El químico corso Angelo Mariani (1838-1914) logró fama sobresaliente y una inmensa fortuna a finales del siglo XIX gracias a un vino de coca de elaboración propia, que comenzó a fabricar en 1863. El papa León XIII (1810-1903) resultó ser finalmente uno de sus principales valedores, ya que, en agradecimiento al tónico, llegó a prestar su efigie para la etiqueta y concedió una medalla de oro al inventor, en reconocimiento a la capacidad de esa bebida para "apoyar el ascético retiro de Su Santidad".
Comentarios
mi abuela todo lo más, me daba Quina Santa Catalina para abrir el apetito. Tiene algo de iglesia pero seguro que ni comparación con el "retiro papal".
http://www.inode.es/santacatalina/santa.htm