Que en pleno siglo XXI, donde supuestamente la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, la inmensa mayoría de los vehículos de tracción mecánica sigan teniendo eficacias energéticas que podrian ser consideradas casi, casi medievales debería ser objeto de un profundo análisis y hasta de denuncia por despilfarro. Porque, como muy impactantemente resume el siguiente gráfico extraído de la página web oficial del gobierno norteamericano sobre economía de los diferentes combustibles, el motor de gasolina derrocha prácticamente 3/4 partes del combu
Básicamente, hay cuatro cosas que hacen que las personas se agrupen para defender una idea hasta sus últimas consecuencias, aunque claramente estén siendo irracionales, estúpidas o fanáticas. 1. Una inversión cada vez mayor (o el hándicap). 2. La imitación (o el posicionamiento en el grupo en relación con los demás). 3. La falta de crítica (o sesgo endogrupal). 4. La exhibición moral (o la reputación). Ninguna de esos factores está relacionado, ni remotamente, con la verdad o la objetividad.
Margaret Loughrey, ganadora de más de 31,4 millones de euros en el sorteo de EuroMillones, fue encontrada muerta en su casa del barrio de Ballycolman en Strabane (Irlanda del Norte). La Policía no considera "sospechoso" el fallecimiento de Margaret Loughrey, aunque no se comunicará el motivo de su muerte hasta que se le haga la autopsia. Margaret Loughrey confesó que los más de 31 millones de euros que ganó en el EuroMillones le destrozaron la vida, ya que fue víctima de numerosos robos y engaños.
"La mayoría de las personas encarceladas no son malvadas. Para la gente que nunca ha trabajado dentro de las cárceles es difícil de entender o de imaginárselo, pero realmente la gran mayoría de las personas encarceladas son también víctimas de la sociedad. Víctimas de la marginación social y el maltrato infantil, de desigualdades, traumas, enfermedades mentales... No son diferentes de ti o de mí, sino simplemente han tenido otras circunstancias vitales".
A todos nos ha pasado alguna vez. Estar en plena calle, que te entre una necesidad urgente de ir al baño y no tener uno a mano. La mayoría de personas prefieren aguantarse y evitar ir a un aseo que no sea el de su casa, pero los que padecen enfermedades inflamatorias, por ejemplo, no tienen ninguna otra opción. Estas personas comparten un sentimiento de frustración por depender tanto del aseo y tener una enfermedad que les hace imposible controlar sus necesidades. Los baños de las estaciones de ferrocarril se han privatizado…
J.R.R. Tolkien entrevistado por Denys Gueroult para la BBC en 1964.
Sucede con el cine en blanco y negro que, a pesar de no ser un género cinematográfico, genera opiniones enfrentadas que van desde alabar cualquier película rodada en blanco y negro por ese aura de cine clásico hasta lo contrario, denostar cualquier película que esté filmada así por el simple hecho de asociarlo a películas antiguas, de intelectuales en el sentido peyorativo o simplemente aburridas. Más allá de eso, como siempre, entre ambas opiniones, siempre se cuelan verdades a medias.
Una periodista se infiltró durante seis meses en una granja de trolls cuyo trabajo es usar perfiles falsos de Facebook, Twitter e Instagram para promocionar a sus clientes desprestigiando a sus rivales políticos. El artículo describe como está compañía polaca ajustó su modelo de negocio hacia las propaganda y la provocación.
El futuro de los PCs es cada vez más incierto, y es que mientras que la arquitectura x86 ha ralentizado sus avances, ARM ya se ha postulado como un serio candidato, por no hablar de RISC-V, que es que la que menos ruido hace pese a la que parece ser la futura ganadora.
A poco más de un año para la llegada del Mundial de Qatar (noviembre de 2022), la situación de los trabajadores inmigrantes sigue siendo parte de un sistema experto en violar sus derechos humanos. Mientras la mayoría de futbolistas y de federaciones guardan silencio, las autoridades qataríes han sido incapaces de explicar el 69% de las muertes de los más de 6.500 trabajadores inmigrantes fallecidos en su país.
