Y queremos llegar a Marte en el 2030...cuánto marketing hay por ahí.
Introducción.Sin entrar en grandes debates explico mi postura inicial con un ejemplo: cuando varios objetos interactúan entre sí, la cantidad de movimiento se debe conservar: es decir, el cambio total o absoluto acontecido por unidad de tiempo debe ser nulo (cero). No es posible que al final de un estado físico se acabe con más cantidad de movimiento (energía, carga eléctrica o de color, etc.) que al inicio. De este modo el asunto se reduce pues al hecho innegable de que en el devenir natural fenomenológico todo SIEMPRE se anula al tenerse en cuenta el conjunto de las partes implicadas. En este sentido global y relativo nada se mueve realmente, todo es apariencia de multiplicidad y de cambio. Y las leyes de conservación se encargan de que el estado físico inicial y el final posean siempre las mismas propiedades esenciales: y eso, pese a las apariencias en contra, es representación de unidad, de continuidad y de inmutabilidad. En realidad por tanto, a nivel fundamental, nada cambia; simplemente se trata de apariencias ilusorias del sujeto (que piensa), es decir; ilusiones mentales llevadas a su máxima expresión.La relatividad especial y la mecánica cuántica, por ejemplo; hablan de que dos observadores distintos pueden observar distancias, tiempos y números de partículas distintos para un mismo evento; sólo con tal de que toda propiedad esencial del mundo permanezca constante (el hamiltoniano -cantidad de energía-, el concepto de acción, los invariantes relativistas, la carga, el momento, etc.). He ahí otra muestra de que toda dinámica es ilusoria y relativa al sujeto que interpreta. Y lo mismo se puede aplicar al Universo completo una vez se tiene en cuenta la conservación e invarianza que sabemos DEBEN ocurrir en toda su fenomenología. Y es esta necesidad por conservar a toda costa los estados fundamentales del conjunto de todos los procesos fenoménicos, como digo, una clara representación (una pista) de la imposibilidad de un cambio o movimiento efectivo: lo que nuestra mente entiende por multiplicidad y movimiento no sería en este sentido más que una "alucinación colectiva" fruto de malinterpretar una parte aislada de todo el conjunto del ser.Nuestro cerebro, órgano que produce el pensamiento en general, lo conforman moléculas y electrones que, en sí mismos, son una pequeña parcela aislada del conjunto de la realidad. Así pues la mente "ve" lo que el cerebro dicta, pero este órgano está limitado y condenado a interpretar los fenómenos sensibles más "cercanos" capaces de interactuar con su red neuronal. En este sentido nuestro cerebro no sería más que un proyector de ilusiones locales. Justo el tipo de proyector necesario para "cortar" (filtrar o acotar) ficticiamente la globalidad del mundo para "generar" así una ilusión de multiplicidad local donde en realidad no hay más que unidad, infinidad y continuidad.Pero, ¿qué sería esa continua e infinita unidad inmutable?Una infinita unidad inmutable es equivalente a decir que en esencia no hay nada. Si no disponemos de la existencia de un algo diferente contra lo que comparar, perdemos la perspectiva esencial de ser. Si todo lo que hay es inmutable e indiferenciable, si es eterno e infinito; podemos decir que ese ente trascendente lo es todo y que no es nada al mismo tiempo. De este modo salvamos sin proponernoslo una de las cuestiones más fundamentales e intricadas de la filosofía: ¿por qué hay algo en lugar de más bien nada? La respuesta es que verdaderamente no hay nada a parte de ilusiones fenomenológicas que emergen de una infinita y eterna inexistencia esencial.La ilusión de nuestro mundo.En su libro "La estructura matemática", Max Tegmark trata con mucho detalle el hecho de que toda nuestra realidad aparece como una estructura matemática en esencia. Eso implica que el mundo sería como un fenómeno emergente de esa matemática eterna, algo que ya ha sido y que simplemente es proyectado localmente por mentes como la nuestra de modo similar a cómo un DVD es proyectado en la televisión por un reproductor. Pero en sí, todo ya ha sido grabado por completo en cuanto a su dinámica. En ese sentido, todo el fenómeno al que tenemos acceso ya fue escrito en su conjunto; y el transcurrir del tiempo, del movimiento y la multiplicidad de objetos son meras ilusiones cognitivas.Conclusión.En esencia no hay Nada. La trascendencia es inexistente en cuanto a objeto diferenciado. Porque toda la esencia es una, inmóvil e indiferenciable. Una unidad matemática que no es...salvo cuando localmente un fenómeno congruente con este no ser; en el sentido de que el conjunto fenoménico se conserva como si no hubiese nada -la diferencia entre antes y depués resta siempre cero; esto es, se obedece la conservación e invarianza junto con el principio de indeterminación-, generan una ilusoria multiplicidad móvil. Lo múltiple y el movimiento serían alucinaciones fenoménicas permitidas por la unidad matemática simplemente por la posibilidad de la invarianza: porque todo este fenómeno como condición necesaria se reduce siempre y en todo momento a nada (es decir, imita la esencia que representa). Lo uno toma así apariencia de múltiple, la eternidad apariencia de tiempo y movimiento, y lo indeterminado torna en un falso ser objetivo. El sustento matemático esencial del mundo, eterno y Universal: sin principio ni fin, sin causa ni efecto, sin movimiento ni apariencia, sin Ser realmente nada distinguible...a pesar de constituir un algo totalmente inefable, contiene no obstante por entre su infinita esencia el poder de generar ilusiones de multiplicidad: de ser y de cambio. Y es fruto de esa capacidad, que la infinita nada existencial pueda producir mundos de ilusorios cambios y objetos. De transformaciones vanas que siempre restan cero (nihil). Y nosotros somos parte de esa farsa. Nos movemos por entre la nada, y siempre todo a nuestro alrededor tiende a conservarse en nada. En realidad nada hubo nunca y nada habrá jamás.
