Doppelganger

He llorado, lo confieso. Y no sé muy bien si ha sido más por la rabia, por el dolor, por la impotencia, o por el asco.

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Sólo hay que ver cómo empieza a hablarle, con esa pose de "a veeer qué quieres ahoooora", y la frasecita de "cuando su partido..." no tiene nombre. Bueno, sí lo tiene, pero creo que obvia decirlo.

Doppelganger

#31 Evidentemente, uno de los peores problemas es el prejuicio hacia estas personas y comparto el aspecto de los efectos secundarios, que no son asumibles al principio, a pesar de que progresivamente se reducen, debido a la falta de conciencia de enfermedad que es uno de los principales objetivos del tratamiento, si no el primero (después, claro está, de la primera estabilización del brote con medicación en los casos en los que el inicio sea brusco).
Por eso es, como tú dices, un aspecto fundamental que existan recursos suficientes, que son necesarios además, para recuperar la autonomía y la confianza para poder vivir dignamente en una sociedad que te va a juzgar muy probablemente por tu aspecto (y si se conoce el diagnóstico, ni te cuento) y también para ofrecer recursos a los familiares, que muchas veces se encuentran desbordados como en el caso de la noticia, y/o no saben cómo actuar frente a algunas manifestaciones clínicas. Aprovecho y reitero además mi opinión acerca de la detección temprana de signos y síntomas, que pasa, de nuevo, por la información y la inversión en recursos dirigidos a ello.
Y por todo esto, y por alguna que otra cosa más, la ley de Gallardón al respecto me parece una aberración y un ataque directo a la prevención, el manejo y el tratamiento de las enfermedades mentales.

Doppelganger

La esquizofrenia afecta aproximadamente al 1% de la población, y como dice #10, no solamente no cometen más actos violentos contra los demás que otro conjunto de la población y se suicidan potencialmente más, sino que además frecuentemente son más víctimas de violencia. En cualquier caso, la posibilidad de violencia está en función de las características del brote psicótico y otros factores como la impulsividad o el consumo de sustancias. El problema está en que, como también dice #2, salen a la luz los casos más llamativos a pesar de ser los menos representativos de la enfermedad. La detección temprana y el funcionamiento de la red de salud mental es imprescindible para que se ayude a cualquiera con esta enfermedad (y a cualquiera en general con cualquier otra enfermedad), además de ayudar a quitar el estigma que perdura y sobrevuela desde hace tanto tiempo sobre las personas con una enfermedad mental como la esquizofrenia.

anor

#12 Efectivamente, cuando se habla de esquizofrenicos y de enfermos mentales en general, siempre aparecen en los medios de comunicacion como agresores, casi nunca como victimas. La realidad sin embargo es que la mayoria de los enfermos mentales son maltratados y victimas de delitos como por ejemplo estafas . Ademas suelen ser victimas de gente con personalidad psicopatica que evidentemente escogen entre sus victimas a las personas mas vulnerables socialmente (¿ quien va a creer a un enfermo mental?).
No hay ni siquiera estudios sobre este problema, la victimizacion de los enfermos mentales.

fantomax

#12 Lo que pasa es que es un tabú enorme y que los servicios de atencióna enfermos y familias con cuando menos deficientes (lo digo como familiar de). El estigma de un enfermo mental es tan enorme y los complejos asociados a ello tan difíciles de superar... y los efectos secundarios de la medicación a veces tan desagradables. La complejidad de todo esto es enorme, hay que avanzar en los frentes científico y social para que de verdad atendamos a estas personas como debemos

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#31 Evidentemente, uno de los peores problemas es el prejuicio hacia estas personas y comparto el aspecto de los efectos secundarios, que no son asumibles al principio, a pesar de que progresivamente se reducen, debido a la falta de conciencia de enfermedad que es uno de los principales objetivos del tratamiento, si no el primero (después, claro está, de la primera estabilización del brote con medicación en los casos en los que el inicio sea brusco).
Por eso es, como tú dices, un aspecto fundamental que existan recursos suficientes, que son necesarios además, para recuperar la autonomía y la confianza para poder vivir dignamente en una sociedad que te va a juzgar muy probablemente por tu aspecto (y si se conoce el diagnóstico, ni te cuento) y también para ofrecer recursos a los familiares, que muchas veces se encuentran desbordados como en el caso de la noticia, y/o no saben cómo actuar frente a algunas manifestaciones clínicas. Aprovecho y reitero además mi opinión acerca de la detección temprana de signos y síntomas, que pasa, de nuevo, por la información y la inversión en recursos dirigidos a ello.
Y por todo esto, y por alguna que otra cosa más, la ley de Gallardón al respecto me parece una aberración y un ataque directo a la prevención, el manejo y el tratamiento de las enfermedades mentales.