La presidencia de Donald Trump estuvo marcada por dos de los estallidos más desgarradores de violencia nacionalista blanca en Estados Unidos del siglo XXI. Desde el ataque del 11 de septiembre, activistas de extrema derecha mataron a más personas en los Estados Unidos que los fundamentalistas islámicos radicados en el pais.
El debate, admitamos que contraintuitivo, lo lanzó hace poco Sebastian Morello, discípulo de Roger Scruton, con un artículo en The European Conservative que ha dado mucho que hablar. Bajo el título “La alianza inesperada entre los hippies y los conservadores”, Morello parte de experiencias personales –la relación con su hermana o la educación de sus hijos- para concluir que los verdaderos conservadores (“gente con una actitud religiosa y moral hacia el mundo, y en consecuencia con un profundo arraigo a su familia, su vecindario y su nación”) ti
Los servicios públicos no tienen que ser rentables. ¿Quieres ser económicamente liberal? Pues lee a Adam Smith. Hasta él sabía que hay servicios que tienen que ser públicos y que el estado se tiene que encargar de ellos porque la iniciativa privada no quiere ocuparse de ellos precisamente porque no son rentables. Y eso se lo deja Adam Smith al estado. Porque son servicios básicos, fundamentales, y si no lo hace el estado, entonces no lo hace nadie. El sector privado está para buscar un beneficio, el estado está para atender a los ciudadanos.
Los talibanes anunciaron este martes la formación de un gobierno interino para Afganistán, que ocupará los puestos más altos con veteranos del grupo militante que supervisó la lucha de 20 años contra la coalición militar liderada por Estados Unidos.
El intento de equiparar unas pintadas con la violencia diaria ejercida por el Estado argentino es un recurso fácil y miserable típico de la chusma periodística. Sabemos que así se ganan su salario, llamando a la pasividad y la sumisión cotidiana.
El hipster contemporáneo apareció por primera vez a fines de los 90s pero tuvo una mayor presencia cultura en la década de los 2010, sucediendo a los emo y a la era de los Strokes, con un sentido de la moda mucho más serio, basado en lo vintage, y una visión de vida alternativa sobre la forma de vivir. A pesar de que su presencia fue bastante fuerte en ese tiempo, en los últimos años ha ido desapareciendo e incluso parecen años desde que escuchamos el término. Y aunque no ha muerto oficialmente, podemos ver su influencia en las tendencias act
“La generación que nació entre 1985 y 1994 está teniendo el dudoso privilegio de ser la única en el último siglo que pasará por dos Grandes Recesiones en su periodo de formación e incorporación al mercado laboral”, escriben los autores del estudio, “los datos muestran menores tasas de emancipación, vivienda en propiedad, fertilidad o riqueza potencial”.
En mi artículo El tabú de la violencia en la pareja intenté demostrar cómo hay dos mitos en la sociedad en torno a la violencia de pareja que carecen de fundamento: el primero es que la violencia de pareja es algo prácticamente exclusivo que sufre la mujer, el segundo es que la causa de esta violencia es el machismo. En el artículo intenté demostrar que la violencia que sufren ambos miembros de la pareja es simétrica en cuanto a cantidad (pero no en cuanto a gravedad de lesiones, pues el hombre tiene mayor capacidad que la mujer para producir lesiones de gravedad en ella que al revés), por otro lado, también intenté demostrar que las causas de la violencia en la pareja son similares y están relacionadas con la pobreza, bajo nivel educativo, experiencias de maltrato en la infancia, alcohol y drogas, bajo control de la ira, etc. Hoy trataré de ampliar esta línea de investigación analizando la violencia que hay en el seno de las parejas homosexuales (gais y lesbianas) y bisexuales.Para comenzar a documentarme, retomé la que es la mayor revisión existente en materia de violencia doméstica, para centrarme en el apartado Partner Abuse in Ethnic Minority and Gay, Lesbian, Bisexual, and Transgender Populations, que el otro día no analicé en el artículo sobre la violencia en las parejas heterosexuales. Sin embargo, cuando accedo al manuscrito de