Bueno, en realidad parece más un favor que una medida de seguridad: es poco práctico intentar falsificar moneda con un escáner. Enseguida se iba a notar que es un billete "casero". Pero así, al menos, se impide que algún novato meta la pata por querer pasarse de listo con la impresora fotográfica que le han regalado por su cumpleaños.
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Esas historias no son actividades humanitarias, ni culturales, ni altruistas, ni nada. Me parece vergonzoso no ya que traten así a los pobres voluntarios (que ya hay que ser pardillo, todo hay que decirlo), sino incluso que pidan voluntarios. Si todos tenemos que pagar hasta por respirar, ¿por qué los privilegiados no? Y esto creo que vale para cualquier competición deportiva: que los que juegan no lo hacen gratis, vamos.