Trabajó en consultoría y estudió diseño, pero volvió a Sanlúcar de Barrameda para evitar que muriese una forma de cultivar. En cuatro años, Rafael Monge ha conseguido que sus patatas, guisantes y acelgas de navazo se sirvan en algunos de los mejores restaurantes.
Si no fuera por los ineptos de los políticos locales sanluqueños, empezando por el camaleónico del vicepresidente de la Junta, Sanlúcar podría ser un lugar ideal para vivir.
Comentarios
Si no fuera por los ineptos de los políticos locales sanluqueños, empezando por el camaleónico del vicepresidente de la Junta, Sanlúcar podría ser un lugar ideal para vivir.
Vale, un tipo que vuelve al pueblo y cultiva verduras que venderá a precios astronómicos.
¿Eso es de derechas o de izquierdas?
Estarán a tope de yodo.