Espero que ninguno de esos científicos se llame Chang. No sea que se empiece a llenar Tenerife de osos polares...
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Estamos a punto de vivir un momento crítico, un punto de inflexión que afectará a mucha gente, sobre todo a la gente joven. Se va a decidir el futuro de Internet como red abierta. Todo apunta a que finalmente la clase política va a ‘vender’ a los ciudadanos, como ya hiciera en su momento con el espacio hertziano cuya explotación se concede ‘a dedo’.
En este caso el asunto es más alarmanto si cabe ya que afectará a mucha más gente de forma directa.
Internet sin control es un peligro para los partidos políticos y lo que se va a votar es un primer paso para atajar esta amenaza, lo siguiente quien sabe, ¿ prohibir la encriptación ?, ¿ auditorías arbitrarias de comunicaciones o contenidos ?
La única forma de cambiar lo viene es hablar en el único lenguaje que entienden. Un voto de castigo MASIVO les haría recapacitar.