Anteriormente, era habitual que si el usuario cometía un error al escribir el IBAN, el banco no asumía responsabilidad, y si el código correspondía a una cuenta real, el importe se traspasaba sin comprobar el nombre. Tras la entrada en vigor de esta nueva medida, la garantía de verificación se convierte en parte integral del proceso de envío de fondos, reforzando la tranquilidad de usuarios particulares