, de las otras empresas es imposible saberlo, ni quieren oír hablar de eso, lo importan de fuera y la envasan aquí, de leche gallega no tiene nada”.
Xabier Gómez Santiso, del Sindicato Labrego, ve más allá, asegura estar convencido de la existencia de prácticas irregulares en la importación: “se trae leche concentrada y posteriormente se vende como si fuera líquido. Esto es irregular, ya que la ley dice que, si se convierte en polvo, después hay que venderlo de tal manera”. El SLG asegura que, en la actualidad, es imposible certificar el origen de la mayoría de la leche: “Suponemos que el pasteurizado de cuatro días, que vende Río, a través de Leyma, será de aquí, por cuestiones de costes, pero ni de eso podemos estar seguros al cien por cien. ES un tabú del que las empresas escapan”.
No es difícil encontrar en un supermercado, leche del mismo origen, envasado bajo nombres diferentes y con precios distintos. En la cadena Froiz, se pode encontrar Solán envasado por Leite Río a cuarenta y nueve céntimos litro, justo la mitad del que cuesta el misma leche amparada por la marca madre. Para los sindicatos agrarios son juegos empresariales que tienen que ver con la distribución. Xabier Gómez, del SLG, está convencido de que algunas marcas de gama blanca pierde dinero “pero lo compensan con más líneas para la marca madre o con el propio sobreprecio”.
Tirando los precios, el cartón baja a 48 céntimos
No es difícil encontrar un litro de leche a 48 céntimos. No sólo las marcas blancas tiran los precios tan abajo. También lo hacen las segundas marcas de las principales. ES el caso de Solán, segunda marca de Leite Río, que aparece en el supermercado Froiz ocho céntimos más barata que la envasada por la propia cadena. La misma empresa empaqueta para Carrefour UHT, también a 48 céntimos, un precio menor al de la gama blanca de Carrefour, circunstancia que se repite en la cadena alemana Lidl, con la marca cántabra Finessa también a dos céntimos menos de en medio euro.
Bomilk cuesta 51 céntimos en Eroski y ocupa línea preferencial de venta en los supermercados vascos. Esta leche envasado en Cantabria se vende a cinco céntimos menos que lo de la marca preferencial de la propia cadena, empaquetada en el mismo lugar.
ES imposible de certificar el origen de esta leche a bajo precio. Lo máximo que se pode conocer es el lugar de envasado, aunque no en todos los casos, Carrefour certifica el envasado en Madrid y Lidl en Alemaña. Todas las grandes cadenas presentan estos precios como reclamo para los clientes.
Más grave en Portugal
Aunque en la Galicia los precios en estos casos están por debajo del límite del dumping, en Portugal la circunstancia es más grave. La cadena Modelo anuncia leche de gama blanca a treinta y nueve céntimos el litro, el límite del coste de explotación en Galicia que, segundo los productores, está establecido en el entorno de los treinta y cinco céntimos.
Esta leche entera certifica su procedencia en Francia, no sólo el envasado, segundo esgrime la etiqueta sino también a producción. Esto, para la grande área comercial es una señal de la calidad, a pesar de su bajo precio. En Monção, al lado de Salvaterra del Miño, es apreciable la cantidad de esta leche que a todas horas cruza la frontera. El consumidor, en la búsqueda del más barato, encuentra en esta área al lado del Miño, en la misma entrada a Portugal, el primer anuncio al lado de la carretera: la oferta del supermercado Modelo.
Mercadona y Lidl, 0% de leche producida en Galicia
Si es difícil certificar si es leche gallega el envasado por las empresas gallegas, hay dos cadenas de supermercados en los que tal duda no existe. Mercadona y Lidl no venden leche gallega ni envasado por empresas gallegas. La cadena levantina ofrece, a través de su marca blanca Hacendado, leche envasado en Cataluña, Cantabria o Andalucía, vende, a mayores, otras marcas que no tienen ni la producción en Galicia como Leche Asturiana.
En las estanterías de Mercadona no aparece ninguna de las tradicionales marcas gallegas. Destinan prácticamente el 50% de su línea de lácteos a su marca preferencial, en las distintas versiones de entera y desnatada, a precios que rozan los cincuenta céntimos.
Cien por cien alemana
Tampoco en los supermercados Lidl se vende leche gallega, el más barato y Finessa, leche cántabro a cuarenta y ocho céntimos. En este caso, la marca preferencial es una de la casa, cuyo envasado se realiza en Alemaña.
Expendedores de leche del día
El ganadero lalinense Antonio Corral proyecta la instalación en Pontevedra o Vilagarcía de un expendedor de leche del día que funciona con un sistema semejante al de las gasolineras. El coste del expendedor es superior a los seis mil quinientos euros y será presentado en la Semana Verde.
“Tendremos que ver como lo recibe el consumidor, si se acostumbra”, dice Corral. “ES una inversión alta pero ahorramos en la distribución puerta a puerta. El precio en un principio estaría entre 1,10 y 1,30 euros”. La garantía de la leche fresca va más allá, pues en la botella figurará el teléfono móvil del ganadero, por si algún consumidor decide acudir a la explotación.
En Cataluña y Navarra ya funcionan varios de estos expendedores con leche del día. Funcionan como una llave. Mediante la introducción de monedas, la máquina surte leche, suministrado por la granja, sin intermediarios.
Hasta ahora, Antonio Corral vendía leche de su explotación puerta a puerta, en todo el entorno de Santiago, bajo la firma de leche ecológica. Lo envasa en botella de cristal y tiene una caducidad de cuatro días. Como contrapeso mantiene todas las propiedades de la leche salida de la vaca. El precio es de un euro por litro.
Recordemos que Galicia produce más del 30% de toda la leche de España.
#3 Una gran parte de la leche de Central Lechera Asturiana es gallega (y otra, portuguesa), en Asturias no hay vacas suficientes para lo que venden.
#1 Iba a preguntar porqué repites la noticia entera en el comentario, hasta que la he abierto y he visto que la has traducido del gallego. Gracias.
Aquí entran en colisión los intereses de los productores con los de los consumidores. Le veo difícil solución.
#2 Aunque la buena es la Asturiana.
La única solución factible a este problema es que el consumidor compre directamente en las cooperativas.
Solución: que la vendan directamente las cooperativas ganaderas ahorrándose los intermediarios.
#3 No falla...
Deberían crear la denominación de origen de la leche gallega, asturiana, valenciana o la que sea.
Al menos poder ver nosotros los clientes y en grande de donde procede la leche que compramos.
Yo prefiero pagar un poquito más si se que favorezco a industrias y productores españoles.
No tiene porque declarar nada. Tiene derecho a permanecer en silencio.