Mi madre trabaja en una residencia de ancianos. Han dado positivo hasta ahora 105 residentes y 17 trabajadores. Pero lo más impresionante es que el 99% de los infectados son asintomáticos (se han detectado todos a raíz de un PCR masivo realizado tras la aparición de un caso sintomático muy leve en un anciano que tenía que salir del centro para ir a diálisis). Y el caso de todos los docentes (asintomáticos) que han dado positivo (más de 2.500) tras el PCR masivo que han realizado desde el ministerio de educación también podría hacer pensar en esta posibilidad.¿Ha mutado ya el virus hacia una cepa mucho menos virulenta (aunque más contagiosa) incluso en el caso de los mayores? ¿O es un caso puntual? ¿Qué dicen los números? ¿Opiniones?
«"Heráclito tenía razón", afirma Popper, "no somos [el individuo] cosas, sino llamas. O, más prosaicamente, somos, como todas las células, procesos metabólicos, redes de vías químicas.[...] Los árboles despliegan activamente sus raíces y hojas para absorber el agua y la energía, dos ingredientes necesarios para incrementar la disipación. [...] Cada nueva hoja, cada nueva predisposición fototrófica, es una nueva oportunidad para la degradación de energía. En resumen, el dicho cartesiano "pienso, luego existo" se convierte en "existo porque disipo".»("La Termodinámica de la vida: física, cosmología, ecología y evolución", Dorion Sagan y Eric D. Schneider)Por cierto, magnífico libro.
Hace ya tiempo que el maestro Schopenhauer escribió aquello de que: "El hombre puede, acaso, hacer lo que quiere; pero lo que no puede es querer lo que quiere". Hoy recordé esas sabias palabras. El diario El País ha publicado un artículo en primera plana donde habla de cómo la NASA se propone construir un proyecto ¡en el 2069! capaz de llegar al sistema planetario más cercano viajando al 10% de la velocidad de la luz en un viaje de 100 años ida y 100 años vuelta.Evidentemente se trata de puro marketing por parte de la agencia espacial americana en su afán de seguir devorando fondos públicos, pero es curioso cómo el mundo se ha hecho eco de esta magufada de manual. La fecha propuesta (2069) es ridículamente larga (habrá que ver donde anda la NASA por esos tiempos), y además el proyecto apela a tecnologías que sencillamente no existen (aunque eso sí, ellos prevén alegremente que en ese momento sí lo estará). Hablan en concreto de una sonda compuesta de una poderosa inteligencia artificial capaz de sortear todo tipo de obstáculos aparecidos y de una especie de "impresora 3D" capaz de reparar lo que sea que se estropee en ese largo viaje. Sobran las palabras ante este tono especulativo (casi Hollywoodense) con el que hablan desde esta agencia espacial que en otro tiempo fue bastante seria. En realidad he visto películas de ciencia ficción más realistas que esta propuesta.De todas formas es evidente que esa supuesta sonda, de llegar, no portará personas dentro. Se trataría de un viaje interestelar compuesto de una sofisticada sonda "vacía" de contenido biológico, y "llena" de contenido sintético artificial. El cerebro de este aparato no sería orgánico, sino un instrumento inteligente basado posiblemente en el silicio: un poderoso computador corriendo algoritmos de machine learning, vaya.De hecho, si esta descarada propaganda sirve para algo más que para recaudar dinero público es para poner de evidencia que el hombre NO pisará, como ya he explicado en diferentes entradas de este mismo blog -aquí y aquí-, nada que no sea la Tierra y su satélite la Luna. Porque además es muy poco probable que lleguemos siquiera a Marte, por no hablar ya de otros planetas o satélites del sistema solar. Y por supuesto, si algún día algo sale de nuestro planeta capaz de cruzar los billones de kilómetros que nos separan de la estrella más cercana, parece que ya va poco a poco quedando claro a nivel público que no incluirá nada biológico a bordo.Máquinas superinteligentes con capacidades auto-regenerativas es la apuesta actual de la NASA; y aunque esta deriva en sí parece ser la acertada (una vez descartada la opción orgánica) todavía creo que se peca de optimismo en cuanto a fechas. Un pecado de marketing por supuesto, ya que no es humanamente defendible (económicamente, me refiero) que se diga que la sonda tardará 4.000 años en lograr su objetivo (que es lo que la tecnología actual realmente permite). Así pues se inventan aquello de que en el 2069 seguro que ya será factible una tecnología capaz de mover una sonda de gran tonelaje a velocidades cercanas al 10% la de la luz. ¡Ridículo! No se tiene hoy por hoy ni la más remota idea -ni la más remota pista- de cómo lograr semejante hito tecnológico. La teoría de la relatividad parece de hecho impedir a priori mucho avance en este sentido por lo que finalmente nos tendremos que contentar (con suerte) en mandar esas sondas inteligentes autónomas pero en un viaje milenario cuya finalización no sabremos tan siquiera si alguna persona llegará a presenciar en vida.