esta categoría, me encuentro la siguiente advertencia:Los estudios sobre minorías sexuales deben interpretarse con extrema cautela. Varios de los estudios utilizaron medidas no estandarizadas y no se utilizó una definición coherente de orientación sexual en todos los estudios. Se trata de limitaciones metodológicas que dificultan la extracción de conclusiones firmes.Tomando en cuenta esta advertencia, el resumen de la página de la investigación concluye con respecto a la violencia en las parejas LGTB que: Poblaciones LGBT: tasas generales más altas en comparación con las poblaciones heterosexuales.Hallazgos inconsistentes con respecto a las diferencias de PV (violencia en la pareja) entre subgrupos del mismo sexo.Los factores de riesgo para los grupos LGBT incluyen la discriminación y la homofobia internalizada.Para continuar mi investigación recurro a esta otra revisión del 2015 que considero más completa. En ella dicen los autores (Recordad IPV es violencia de pareja):Para la revisión actual, los autores identificaron todos los artículos empíricos publicados (n 358) escritos en inglés, haciendo referencia a cualquier forma de IPV (violencia en la pareja) y al estatus de minoría sexual de los participantes, publicados desde 1999, cuando Burke y Follingstad publicaron su revisión exhaustiva de la literatura sobre personas del mismo sexo. De los 358 estudios de la literatura en inglés, descartaron 208, debido a que no cumplían alguna de las siguientes categorías:· Presentar análisis para participantes de minorías sexuales separados de los participantes de minorías no sexuales (n 32) · Presentar análisis para IPV por separado de otras formas de violencia interpersonal (n 9)· Medir experiencias de IPV específicamente (p. ej., excluimos los artículos que midieron las percepciones de IPV) (n 22) · Presentar datos originales (n 123) · Incluir muestras de culturas occidentales (n 22).Además, otros 51 artículos fueron excluidos porque eran duplicados de artículos obtenidos previamente. Y, por último, otros 3 fueron excluidos por centrarse exclusivamente en transexuales/transgénero que no mencionaban su orientación sexual.Por tanto, los estudios que pasaron el corte final y se analizaron fueron un total de 96. Pasando al plano del análisis, el resumen del documento nos dice lo siguiente:El CDC (Centers for Disease Control and Prevention) publicó algunos de los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Violencia Sexual y de Pareja Íntima, que documentó que las tasas de prevalencia a lo largo de la vida de IPV (incluida la victimización física, sexual y por acoso, pero no la victimización psicológica) ocurrieron en tasas similares o más altas entre las personas adultas LGB identificadas (mujeres bisexuales: 61,1%; mujeres lesbianas: 43,8%; hombres bisexuales: 37,3%; hombres gais: 26,0%) que entre los adultos heterosexuales (mujeres: 35,0%; hombres: 29,0%) (Walters, Chen y Breiding , 2013). Cuando solo se considera la violencia física severa por parte de una pareja íntima (p. Ej., golpeado con el puño), las tasas de prevalencia nuevamente fueron similares o más altas para los adultos LGB (mujeres bisexuales: 49,3%; mujeres lesbianas: 29,4%; hombres homosexuales: 16,4%) que para los adultos heterosexuales (mujeres: 23,6%; hombres: 13,9%). (…) Messinger también documentó que las mujeres de minorías sexuales tenían más probabilidades de ser víctimas de IPV sexual, seguidas de las mujeres heterosexuales, los hombres de minorías sexuales y los hombres heterosexuales. Además, las personas bisexuales tenían más probabilidades de ser victimizadas que todos los demás grupos, y las mujeres bisexuales tenían más probabilidades de ser victimizadas que los hombres bisexuales por todas las formas de IPV, excepto la IPV psicológica.Una aclaración: cuando vemos la cifra de hombres y mujeres bisexuales, no significa que la perpetración de violencia haya de ser de un miembro del mismo sexo. De hecho, el artículo cita 2 estudios con respecto a este tema y aclara lo siguiente:Dos estudios que utilizaron muestras representativas a nivel nacional han intentado explorar más de cerca el sexo de las víctimas y los perpetradores de IPV entre