Pero esto es lo que envidio de los partidos de derecha: los conflictos se solucionan en casa y en privado; de cara al votante, frente común. Con más o menos entusiasmo, pero frente común.
Cuando pasan estas cosas en los partidos de izquierdas se ven las puñaladas en directo, en todos los canales y en 4K. Y claro, luego que si el votante tal y cual. Pues claro, coño.
Aunque ella dice que no, Ana Rosa es una fascista mentirosa y una lacra para una profesión completamente destruida en este país.