#5 Parece ser que todo empezó cuando permitieron registrar la patente de las famosas "bacterias come petroleo". Esas que tanto se nombraban cuando pasó lo del chapapote.
Unos laboratorios las modificaros y consiguieron esas bacterias(dejando de lado los efectos secundarios). La oficina de patentes y marcas de EEUU no permitía (como es lógico) patentar un ser vivo. Pero estos científicos consiguieron patentar dichas bacterias. A partir de ahí se abrió la veda para patentar seres vivos.
Los de monsanto, fueron muy "listos" (por no decir otra palabra) y se pusieron a registrar semillas de maíz a diestro y siniestro fueran de donde fueran y estuvieran modificadas o no.
Conclusión en cuanto salía un cultivo de alguna semilla de monsanto en algún cultivo el agricultor quebraba por el pleito que le metía monsanto. No se miraba siquiera si lo había soltado al aire monsanto para crear dicho "cultivo". Por otro lado patentaron el matarratas que mataba todo menos sus semillas modificadas... y voilá! ya tienen negocio de por vida...
El problema es que siendo comida esos genes del maíz pueden ir a parar a cualquier lado y pedirte encima el canon por su patente.
Alimentos básicos con patente: la madre que los parió!