¿Por qué queremos ir al espacio?Pero de todo eso ya he hablado en otras ocasiones. Hoy me gustaría comentar sobre ese vehemente impulso que nos mueve en la dirección espacial. ¿Por qué queremos con tanto ahínco colonizar el espacio?Esta pregunta parece baladí pero no lo es. Además es una pregunta extensible al resto de nuestros actos y deseos cotidianos. Yo, por ejemplo; tengo dos hijas. Y las amo con locura. Las quiero y las protejo con una fuerza e interés que no puedo ni expresar en palabras. Sus penas las sufro con más intensidad que las mías propias, y por ellas sería capaz de cualquier cosa (literalmente). Pero, ¿por qué siento esto que siento? Esta pregunta tiene respuesta en diversos niveles de abstracción (campos científicos). Desde la neurología nos hablarán de redes neuronales y conglomerados de neurotransmisores y hormonas (con especial importancia en este caso del sistema neuroendocrino). Desde la psicología evolucionista nos dirán que la causa última es evolutiva: nuestra conducta viene descrita por la historia evolutiva que ha dado y conformado ese cerebro del que nos hablan los neurólogos. Desde la biología nos comentarán que la evolución es un proceso autónomo natural por el que aquellas estructuras mejor adaptadas permanecen mientras que las demás desaparecen. Los genetistas nos explicarán que la evolución basa su proceso en moléculas de ADN, los químicos nos contarán el modo en que estas moléculas se constituyen y comportan, y finalmente los físicos nos ayudarán a entender al nivel más básico la mecánica atómica subyacente en la formación y dinámica de esas moléculas.Recorriendo el nivel explicativo ahora de abajo a arriba vemos que yo amo con locura a mis hijas porque la termodinámica y la mecánica de partículas favorecieron la formación y perpetuación (dadas las condiciones adecuadas como las acontecidas aquí en la Tierra hace 4.000 millones de años) de largas estructuras moleculares de ARN (y ADN), las cuales son químicamente muy estables y poseen unas extraordinarias capacidades para transmitir información mediante una casi perfecta duplicación (o copia) de sus bases. Ese potencial o diferencial de información auto-contenida con el tiempo favoreció el surgimiento de una lucha por el ser entre estructuras en una carrera espontánea natural en pos de acaparar la máxima energía y recursos disponibles. Más pronto que tarde esas estructuras comenzaron a presentar habilidades fisiológicas que las ayudaban a "quitar" de en medio a la competencia y la "guerra" natural llegó a un nuevo nivel organizativo. Estas estructuras cada vez eran más y más complejas, y la simbiosis y la cooperación comenzaron a formar "alianzas" de estructuras hasta que los seres unicelulares primero y los multicelulares luego llegaron a aparecer.Desde este momento, la ya más familiar selección natural Darwiniana se encargaría de moldear plantas y animales durante millones de años hasta que, finalmente; hace aproximadamente 200.000 años nuestro descendiente más directo abrió los ojos. Este Homo Sapiens ya sentía por sus hijos lo mismo que siento yo, y nuestras capacidades intelectuales eran casi idénticas (por ponerlo claro, un forense tendría complicado distinguir durante una autopsia un cerebro contemporáneo de uno de esa época). Por lo tanto podemos ver que yo amo a mis hijas NO porque yo quiera amarlas, sino porque tengo que amarlas. El amor que yo siento no es una elección ni una opción, sino un mandamiento que llevo inscrito en mi estructura cerebral. Yo no puedo no amarlas, y tampoco puedo dejar de sufrir por sus desdichas (ni siquiera puedo querer no querer, valga el juego de palabras). Schopenhauer no se equivocaba al trazar nuestros límites cognitivos.Por lo tanto el amor, el deseo, la frustración, la repulsa, la atracción, el odio y cualquier otro concepto psicológico imaginable vienen embebidos en nuestro cerebro evolutivo. Yo amo porque debo amar, y deseo lo que debo desear; del mismo modo en que en general quiero lo que debo querer. Pero, ¿por qué debo entonces amar? Al nivel explicativo más básico y objetivo (el físico), mi obligado amor tiene raíces en el modo en que la dinámica del mundo funciona al nivel de partículas. Una dinámica que se une al hecho de la expansión del cosmos para dar lugar al acto termodinámico que mueve y dicta luego a nivel macroscópico cómo debe todo proceder y evolucionar.En este sentido se puede decir