Saturados, anestesiados, la corrupción cansa más y escandaliza cada vez menos. La fuerza de la costumbre acaba por generar, como en el caso de la pandemia, una sensación de “naturalidad” sobre las conductas indecentes, que se asumen como parte de nuestro paisaje institucional. Es una de las conclusiones de La patria en la cartera: pasado y presente de la corrupción en España, que acaba de publicar el juez. La corrupción no llega a ser sistémica como durante los años de la dictadura, pero sí es estructural.
Comentarios
#2 "el autor cree que lo más importante en la lucha contra la corrupción es prevenir, crear sistemas de alerta temprana, controlar bien las adjudicaciones y vigilar las trampas legales por donde se cuelan los corruptos.". Y si quien debe controlar también está corrupto por acción u omisión. Pues a eso vamos
#4 es que ese es el problema. Si todos callan o colaboran...da igual como lo hagas.
Hay una unica forma. Una justicia independiente y que el fiscal del estado no sea puesto por un partido. Que se vote por la gente. Entonces si que hay una opcion.
#9 Como los fiscales que investigan lo de las residencias en Madrid. Que podemos hacer ante corruptos de tal magnitud?
#10 poco...pero si los fiscales fuesen puestos electos, costaria mas La corruocion es inevitable. Ahora los fiscales son de los partidos politicos. Muy poco serio.
Es algo que está directamente relacionado con el intelecto hispano.
La sociedad española en general es corrupta, no solo la política.
Mientras ser corrupto esté bien visto, ya que ahora lo está, no podremos avanzar.
#6 Avanzar, avanzamos, de culo hacia el siglo XIX y algunos seguro que se lanzan en plancha hacia la edad media
Es algo que está directamente relacionado con el sentimiento de meritocracia en la población. Cuanto más se desengañe la gente más corrupción habrá. La pregunta es, que fue antes?
#1 No hago esa lectura ni por asomo, el artículo y el audio van en otra línea…
#1 ¿Desengaño? Pero si todo el mundo sabe que sus corruptos son los buenos, los malos son los otros.
genio!
El clientelismo puede acabar con la democracia, de entrada está acabando con la competitividad y el esfuerzo de muchas personas.