Yo desde aquí expongo mi visión de los hechos en Avilés, Asturias: por la mañana estuve en Oviedo, haciendo bulto, escribiendo mis indignaciones en los murales, charlando amigablemente con los transeúntes que se me acercaban y preguntaban que de qué iba todo aquello. Yo les respondía (aclarando primero que yo ni estaba acampado, ni hablaba en nombre de nadie) que yo entendía esto como un movimiento que sencillamente expresaba el descontento de TODO el espectro de la ciudadanía para con el sistema político y electoral, que no era un movimiento político significado ni a un lado ni a otro, que era un toque de atención, una reivindicación del sentido común a todos los partidos políticos, y que si conseguíamos ponernos de acuerdo en puntos que en principio nos afectaban a todos por igual, por una vez, podríamos lograr por lo menos que todos los políticos se diesen cuenta que estamos hartos de que nos tomen el pelo. Me marché de allí ilusionado, creo que por primera vez en mi vida esperanzado con algo parecido, porque éramos TODOS, o eso se pretendía, TODOS juntos en un toque de atención. Y eso me parecía que podía ser, con perdón, la ostia, lo más grande y limpio que se podía conseguir. Además, con la gente acampada de allí, muy bien.
Allí se empezó a decir que en Avilés iba a establecerse otra acampada. Como yo vivo en Avilés, dije que de tarde me sumaría a la protesta de Avilés, y me sugirieron que si me parecía, que propusiese que se votase si era más productivo establecerse en Avilés o unir fuerzas todos juntos en Oviedo.
Llego a Avilés, poco antes de las ocho de la tarde, y los organizadores de la acampada, empiezan su show. Se ve a leguas que no son gente cualquiera que espontáneamente y debido a su indignación han tomado las calles. Ni siquiera estudiantes enfervorizados. Más que nada porque sus “discursos” empiezan con un “compañeros y compañeras, el actual sistema capitalista bla bla bla…” Se lanzan cánticos y coros para los que estamos todos un poco mayorcitos. Un tipo (de los que hacen el show, no un espontáneo) acaba su discurso de dudosa neutralidad con algo así como “se van a enterar estos del ayuntamiento que son unos fachas!”. En ese momento a mí se me cae la cara de vergüenza. De todos modos, la gente aplaude, yo me quedo a cuadros. Sale otro chico que da un discurso anti-imperialista, anti-capitalista, etc etc, y al acabar su arenga lanza su cántico para que lo repitamos todos. Yo me acuerdo de la película “La ola”, no será la última vez que me acuerde de ella. Yo y otras dos personas con la que estoy decidimos ir a decirle a uno de los organizadores que nos parece muy mal lo de empezar con insultos fáciles y tendenciosos, que así no vamos a ninguna parte.
Comentamos lo de la votación propuesta en Oviedo, y nos contestan que eso ya lo hablaran los que se quedan a dormir. Mal vamos. Nos dimos cuenta a primera vista que se trataba de gente que buscaba sus cinco minutos de gloria, queriendo llevar el movimiento a su terreno, gente que buscaba simplemente un púlpito desde el que lanzar sus consigna partidarias.
El resto de los días ha sido más de lo mismo, salvo ayer, que se han organizado grupos de trabajo en los que se pretende llevar a cabo propuestas difícilmente conciliables para toda la sociedad.
Ayer noche no he dormido dándole vueltas a todos los acontecimientos vividos en los últimos días, y me he dado cuenta de que estaba desencantado que es casi peor que indignado con la actitud de determinados individuos que pretenden monopolizar el discurso hacia unos intereses personales y políticos. Al menos en mi asamblea están presentes ciertos elementos desestabilizadores que pagados de sí mismos creen suyo el éxito de haber aglutinado a cientos de personas cuando la realidad es que muchos de nosotros, estamos allí no por ellos sino pese a ellos. Por eso hemos decidido antes de abandonar la movilización a su suerte y dejarla en manos de determinados aprovechados manifestar nuestro descontento en la propia asamblea y que entre todos decidamos si los que debemos irnos somos los que hemos dejado nuestra ideología esta mañana en las urnas o si deben ser aquellos que pretenden pervertirlo.
Aunque lamentablemente dudo que estemos todos los de un principio, no extrañándome que muchos hayan decidido no volver dado el cariz que están tomando las cosas, no obstante creo que al menos voy a intentarlo y no limitarme a decir eso de: estaba visto, o ya lo sabía yo.
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Absolutamente de acuerdo con el consenso de mínimos. Espero que no llegue demasiado tarde. Creo que cuesta mucho, pero muchísimo ganarse la confianza de la gente, pero como decía alguien por ahí, basta un sólo gesto torpe para perderla para siempre.
A mí lo que me molesta de verdad es haber dicho a tanta gente que se animara, que esto no era como otras veces, que era un movimiento ciudadano, para que luego se encontraran con esto.
Ahora este foro, viendo la cantidad de voces, a mi modo de ver, sensatas, de devuelven la esperanza.