que somos esclavos (o títeres) de los mandamientos termodinámicos. Nuestros sentimientos y nuestras emociones deben girar forzosamente en torno a lo que estas leyes naturales decretan, y cualquier intento de liberación es tan ilusorio como la pretension de construir una máquina de movimiento perpetuo: una ilusoria (e ilusa) idea que podemos crear (y creer) en nuestra mente, pero que luego no es posible llevar nunca a la práctica.El mundo quiere que ame.Pero a pesar de que el anterior reduccionismo nos llevó a concluir que TODA nuestra conducta viene determinada, tras miles de millones de años de historia evolutiva, bajo términos termodinámicos; todavía es intrigante el hecho de que esta misma termodinámica tenga ciertas implicaciones humanistas (una vez se examina la reducción en sentido inverso).Yo amo a mis hijas porque el mundo físico así lo determina de manera natural, pero eso significa al mismo tiempo que el mundo en sí quiere que yo ame a mis hijas. Pero, ¿por qué se ajustaría la realidad física de tal modo que se permita la aparición de cierto tipo de estructuras que "sientan" amor hacia otras? El Universo bien podría haber sido de manera diferente, gobernado por leyes muy diversas: sin embargo todo está constituido para que sea posible que con el tiempo cierto conglomerados de partículas con capacidades intelectuales y sentimientos de "amor" aparezcan. Es algo como poco intrigante.Y no se trata sólo del conocido principio antrópico, sino que parece que al asunto esconde algo más. El principio antrópico sólo requiere de seres conscientes capaces de preguntarse por la razón de ser de su mundo, pero no dice nada de que tales seres deban poseer sentimientos de amor, deseo, etc. Es posible de hecho imaginar mundos con una física tal que tenga seres inteligentes con subjetividad pero que no tengan ni sientan la necesidad de amar, de odiar, de desear, etc. Sería posible en principio alternar las leyes naturales (al menos idealmente) para que fuese posible el surgimiento de vida consciente sin la necesidad de un proceso evolutivo de lucha previo que condicionara las emociones y los sentimientos de tal consciencia. Por lo tanto nuestro mundo parece estar finamente ajustado para que sus leyes y constantes naturales permitan (e incluso para que favorezcan) la aparición de estructuras como nosotros: seres conscientes rebosantes de sensaciones, emociones y necesidades. Entidades que no puedan dejar de querer lo que quieren y que por el contrario sientan un irrefrenable impulso en obedecer todos esos mandamientos que les son transmitidos desde su mismo nacimiento.Se me hace muy complicado a estas alturas de mi vida imaginar que nuestro mundo es fruto de la casualidad; que todo es resultado de una enorme lotería de ajustes entre leyes y constantes físicas naturales dentro de un pseudo-infinito multiverso de posibilidades. Cierto que un multiverso es capaz de explicar (sin requerir casualidad ni intención) cierta cantidad de todos los finos ajustes que observamos en la física moderna, pero yo creo que no es capaz de explicar el más importante: ¿por qué la vida consciente que se pregunte por la casualidad del ajuste de su mundo (principio antrópico) tiene necesariamente (como ocurre aquí y en cualquier planeta donde se repita el "milagro" de la subjetividad) que estar completamente sesgada psicológicamente por un proceso evolutivo previo tan concreto como el nuestro? ¿Es acaso la termodinámica (y la evolución cósmica que luego conlleva) una condición necesaria para la aparición de estructuras conscientes? Y si no es el caso y el multiverso está lleno de una infinidad de seres conscientes no "sesgados" por una historia evolutiva térmica, ¿por qué estamos nosotros en este mundo tan concreto, extraño y tendencioso en lugar de vivir en uno de esos otros Universos más "normales"?Nos encontramos por tanto de nuevo (a pesar del multiverso) ante la disyuntiva entre intención (o necesidad) y casualidad. Todo pudo ser en principio de manera muy distinta, pero sin embargo todo es del modo adecuado para que usted y yo estemos aquí conviviendo en este instante. Y para que no podamos tampoco dejar de amar, odiar y luchar. Se podría decir que es el propio mundo en sí el que no quiere que dejemos de actuar de este modo. Es más, se podría incluso decir que en realidad todos nosotros somos partes indiferenciables dentro del mundo, y que es el mundo como un todo el que realmente quiere y desea sentir lo que nosotros sentimos (desde nuestra relativa e ilusoria subjetividad). La equivalencia sería la de nuestro cuerpo compuesto por trillones de células. Estas células tienen su lucha particular localizada en su ambiente circundante, pero