Personas aferradas a las copas de los árboles para sobrevivir, miles de hogares derrumbados y carreteras que se transforman rápidamente en ríos de barro.
Estas imágenes inquietantes no son una predicción distópica de lo que está por venir: son la realidad del clima extremo que ha atenazado al mundo en un mortal estrangulamiento. [ENG]