#5, a Luis Filipe Madeira, se le conoce como Judas desde hace mucho tiempo. Es un ser despreciable que mintió, engañó, jugó con los sentimientos de millones de personas y luego los traicionó por un puñado de monedas. Es un mentiroso embaucador y traidor, una persona mediocre.
El Camp Nou le hizo sentir su miseria moral en toda su crudeza regalándole billetes del Monopoly en su primera visita tras la traición. Pero a él no lo importó. Seguro que al final del partido se quedó solo en el campo a recoger esos billetitos. No sea que se colara alguno de verdad.
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Hay una relación casi directa entre la presión urbanizadora y el fracaso escolar. Oh, qué sorpresa.