es luego el cuerpo como un todo el que realmente experimenta por ejemplo el amor. En este sentido todas mis células aman junto a mí, y yo amo gracias a ellas.La metafísica.Los físicos de profesión odian la metafísica, e incluso algunos filósofos ya la repudian avergonzados. No debería ser así. El campo físico es muy limitado (basta seguir un curso de cosmología para darse uno cuenta de toda esta limitación y de la especulación disfrazada que se mete además de manera zorrona). En realidad la cosmología es la sub-disciplina de la física que mejor demuestra nuestra limitación presente y futura de conocimiento. Es la física que demuestra que hay evidencias empíricas que son literalmente por principio imposibles de estudiar y observar. Marca, en pocas palabras, la delimitación a priori de todo el potencial disponible en nuestro saber y conocer. Nos dice claramente: ¡hasta aquí vamos a poder leer ahora y siempre! No habrá más que rascar.Pero donde acaba la física empieza la metafísica. Y puesto que es lo único que nos queda, habrá que hacer uso de dicha disciplina, aunque en el peor caso sólo sea un acto irrefutable casi poético. Una neurona tampoco sabe dadas sus limitaciones que forma parte de un todo intencionado y necesario, y sin embargo sabemos que es así.Muchos filósofos del siglo XIX, un privilegiado momento pre-positivista donde a las personas de genio todavía se las financiaba para que divagaran sobre estos temas; sacaron conclusiones que venían a lidiar con ese reduccionismo que la física ya no podía continuar. Sus cosmovisiones anudaban en esa línea de ignorancia que la cosmología traza y continuaban la historia con interesantes propuestas realmente dignas de estudio.Y es que, descartada la casualidad y la probabilidad, queda tan sólo la intención. No puedo más que recomendar a quien no lo haya hecho aún el estudio en este sentido de dos de las metafísicas más prodigiosas (en mi humilde opinión) que se han dado hasta la fecha: "El mundo como voluntad y representación" de Arthur Schopenhauer, y la "Filosofía de la redención" de su discípulo Philipp Mainländer.Entonces, ¿por qué queremos ir al espacio?Queremos colonizar el espacio del mismo modo en que colonizamos cada trozo de la Tierra. Es un impulso natural que llevamos grabado y cuyo origen se remonta al propio germen de la vida hace 4000 millones de años. Queremos emigrar y conquistar el espacio porque es lo que el mundo quiere que deseemos. Lo mismo que consumimos toda la energía que cae en nuestras manos a ritmo acelerado y que nos duplicamos y procreamos como siempre hemos hecho. No podemos determinar lo que queremos, sino simplemente obedecer estas necesidades.Y ciertamente no podemos evitar el impulso de someter para acaparar recursos. E incluso cuando sea patente que no podremos nosotros personalmente (dadas nuestras limitaciones biológicas) continuar con esta senda consumista por entre el resto de planetas; todavía construiremos naves y sistemas inteligentes autosostenidos no orgánicos (como ha propuesto la NASA) para que sirvan como nuestros emisarios y continúen hasta el final lo que nosotros empezamos.Esos sistemas inteligentes sabrán tan poco como nosotros sobre la causa última por la que tienen que obedecer los dictados termodinámicos, pero no cabe duda de que su existencia y supervivencia estarán circunscritas (como lo está la nuestra), a que su eficiencia para devorar energía se mantenga siempre en su mayor rendimiento posible.El mundo quiere que amemos para que continuemos destruyendo con nuestro ser y persistir los potenciales energéticos disponibles, y del mismo modo nos empuja a que nos desperdiguemos por el resto del cosmos continuando esta misma tarea de aniquilación térmica. Y si el mundo quiere que sus partes constituyentes hagan algo tan determinado, es porque probablemente necesite que ese algo sea realizado: posiblemente la realidad requiere por algún motivo que la energía que contiene se degrade tan pronto como sea posible. Mainländer propuso en este sentido una explicación muy humanizada, aunque es posible imaginar otras alternativas menos antropocéntricas (en esta entrada, por ejemplo tienes una alternativa que yo mismo he imaginado en este sentido). Eso es lo curioso del asunto, que cada cual puede inventar y terminar la historia natural a su manera...y nadie podrá nunca reprobar formalmente ninguna de tales ideas ;). Así pues amigo, ¡sueña!
Y queremos llegar a Marte en el 2030...cuánto marketing hay por ahí.
Un ejemplo de vyda podrían ser los virus. Nos resistimos a tomarlos (creo que con razón) como seres vivos, así que son lo más parecido a vyda que tenemos a mano para estudiar.
#6 Subestimamos el poder de Gaia.
