Acusar a los fabricantes de hardware que depende de ellos que el consumidor pueda o no desactivar el secure boot es un subterfugio para encadenar más las máquinas a la tecnología windows. Una prueba de que es una tecnología anticompetitiva por naturaleza. La posición de dominio de Microsoft es la única que determina la exclusión del mercado de su competencia, degradando y limitando el papel del consumidor y desviando la lucha en el mercado por ofrecer la mejor tecnología cerrando por medio de obstáculos técnicos el acceso a otras alternativas tecnológicas.
Secure boot restringe. Eso es obvio. Para que no restringiera debería ser decisión del usuario activarlo, no al revés, donde además hay que contar con el fabricante condicionado por Microsoft. La decisión te la dan dada. Si HP, DELL, Intel han firmado con Microsoft es obvio que no es un hardware seguro, ellos sabrán.