Los últimos dos años en el enclave han sido muchas cosas, pero lo único que no ha sido es una guerra, independientemente de lo que los políticos y los medios de comunicación occidentales quieran que creamos. Lo que significa que la narrativa actual de un «alto al fuego» es una mentira tal y como lo fue la narrativa de la «guerra en Gaza». El alto al fuego no es «frágil» como nos siguen diciendo. Es inexistente, como lo demuestran las continuas violaciones de Israel, con un ejército que continua matando a tiros a civiles palestinos...