"El caído es un hombre como todos nosotros, con la diferencia de que no se ha dignado a jugar el juego. Le criticamos y le huimos, le guardamos rencor por haber revelado y expuesto nuestro secreto, le consideramos a justo título como un miserable y un traidor." (Emil Cioran)Esta mañana mientras desayunaba en un bar me encontré con esta persona. Nunca había visto una cara de sufrimiento mayor. Clara representación de la mayor paradoja trágica de la vida. Fue angustioso observar de primera mano el modo en que ese caído perseveraba y se mantenía en la existencia a pesar de haber perdido todo contacto con los tres métodos de represión del consciente del que nos habló Zapffe (aislamiento, anclaje, y distracción); es decir, lo que nos mantiene a nosotros (los "no-caídos") obnubilados en la fantasía optimista de modo que aguantamos la vida, con más pena que gloria, a pesar del sinsentido existencial. Pero como decimos, el caído no tiene ya dónde agarrarse, y aún así se salva a sí mismo inmerso en un huracán de sensaciones y emociones negativas. No llegan a dar el salto, y sufren por tanto de pleno todo el pánico vital desprotegidos ante el irrefrenable instinto de supervivencia que les empuja siempre hacia adelante como peleles, hasta que les llega la muerte...o la locura.De hecho, a todos nos aterra con razón la visión del mendigo. Y es que nos aparecen como espejos de lo que nos depara el destino si no llegamos a obedecer fielmente los designios evolutivos. Si rechazamos jugar al juego natural; esto es, si no anclamos nuestra vida alrededor de un trabajo, una familia, un ideal; si nos atrevemos a rebelarnos al orden natural. El caído nos expulsa de nuestra ensoñación y nos muestra el modo en que la naturaleza nos ha creado: como esclavos, como marionetas, como somas dispuestos a ser desechados en cuanto cumplimos el único objetivo natural, la reproducción. Somos siervos de la esencia natural y física que nos dio lugar, y precisamente el abatido es el que nos enseña con claridad esta lección. Su dolor nos grita con fuerza: ¡obedece o sufrirás como nunca has podido siquiera imaginar! Y obedecemos, por supuesto; y aborrecemos la imagen del desdichado que dejó de obedecer y que nos revela ahora el secreto que aguarda nuestra existencia: no somos nada, no somos personas, somos marionetas humanas. Resortes autónomos dispuestos a la reproducción y a buscar excusas (anclajes y distracciones) con las que ocultar esta realidad. Mientras uno toma una cerveza en un bar (aislamiento de la realidad), con el fútbol de fondo (distracción) y pensando en sus quehaceres diarios (anclaje), la vida parece soportable, incluso apetecible. Pero ese pordiosero está ahí para recordarnos que en el fondo nada esencial nos separa de él, que son ilusiones psicológicas las que nos parecen llevar mejor vida. Quita esas represiones del consciente y observaras con claridad la crudeza existencial: el espanto vital, la inútil malignidad del mundo, el sinsentido evolutivo.
"Es muy probable que en 100 años hayamos sido sustituidos por otra clase de entidades. Y en dos o tres siglos es muy muy difícil que sigamos dominando el planeta." (Yuval Noah Harari)Uno de los conceptos que más me han gustado del último libro de Yuval Noah Harari, "Homo Deus: Breve historia del mañana" ha sido el interesante postulado que viene a defender que la consciencia y la inteligencia no deben necesariamente ir de la mano. El autor sostiene con mucho acierto y maestría justo lo contrario, y todo dentro de unas bases científicas bastante ortodoxas en la actualidad.Lo que normalmente se entiende por inteligencia tiene matices sesgados y subjetivos respecto a la consciencia. Se entiende que la consciencia es el resultado inevitable que un ente obtiene tras alcanzar una alta inteligencia, y que el aumento posterior en el nivel de dicha inteligencia debe ir ligado ya pues a un estado de consciencia aumentada (sea eso lo que sea). En realidad no tiene que ser así, y de hecho, todo apunta a que no es el caso.Yuval Noah nos explica de manera clara y concisa que la inteligencia es el acto de lograr trabajar y procesar una gran cantidad de información sensible al mismo tiempo que dicho tratamiento algorítmico produce como resultado una buena eficiencia reproductiva y comunicativa (esparcimiento) de esa propia capacidad intrínseca. La vida sería en general así un algoritmo que de manera evolutiva ha ido mejorando durante millones de años la eficiencia en la obtención, computación y distribución de datos e información fenoménica.Es de perogrullo que cuanto más inteligente es un organismo, más capaz es su algoritmo subyacente para atender a estas tareas de procesamiento y transmisión de información en el tiempo. Existiría así una gradación en todo lo que entendemos como vida de manera que los seres vivos cada vez se agrupan y conforman en estructuras más y más capaces de realizar este mandamiento natural. En el caso particular de la vida en nuestro planeta, el proceso vehicular de toda esta transferencia de información ha sido por supuesto el código genético puesto bajo la presión de la selección natural.Siguiendo