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¿Ve usted una familia con muchos hijos? Necesitan replicarse. Como las amebas. Cuanto más deseamos seguir viviendo después de morir, y cuanto más confiamos en que así sea, más intentamos replicarnos. Cuantas menos posibilidades tenemos de sobrevivir más nos extendemos. No sólo grandes y malditos acontecimientos como las guerras nos obligan como si de una mano negra se tratase a replicarnos; también los acontecimientos individuales desgraciados: el maltrato en la infancia, aunque sólo sea psicológico, el mal ambiente en una familia, el desempleo

Son casi las nueve de la noche y acabo de salir del supermercado. En la puerta de entrada hay un grupo de jóvenes, de alrededor de veinte años, esperando los restos de comida caducados y excedentes. Están sentados en la acera, con la cabeza inclinada hacia abajo y algunos disimulan para que no les veamos la cara. Se sienten avergonzados. Están en la plenitud de la vida y mendigan, de la manera más digna posible, algo para cenar.

En una época de verdadera crisis en la que no existía ni la Seguridad Social (creada en 1947), ni el Inem (creado en 1961), ni el pleno empleo de las películas de Paco Martínez Soria, ni mucho menos el matrimonio entre personas del mismo sexo (2005), una señora pronunció por primera vez estas palabras: Nueva España.

Cartagena ha sido fuente de inspiración para muchos artistas. Hace un tiempo comenté cómo el Maestro Alvarez compuso en Cartagena su obra Suspiros de España y cómo muchos otros músicos, motivados por el carácter militar que confería a la ciudad también cierto carácter musical, compusieron gran cantidad de pasodobles, así cómo el paso por la ciudad de Hans Christian Andersen o Miguel de Cervantes. Pero hay un momento en la historia de Cartagena que ha sido reflejado en el arte en repetidas ocasiones: la conquista de la ciudad por Escipión.

Esta es la historia de Belinda y escribo estas palabras, que puede que sean mis últimas palabras, porque en el umbral de la muerte en que me hallo no sería de buen gusto matar esta historia y enterrarla conmigo en la tumba y por esto quiero escribirlas, para que, si alguien alguna vez se acuerda de Juanito el madero, sepa que el madero se enamoró por primera vez a los 83 años de una señora que se llamaba Belinda y que era la señora más elegante del mundo...

Todo baja menos la factura de internet. Existe el "low cost" para un montón de cosas, estamos a punto de tener deflacción y los pisos bajarán el 40% este año. Sin embargo seguimos pagando 40 euros mensuales de intenet y muchas veces estamos obligados con contratos de permanencia. La solución está en los modems USB libres, a los que se les pone una tarjeta prepago de cualquier operador. Cada recarga de 5 euros equivale a 500 megas que dan de sobra para el utilizar el messenger, el correo electrónico y navegar durante 1 mes.

Puede que en un par de décadas nos encontremos con un problema de salud similar al del mal de las Vacas Locas, o al de las compañías tabacaleras, que durante casi todo el Siglo XX ocultaron a los consumidores los efectos perjudiciales de sus productos sobre la salud humana.

Muchos españoles rechazan una antena de telefonía móvil cerca de su casa, por eso ahora las disfrazan.

¿Quien había dicho que todos los jóvenes pertenecen a una generación sin valores y sin escrúpulos? De todos los sufrimientos que se avecinan, el que menos me duele es el de los jóvenes. La generación anterior, la de los mileuristas, es una generación sacrificada. La que va al desastre sin enterarse es una generación degenerada en una sociedad sin valores. ¿Hay esperanza?

De las compañías de bajo coste va a quedarles solo el precio del billete. Una vez dentro del avión ya piensan ellos a hacerte pagar más. Para enfrentar su crisis y agravar la tuya los directivos de Ryanair están planeando cobrar a los pasajeros que usen el baño durante el vuelo.

¿Ve usted una familia con muchos hijos? Necesitan replicarse. Como las amebas. Cuanto más deseamos seguir viviendo después de morir, y cuanto más confiamos en que así sea, más intentamos replicarnos. Cuantas menos posibilidades tenemos de sobrevivir más nos extendemos. No sólo grandes y malditos acontecimientos como las guerras nos obligan como si de una mano negra se tratase a replicarnos; también los acontecimientos individuales desgraciados: el maltrato en la infancia, aunque sólo sea psicológico, el mal ambiente en una familia, el desempleo

Son casi las nueve de la noche y acabo de salir del supermercado. En la puerta de entrada hay un grupo de jóvenes, de alrededor de veinte años, esperando los restos de comida caducados y excedentes. Están sentados en la acera, con la cabeza inclinada hacia abajo y algunos disimulan para que no les veamos la cara. Se sienten avergonzados. Están en la plenitud de la vida y mendigan, de la manera más digna posible, algo para cenar.

En una época de verdadera crisis en la que no existía ni la Seguridad Social (creada en 1947), ni el Inem (creado en 1961), ni el pleno empleo de las películas de Paco Martínez Soria, ni mucho menos el matrimonio entre personas del mismo sexo (2005), una señora pronunció por primera vez estas palabras: Nueva España.

Cartagena ha sido fuente de inspiración para muchos artistas. Hace un tiempo comenté cómo el Maestro Alvarez compuso en Cartagena su obra Suspiros de España y cómo muchos otros músicos, motivados por el carácter militar que confería a la ciudad también cierto carácter musical, compusieron gran cantidad de pasodobles, así cómo el paso por la ciudad de Hans Christian Andersen o Miguel de Cervantes. Pero hay un momento en la historia de Cartagena que ha sido reflejado en el arte en repetidas ocasiones: la conquista de la ciudad por Escipión.

Esta es la historia de Belinda y escribo estas palabras, que puede que sean mis últimas palabras, porque en el umbral de la muerte en que me hallo no sería de buen gusto matar esta historia y enterrarla conmigo en la tumba y por esto quiero escribirlas, para que, si alguien alguna vez se acuerda de Juanito el madero, sepa que el madero se enamoró por primera vez a los 83 años de una señora que se llamaba Belinda y que era la señora más elegante del mundo...

Todo baja menos la factura de internet. Existe el "low cost" para un montón de cosas, estamos a punto de tener deflacción y los pisos bajarán el 40% este año. Sin embargo seguimos pagando 40 euros mensuales de intenet y muchas veces estamos obligados con contratos de permanencia. La solución está en los modems USB libres, a los que se les pone una tarjeta prepago de cualquier operador. Cada recarga de 5 euros equivale a 500 megas que dan de sobra para el utilizar el messenger, el correo electrónico y navegar durante 1 mes.

Puede que en un par de décadas nos encontremos con un problema de salud similar al del mal de las Vacas Locas, o al de las compañías tabacaleras, que durante casi todo el Siglo XX ocultaron a los consumidores los efectos perjudiciales de sus productos sobre la salud humana.

Muchos españoles rechazan una antena de telefonía móvil cerca de su casa, por eso ahora las disfrazan.

¿Quien había dicho que todos los jóvenes pertenecen a una generación sin valores y sin escrúpulos? De todos los sufrimientos que se avecinan, el que menos me duele es el de los jóvenes. La generación anterior, la de los mileuristas, es una generación sacrificada. La que va al desastre sin enterarse es una generación degenerada en una sociedad sin valores. ¿Hay esperanza?

De las compañías de bajo coste va a quedarles solo el precio del billete. Una vez dentro del avión ya piensan ellos a hacerte pagar más. Para enfrentar su crisis y agravar la tuya los directivos de Ryanair están planeando cobrar a los pasajeros que usen el baño durante el vuelo.