#32 Siento llevarte la contraria, pero si lo hace es con problemas y bastante serios. En primer lugar la Rpi3 no decodifica hevc por hardware y por lo tanto tendrás todo el rato a la CPU echando humo. En segundo lugar el vídeo en 1080p tendría que tener un bitrate muy bajo o dejarlo en 720p.
La verdad es que en mi experiencia una rpi3 es una muy mala opción si quieres reproducir vídeo codificado con h.265. Por un poco más de lo que cuesta una raspi puedes pillar una Odroid c2 (o superior), que sí decodifica hevc por hardware y hasta 4k.
#12 ¿Te importa que examinemos en detalle el escenario que propones?
"Drogas no, y el alcohol y el tabaco deberían estar prohibidos". Entiendo que en general te opones a que los seres humanos usemos sustancias psicoactivas. Quede claro que he elegido el verbo "usar" porque no veo que distingas entre uso y abuso, que es el punto del que tendríamos que haber partido.
Lo dicho. Tiremos la casa por la ventana y supongamos que todas las sustancias psicoactivas usadas actualmente por el ser humano pasan a estar prohibidas bajo penas considerables.
Empecemos añadiendo a tu lista una de las drogas más populares usadas por el ser humano: la cafeína. Una sustancia horrible que produce nerviosismo, aumento de la tensión arterial y del ritmo cardíaco, arritmias, insomnio y una larga lista de efectos negativos. Mucho ojo si eres consumidor habitual de café, té o cualquier otro brebaje que contenga cafeína. Si lo dejas de golpe te producirá un síndrome de abstinencia poco agradable. Podrías acudir a tu médico de cabecera para que te ayude a sobrellevarlo, pero quizás al resto no le apetezca pagar los gastos médicos que supone ayudarte con esa adicción.
Además de ello nos vamos a encontrar con otro problema y es que lo que te recete el médico también va a ser una sustancia psicoactiva. Te recuerdo que las benzodiacepinas, los analgésicos o los antidepresivos también son drogas y por lo tanto también habría que prohibirlas para ser justos con lo que propones. O todo o nada.
Por supuesto la lista no se queda ahí y va mucho más allá. Llega tan lejos que quienes alguna vez hemos pasado la desgracia de ver sufrir a un ser querido antes de irse hemos bendecido que el ser humano haya sido capaz de desarrollar una droga tan útil y maravillosa como la morfina. La cantidad de sufrimiento que ahorra es inconmensurable.
No me voy a extender más hablando de la utilidad contrastada de algunos enteógenos para tratar enfermedades graves. Te recomendaría que leyeses sobre los trabajos del doctor Humphry Osmond en los años 50. Lo que consiguió tratando a enfermos alcohólicos con LSD es digno de conocer.
Por último se me ocurre que también tendríamos que prohibir de algún modo la producción de drogas endógenas. Un buen subidón de serotonina o de adrenalina dejan en ridículo al que te produce un porro o una raya de cocaína. ¡Qué no se me olviden las hormonas! Otras que tal bailan.
En fin compañero. La realidad es que, queramos o no, nuestro día a día está plagado de consumos de drogas. Las que produce nuestro propio cuerpo después de comer, follar o surfear una buena ola; las que nos receta el médico cuando tenemos que realizar algún ajuste en nuestro organismo; las que compramos para divertirnos,relajarnos o explorar nuestra propia mente y así un largo etcétera.
Dos conclusiones y termino:
- La dosis es lo que diferencia a un remedio de un veneno. Hasta el agua más pura de un manantial cristalino de montaña virgen te puede dejar pajarito si te pasas con la dosis.
- La prohibición no es efectiva y nunca lo ha sido. Eduquemos en su lugar.