esta línea argumental, sabemos que en cierto momento esta gradación en la capacidad intelectual dio lugar a seres que no sólo poseían una gran inteligencia en el sentido arriba propuesto, sino que además poseían un complemento cognitivo (la consciencia) que ayudó a la adaptación de éste espécimen del género Homo al complejo ambiente en que se movía. Según el autor (y según la mayoría de los trabajos actuales en el este campo científico) esta consciencia mayormente haría las veces de "narrador" y ayudaría simplemente a mantener la armonía de una compleja neurología con ciertas subredes neuronales (subconscientes) que entrarían entre sí en conflicto a la hora de la toma final de decisiones como individuo (concepto ilusorio una vez puesto en perspectiva) .Pero el punto más interesante del libro es que nos hace ver claramente que ese apoyo cognitivo contingente y local del hombre (su consciencia) no tiene en absoluto una relación directa necesaria e inseparable de la inteligencia. La verdadera inteligencia del ser humano en realidad se encontraría en todos esos procesos subconscientes que luego la consciencia se limitaría torpemente a "narrar" y ordenar. Nuestra capacidad intelectual como especie sería por tanto fruto del enorme poder (instintivo) que tenemos para absorber, procesar y distribuir información de manera constante en el tiempo, y no consecuencia del acto consciente en la toma de decisiones (puesto que incluso se duda hoy día de que la consciencia tenga siquiera poder para tomar decisiones como tal). Y más importante aún, es posible que en algún momento aparezca en la Tierra (o que ya existan ya en otras partes del Universo) seres mucho más inteligentes que nosotros a pesar de que carezcan (porque no lo necesiten) del equivalente de ese apoyo cognitivo que en el hombre supone la subjetividad.Es más, el escritor nos hace ver que en realidad el ser humano podría actualmente estar ya sirviendo como una especie de catalizador de lo que se podría entender como nuestro sucesor directo en la escalada natural en pos de una "búsqueda" o tendencia hacia una cada vez mayor inteligencia global. Los avances en la inteligencia artificial de la mano de las redes neuronales profundas han sido increíbles en los últimos 5 años. Se han logrado cosas que nadie habría esperado hace apenas una década, y todo apunta a que este avance exponencial no ha hecho más que comenzar.Es posible por tanto que dentro de un par o tres de décadas la inteligencia artificial sea capaz de acaparar y tratar información en ciertos ámbitos en rangos totalmente inalcanzables para cualquier persona, e incluso para el hombre como especie en su conjunto. Y es que la captación, tratamiento y esparcimiento de información de los modernos algoritmos artificiales que estamos generando son simplemente superiores a las capacidades intelectuales humanas. El modelo neuronal AlphaZero de Google DeepMind por poner un ejemplo es capaz de aprender de manera autónoma mediante un entrenamiento no supervisado a jugar a diferentes juegos milenarios como el Go o el ajedrez a un nivel tal, que simplemente ningún ser humano es capaz intelectualmente de acaparar la suficiente información del estado del juego como para superarle. AlphaZero en este sentido es mucho inteligente que cualquier ser humano puesto que basa su poder de juego no en la fuerza bruta (como era el caso del famoso Deep Blue), sino en una capacidad superior (se podría decir intuitiva y creativa) para entender el estado del juego y actuar en consecuencia. En cierto modo este modelo neuronal de Google supera ya nuestras habilidades subconscientes e intuitivas para estos juegos, y eso a pesar de no poseer ni de lejos nada similar a una consciencia artificial...no obstante hay que notar de nuevo que es mucho más inteligente que nosotros, al menos en estos terrenos (o dominios) de juego.En resumen: una alta inteligencia no necesita forzosamente de una consciencia de apoyo, ni tampoco una inteligencia con el apoyo de la consciencia o subjetividad necesariamente va a ser más inteligente que un ente o sistema intelectual que carezca de dicho "narrador". Ya existen (muchos) algoritmos con inteligencia sobrehumanas para atender problemas (dominios) concretos, y están proliferando en todos los ámbitos económicos e industriales. Por poner otro ejemplo, los sistemas de conducción autónoma siguen mejorando y es de esperar que en no más de 5 años sean capaces de conducir un vehículo con mayor seguridad y capacidad que cualquier persona (puesto que serán capaces de obtener y atender a mucha más información que nosotros, y de tratarla luego con mucha más eficiencia). Ya hay tests de Peugeot donde demuestran que su sistema de conducción alcanza unos tiempos de respuesta (reflejos) superiores a los de pilotos humanos profesionales a la hora de salvar obstáculos imprevistos. Con el tiempo estos modelos neuronales artificiales serán más inteligentes a la hora de conducir que cualquier humano e; insistamos de nuevo, todo eso a pesar de no poseer nada semejante a una capacidad cognitiva consciente. Estos algoritmos inteligentes cada vez irán