las personas LGB. Walters y col. (2013) encontraron que la mayoría de las mujeres bisexuales y heterosexuales informaron solo de los perpetradores masculinos de IPV (es decir, que no habían sido abusadas por sus parejas femeninas), y que la mayoría de los hombres bisexuales y heterosexuales informaron solo de mujeres perpetradoras de IPV (es decir, que no habían sido abusado por parejas masculinas).Es decir, según estos dos estudios, en las parejas bisexuales la mayor parte de la violencia que sufre cada miembro de la pareja fue perpetrada por parte del miembro del otro sexo. En resumen, el estudio concluye lo siguiente:La investigación indica que las tasas de VPI son iguales o más altas entre las personas LGB que entre las personas heterosexuales. Estas tasas aumentadas pueden atribuirse a factores de riesgo adicionales relacionados con el estrés de las minorías que las personas heterosexuales no experimentan, así como a una mayor incidencia de factores de riesgo compartidos entre las personas LGB (p. Ej., mayor consumo de sustancias entre las personas LGB en comparación con las personas heterosexuales debido al estrés de las minorías), todos los cuales se analizan en la siguiente sección.Aquí una imagen-resumen cortesía de @jmgs_es de la victimización con gráficos proporcionales al número de parejas en cada orientación sexual (Advertencia: recordad que, como dijimos, en las parejas bisexuales la mayor tasa de perpetración es producida por miembros del otro sexo):Por último, relativo a los factores de riesgo de ser víctima de violencia en la pareja, el estudio cita los siguientes, pero antes me gustaría compartir la advertencia del estudio: Es importante tener en cuenta que todos los estudios que examinan los correlatos de victimización y perpetración de IPV entre personas LGB son transversales; por lo tanto, se desconoce hasta qué punto estas variables son verdaderos factores de riesgo que preceden a la perpetración, victimización y los resultados asociados con la victimización por IPV. Además, debido a la frecuente falta de un grupo de comparación heterosexual, se desconoce en gran medida hasta qué punto los correlatos de victimización y perpetración de IPV son moderados por el estado de orientación sexual. En otras palabras, se desconoce hasta qué punto algunos factores de riesgo pueden ser más o menos importantes para las personas LGB que para las personas heterosexuales. Además, con la frecuente falta de un grupo de comparación heterosexual, es imposible probar los mecanismos explicativos de por qué las personas LGB pueden demostrar tasas más altas de IPV que las personas heterosexuales. En uno de los pocos estudios para examinar los mecanismos subyacentes en las discrepancias en la tasa de prevalencia entre personas LGB y heterosexuales, Reisner, Falb, Van Wagenen, Grasso y Bradford (2013) encontraron que las tasas más altas de VPI entre las minorías sexuales podrían ser explicado por las diferencias en el abuso de sustancias para los hombres pero no para las mujeres.Dicha esta advertencia, los factores de riesgo para ser víctima son: Estatus de minoría racial, estatus socioeconómico más bajo, edad más joven, sordo o con problemas de audición, uso / abuso / dependencia de sustancias, baja autoestima, comportamiento sexual de riesgo, actitudes de culpabilidad de la víctima, falta de poder en las relaciones, ansiedad por el apego, VIH, abuso infantil, presencia de violencia en la pareja en la niñez, victimización en redes de pares, problemas de salud física y psicológica, historial de trabajo sexual y antecedentes de encarcelamiento.Podemos comprobar cómo muchos de estos factores coinciden con los mencionados en el anterior artículo en las parejas heterosexuales. No obstante, 4 estudios señalan factores exclusivos de personas LGB. P. ej., “salir del armario” y la “homofobia internalizada”, se relacionaron con un mayor riesgo de victimización física y psicológica en aquel y física y sexual en este.Por otro lado, la revisión también nos indica por qué las personas LGB tienen tasas más altas de perpetración de violencia en la pareja: Las tasas son más altas porque las personas LGB generalmente experimentan