El señor Abascal quiere un rotulador gordo, como el de Trump, para firmar decretos de expulsión de inmigrantes. Ha hecho la cuenta de la vieja y le salen a expulsar ocho millones de almas. Tela. Un número redondo, sin decimales, como una verdad revelada que no admite cábalas. Y, detrás de la cifra, la consigna: hay que limpiar la patria de morralla; sobre todo de la musulmana. Porque la parte mollar de la inmigración …