Ok, Wu Ming. Tienes razón. Pero yo prefiero ser realista y pensar que estas cosas casi nunca pasan, y que el chaval del contrato la cagó. Pero vamos, que si me equivoco, pues qué bien, mejor para él. Que venda muchos libros y escriba muchos más. Pero creo que no me equivoco porque he visto que cerró el blog hace tiempo; se daría contra la dura realidad y vendería dos libros. Apuesto a que acabará publicando por lo convencional (me parece que publicar es cuestión de tiempo, difícil, pero cuestión de tiempo, si eres bueno, y me parece con lo poquito que lo he leído que sí lo es, y si te ofrecen un contrato en un sitio te lo pueden ofrecer en otro). Acabará tragando mierda y pasando por el aro. Como hace todo el mundo. Y se reirá mucho recordando que le dijo que no a un contrato de joven, y lamentará el tiempo perdido en hacerse currículum.
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La película es tan tonta que es que ni te puedes fijar en métrica, enfoques, escenas, ritmo, iniciativa, efectos visuales y sonoros, encuadres, escenarios, interpretación. Es que es una tontería. Enorme.