más y mayores niveles de factores de riesgo que las personas heterosexuales.Algunos estudios documentan los motivos autoinformados para la perpetración de violencia en la pareja:Taylor, Oram y Landolt (2006) encontraron que la violencia de pareja entre hombres homosexuales y bisexuales resulta más a menudo de la resolución de conflictos y el miedo al apego en lugar del poder y el control.Fortunata y Kohn (2003) documentaron que la autodefensa fue reportada como un motivo de IPV entre el 8% de su muestra de perpetradoras de IPV lesbianas, consistente con informes generalmente bajos de autodefensa como motivo de IPV entre participantes heterosexuales.Aquí concluye el análisis a esta revisión. Retomando las 2 premisas del inicio del artículo, y en vista de los datos arrojados por el análisis que acabábamos de realizar, no podemos afirmar que la violencia en la pareja se circunscriba a una única dirección (de hombre a mujer), sino que los datos apuntan a que se da en múltiples direcciones (de hombre a hombre, de mujer a mujer, de hombre a mujer y de mujer a hombre). Tampoco podemos afirmar que la causa de la violencia en parejas sea el machismo, sino más bien un cúmulo de factores que ya mencionamos (pobreza, drogas, baja autoestima, etc.). Pensar de otro modo supondría tener que hacer malabarismos mentales para poder cuadrar con una teoría determinada estos hechos.En este artículo, el psiquiatra Pablo Malo realiza la siguiente analogía para explicitar el problema de atribuir al machismo o “al hecho de ser mujer” como causa fundamental de la violencia de pareja:La violencia en parejas homosexuales, en principio, se sale de este guion ya que es violencia ejercida por hombres sobre hombres o por mujeres sobre mujeres. Para entender el problema, voy a hacer una analogía. El racismo consiste en la ideología que defiende la superioridad de una raza sobre otra, o sobre otras. La violencia del Ku Klux Klan, por ejemplo, es racista porque se basa en esa ideología. Pues bien, querer explicar con el machismo la violencia en parejas homosexuales (se la suele denominar también violencia intragénero) supone un problema parecido, a mi modo de ver, a querer explicar la violencia de un blanco contra otro blanco o de un negro contra otro negro con el racismo. Algo complicado. Sin embargo, para poder salvar este gran escollo, se puede acudir a un contorsionismo argumental como el que cita Malo:Ante este problema cabe una primera solución que sería separar ambas violencias, decir que la violencia intragénero (gay y lésbica) no tiene nada que ver con la de género y problema solucionado. Pero esto tiene un inconveniente considerable que consiste en que el estudio de la violencia intragénero encontraría una serie de causas multifactoriales para explicarla, causas que también se dan en la violencia de género, y que pondrían en jaque todo su edificio teórico. El feminismo tendría que defender que las explicaciones encontradas para la violencia intragénero no se aplican a la de género, cosa francamente difícil siendo iguales. Así que la otra vía que queda es decir que la violencia intragénero es una variedad de violencia de género y que son las mismas bases del sistema patriarcal machista las que también propician la violencia entre homosexuales.En otras palabras, ante la evidencia de los datos científicos, a los defensores de estas teorías solo les queda o bien negar estos datos, o bien, si los aceptan, recurrir a su propia base teórica (el sistema patriarcal machista) para justificar su prevalencia. Pablo Malo cita a Carlos García (autor que se sitúa dentro de la teoría feminista) que realiza esta defensa:Yo voy a comentar dos argumentos entrelazados que maneja Carlos García en su libro “La Huella de la Violencia en Parejas del Mismo Sexo”, autor que se sitúa dentro de la teoría feminista. El primer movimiento es decir que la violencia de pareja no consiste tanto en una violencia de hombres sobre mujeres sino en una violencia de lo “masculino” sobre lo “femenino”. Es decir, movemos la cuestión del sexo al género: el rechazo del patriarcado no se produce sobre la mujer sino sobre todo lo considerado femenino. Cuando le planteas este problema a la gente de la calle, lo primero que suele decir son cosas del estilo de “las mujeres homosexuales asumen el rol masculino y los gays el femenino” “los homosexuales tienden a tener el rol del sexo contrario” y otras cosas por el estilo con lo que se da por zanjado el asunto. Si queréis saber acerca del debate sexo/género, os dejo el enlace a un Sobre el debate sexo/género
