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Las buenas ideas son un material imprescindible para realizar un buen trabajo, especialmente cuando nuestra actividad tiene mucho que ver con la creatividad. Estas ideas pueden ayudarnos a: - superar un bloqueo mental - resolver un problema - encontrar una nueva forma de hacer las cosas que nos permitirá diferenciarnos de la competencia La pregunta es la siguiente: ¿de dónde sacamos esas buenas ideas?
- Más de 200 millones de sitios web. En 1994 se calcula que existían alrededor de 5.000 sitios web. En 1995, una empresa inglesa de estudios sobre Internet, Netcraft, empezó a rastrear el número de sitios web, y elevó la cifra a 18.000. En octubre de 2006 ya eran 100 millones. Hoy son más de 200 millones. Esto significa que el número de sitios web se ha multiplicado por 40.000 en sólo 15 años. - El imperio de los dominios. Este crecimiento ha hecho posible que Kevin Ham, un empresario canadiense, haya construido un imperio valorado en 300 mill.
La relación de un freelance con sus clientes no siempre es fácil: a lo largo del proyecto surgen dudas y se producen malentendidos que enturbian el trabajo. ¿Hay alguna manera de limitar/superar estas situaciones? La respuesta es que si.
Las buenas ideas son un material imprescindible para realizar un buen trabajo, especialmente cuando nuestra actividad tiene mucho que ver con la creatividad. Estas ideas pueden ayudarnos a: - superar un bloqueo mental - resolver un problema - encontrar una nueva forma de hacer las cosas que nos permitirá diferenciarnos de la competencia La pregunta es la siguiente: ¿de dónde sacamos esas buenas ideas?
- Más de 200 millones de sitios web. En 1994 se calcula que existían alrededor de 5.000 sitios web. En 1995, una empresa inglesa de estudios sobre Internet, Netcraft, empezó a rastrear el número de sitios web, y elevó la cifra a 18.000. En octubre de 2006 ya eran 100 millones. Hoy son más de 200 millones. Esto significa que el número de sitios web se ha multiplicado por 40.000 en sólo 15 años. - El imperio de los dominios. Este crecimiento ha hecho posible que Kevin Ham, un empresario canadiense, haya construido un imperio valorado en 300 mill.
La relación de un freelance con sus clientes no siempre es fácil: a lo largo del proyecto surgen dudas y se producen malentendidos que enturbian el trabajo. ¿Hay alguna manera de limitar/superar estas situaciones? La respuesta es que si.