“He dedicado mi vida a la Ciencia ficción. Es justo preguntar el motivo (...) Podría haber desarrollado otras carreras, y algunas de ellas, al menos en su momento, parecían más atractivas en término de dólares y reconocimiento. Cuando desciendes a ello, ¿es contar mentiras sobre cosas que nunca han sucedido un modo responsable para un adulto de ocupar sus días? (…) La pregunta es bastante racional, pero tiene sólo una respuesta irracional: amor. Hace mucho tiempo, quizás cuando tenía doce años, me enamoré de la ciencia ficción (…) amé y soñé"