(...) El morbo ya no está en la vivienda sino en la sodomía capitalista. Porque detrás de estos vídeos se esconde una ideología de la vivienda muy concreta: la idea de que si está al alcance de la vista es porque está al alcance de la mano. Y que si todos entramos (virtualmente) en casas que cuestan millones de euros es porque podrían ser nuestras si nos esforzáramos un poco más.