En los ochenta era habitual ver en los martes, el mercadillo de la localidad del norte de Cáceres, manojos de lagartos. Se consideraban un manjar: los lugareños salían al campo, los cazaban y los vendían. Además, eran económicos y quienes los degustaron comentaban que su carne se parecía a la del pollo pero más sabrosa. Nunca los probé, en mi casa no eran dados a experimentos culinarios, pero años después dejé de verlos en el mercado: no es que los gustos hubiesen cambiado, sino que la población de reptiles había descendido tanto que pasaron a
Comentarios
No sé a qué se debe, quizás a qué no es muy marketiniana, pero la sopa de ortigas es deliciosa.
#1 Hizo una Arguiñano, decía que con las ortigas cortadas no picaban y le picaron
#2 Va a ser eso. Hasta que las hierves, te crujen, pero la picadura estimula la circulación, así que todo son ventajas.
#3 No hay experiencia más reconfortante que una buena paja lubricada con ortigas y vicks vaporus
#4 Lo acompañas de un figging, y ya has hecho el día.
#1 y la tortilla de ortigas.
#4
#1 Pues el insecticida orgánico hecho con ortigas fermentadas huele mal que tira para atrás: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosagro/agricultura/2021/04/14/insecticida-abono-ortiga-cultivos-ecologicos/00031618403186808992975.htm