Acaban de dar el alta a un paciente que derivé no hace mucho tiempo a los servicios de Salud Mental.Nunca he discutido las decisiones que toman otros especialistas, pero en este caso sí me ha parecido bastante prematura.Entre otras cosas, todavía persiste una peligrosa adicción a determinados videojuegos, que se suma a la ideación autolítica por la cual consideré enviarlo al psiquiatra.Y es que me temo que el hecho de devolverlo a atención primaria para su seguimiento, obedece más a la situación de colapso a la que están llegando determinados servicios, que a una mejora real del paciente.Su historia la he visto repetida en numerosas ocasiones durante el último año y medio, tras la declaración de pandemia.Adultos jóvenes, de menos de 30 años, que conviven con sus padres en el domicilio familiar, y que en algunos casos ni trabajan ni estudian.Pasan la mayor parte de su tiempo enganchados a páginas web de contenido pornográfico, a aplicaciones de apuestas deportivas, y también a videojuegos.Dejaré las dos primeras para comentar en otra ocasión, ya que hoy quería hablar sobre la problemática de algunos videojuegos, y su relación con patologías físicas y mentales cada vez más habituales.Yo suelo ver a este tipo de pacientes en los servicios de urgencias, a los que llegan generalmente tras debutar con los primeros brotes, y también a través de la consulta en atención primaria.No deja de sorprenderme cómo un videojuego puede tener la capacidad de alterar las constantes vitales de una manera tan sumamente exagerada, llevando al límite la presión arterial del usuario, su frecuencia cardíaca, u otros parámetros que lo pueden dejar en una situación muy delicada.Me acuerdo perfectamente de cuando comencé a jugar al Super Mario Bros, con el que básicamente nos reíamos un montón, al Resident Evil, para lo que dejábamos la habitación a oscuras y subíamos el volumen de la tele, y a muchos otros videojuegos con los que pasábamos un buen rato.Obviamente, no nos afectaban de ninguna manera, no nos producían secuelas de ningún tipo, y tampoco dañaban nuestra economía.Hoy, existen otro tipo de juegos y formatos que no cumplen ninguna de las 3 reglas que acabo de mencionar.Afectan física y mentalmente a los jugadores, provocan secuelas que pueden llegar a ser graves, y causan enormes perjuicios económicos en los bolsillos de sus usuarios.Esto nos ha llevado a varios compañeros a estudiar la relación que existe actualmente entre diversos trastornos mentales y físicos, y algunos videojuegos, con el fin de poder presentar en un futuro un trabajo sobre este particular.En el caso al que me refería al comienzo de este artículo, está involucrado uno de los videojuegos sobre fútbol más populares del momento, el cual me ha tocado estudiar.Lógicamente, el fin último es conseguir ganar el mayor número posible de partidos, pero para ello hace falta contar con los mejores jugadores.Para empezar, no sólo basta con abonar el importe del juego en si, sino que para disfrutar de sus características más vendibles, es necesario jugarlo en línea.Para ello, es obligatorio el desembolso de otra cantidad a mayores.Existe un mercado virtual de jugadores de fútbol, que se adquieren a través de monedas ficticias, pero que pueden ser ganadas con dinero real, a través de la compra de "packs" de jugadores.El formato es prácticamente igual al de los sobres de cromos que todavía se comercializan hoy en día.Esto genera en el jugador los mismos síntomas que se desarrollan con la ludopatía o la oniomanía, comprando de manera convulsiva estos sobres, y gastando cantidades ingentes de dinero.Para seguir alimentando las arcas de las empresas que desarrollan este tipo de "juegos", la cosa no queda ahí.Los jugadores virtuales van sufriendo evoluciones durante el año, cada vez ofertando mejores "prestaciones", con lo que su precio también aumenta.Cuando el usuario cree que ya cuenta con lo mejor de lo mejor, aparece otra versión de estos futbolistas que supera a la anterior, lo que vuelve a incitar su compra.Y para rizar el rizo, en cuanto se lanza la actualización anual del juego, todos los usuarios pierden lo ganado en la versión anterior, y comienzan otra vez desde cero.En casos que he estado siguiendo correspondientes a los últimos 24 meses, he llegado a ver a pacientes que se han gastado miles de euros al mes en este juego, algunos de su propio dinero, y otros haciendo uso de las tarjetas de crédito de sus padres.Después de semejantes desembolsos, el hecho de descubrir que todavía no estaban ganando el número de partidos que esperaban, ha llevado a algunos usuarios a desarrollar brotes psicóticos.Durante los mismos no sólo han destrozado mandos, videoconsolas y televisiones, sino que también han agredido física y verbalmente a miembros de su familia o a amigos, incluso requiriendo la presencia de efectivos policiales en sus domicilios.Otros, simplemente entraban en una profunda depresión al darse cuenta de lo que estaban haciendo, del daño que estaban causando, y verse incapaces de no poder evitar volver a repetir las mismas conductas, una y otra vez.Sinceramente, creo que no se está prestando la atención que merecen este tipo de aplicaciones, las cuales a su vez están provocando una sobresaturación de pacientes en la sanidad pública.Dentro del término "juego", o "videojuego", se esconden desarrollos especialmente encaminados a exprimir económicamente a sus usuarios, al mismo tiempo que se consigue desestabilizarlos mental y emocionalmente.Como digo, es un tema que da para escribir un libro (algún día...), y que más tarde o más temprano vamos a tener que afrontar de una manera seria, ya que el incremento de patologías comienza a ser muy preocupante.
La pandemia del covid-19 tuvo un impacto devastador sobre el mercado laboral en el año 2020. Más de 114 millones de personas perdieron su empleo en 2020, según la Organización Internacional del Trabajo. Un número aún mayor vio recortadas sus horas de actividad y sus salarios.
A todos los jugadores, entrenadores y federaciones de fútbol. A todos los fans y periodistas. A cualquiera que simplemente se preocupe por los derechos humanos. Sigan hablando de la Copa del Mundo de Qatar. Continúe la discusión. Continúe expresando su apoyo a los trabajadores migrantes. Escribe, bloguea o tuitea sobre ellos. Publica declaraciones. Hablar alto. Ejercer más presión sobre Qatar y la FIFA. ¿Por qué? Porque funciona. Y los trabajadores, créanme, lo aprecian. Via | Á. Rigal
Últimamente se habla mucho de las subidas, la subida de la luz, la subida del SMI, la subida de la tortilla de patatas (con y sin cebolla), pero poca gente habla de la subida de dos materias primas que son esenciales para la economía y la industria. Pero se habla aún menos de lo que ha implicado esta subida, y es la escasez, no hay materias primas, así de contundente, los pedidos se retrasan, suben los precios, y eso al final lo vamos a pagar todos.El cobre y el aluminio son dos materias primas esenciales en nuestro tejido industrial, y en los últimos meses han experimentado tal subida que por algún lado va a explotar. Los precios de fabricación en occidente, ya de por si altos, han estado subiendo desde principios de este año debido a que no haya materias primas, y repercuten en todos los sectores. Se viene una crisis gorda que ríete tu de la de 2008, no hay mas que mirar los gráficoshttps://www.ariva.de/kupfer_london-kurs/charthttps://www.ariva.de/aluminium_london-kurs/chartEstamos
Estudio publicado en Nature Human Behaviour indica que alguien con una mentalidad «prosocial» tiene mayores probabilidades de deprimirse.
En 2014 Elizabeth Holmes estaba en la cima: era la multimillonaria más joven del mundo que se había forjado a sí misma. Para 2018, su suerte había cambiado radicalmente.
La tarifa del Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), del mercado regulado, se ha revelado año a año más barata a largo plazo que las tarifas planas o fijas de los contratos que se ofrecen en el mercado libre