arrebatando más y más terreno al hombre hasta que el dominio que sean capaces de abarcar lleguen a cualquier profesión o situación. De nuevo AlphaZero es un buen ejemplo de ello: un algoritmo planteado originalmente simplemente para jugar al Go, fue luego reutilizado casi sin modificar para jugar (y vencernos) a cualquier otro tipo de juego de mesa tradicional (el dominio de aplicación del modelo se amplió así de manera sorprendente). Un sistema similar es por cierto utilizado por otras compañías para derrotarnos en cada vez dominios más amplios, complejos y de información imperfecta (como por ejemplo el juego de ordenador Dota o StarCraft).Evolutivamente (de manera natural) parece pues que la consciencia no es otra cosa más que un accidental apoyo cognitivo puntual que cierto espécimen de la sabana africana necesitó para lograr su adaptación al medio una vez que su cortex y su capacidad craneal empezó a aumentar desmesuradamente. Sin embargo este suceso fortuito no parece tener nada de excepcional. La tendencia natural (evolutiva) del mundo no parece ir dirigida en absoluto hacia estados de consciencia "superior", sino meramente hacia estados intelectuales cada vez más capaces de consumir y distribuir información (en el espacio y el tiempo). No es inimaginable que estructuras más inteligentes que el hombre nos desplacen a nivel mundial dentro de varias décadas (o siglos) a pesar de no poseer consciencia alguna. Lo único que necesitará tal sistema "sustituto" es la suficiente capacidad autónoma para no necesitar del hombre para subsistir, al mismo tiempo de poseer capacidades intelectuales superiores a la humana. La consciencia sobrará de la ecuación porque el Universo tiende de manera natural hacia estructuras cada vez más inteligentes y eficientes, y no hacia estructuras con estados cognitivos conscientes o subjetivos.Llegará el día en que la Tierra esté quizás llena de objetos inteligentes pero no conscientes, los cuales no obstante serán nuestros descendientes directos. Estos entes serán extraordinariamente eficientes devoradores de información e impresionantes computadores con la habilidad para ejecutar algoritmos con una eficiencia inusitada. Serán ellos los que hereden posiblemente nuestro mundo, y probablemente desplacen con el tiempo a cualquier otro organismo biológico que les impida obtener la energía necesaria para su "costoso" funcionamiento (valga por ejemplo mencionar en este sentido que la moderna minería de criptomonedas -que no es otra cosa que la ejecución de complejos algoritmos matemáticos- consume ya más electricidad que 159 países juntos).Y es que la cuestión de fondo en todo este asunto que Yuval Noah no ha sabido relacionar (o que ha dejado pendiente para un futuro libro), es la relación directa que existe entre inteligencia, complejidad, información, entropía, termodinámica y consumo de energía. Todos estos conceptos van a nivel físico de la mano como hemos explicado en varias ocasiones en este mismo blog; y todo apunta en una única dirección: el Universo "desea" y tiende naturalmente hacia aquellos estados de máximo consumo de energía libre. Por lo tanto si uno indaga y reduce lo que podemos observar en el fenómeno a bases exclusivamente físicas, podemos observar siempre sin excepción de fondo un objetivo natural y espontáneo hacia sistemas y estructuras con cada vez una mayor capacidad para abolir gradientes y potenciales energéticos.La historia cósmica parece estar finamente engrasada y dispuesta para lograr por todos los medios su propia aniquilación "térmica" a un ritmo exponencial. Merece la pena mencionar en este sentido el trabajo del profesor Eric Chaisson, el cual explica muy claramente este destacado hecho de la evolución cósmica hacia la complejidad desde su mismo origen. Su obra fundamental en este sentido "Evolución cósmica: El aumento de la complejidad en la naturaleza" (Cosmic Evolution: The Rise of Complexity in Nature) y el trabajo de Yuval Noah vienen en realidad a complementarse y demuestran con viveza que el tratamiento de la información, el aumento en la complejidad estructural y la "búsqueda" natural en favor de aquellos estados que más rápido destruyen el potencial del Universo son diversas caras (interpretaciones) de una misma moneda (física).Es, como resumen; bastante más que probable que en pocos siglos el hombre, junto con su conciencia, pasen a formar parte de la historia natural dando lugar (cediendo su puesto) a una entidad mucho más compleja e inteligente, capaz de aniquilar y despedazar cantidades de energía a un ritmo que no podemos ni siquiera imaginar hoy día. No obstante posiblemente no serán conscientes en el humanizado sentido del término, y quizás su subjetividad se asemeje mejor a lo que sea que puedan sentir los miembros de un enjambre de abejas (si es que a eso se le puede llamar sentir).Yo personalmente me aventuro a predecir que serán posiblemente entes u objetos no biológicos (es decir, no basados en el carbono), y que probablemente contarán con miembros de tamaño y labores muy variadas (desde escalas kilométricas a nanométricas). Todo rastro de habilidad cognitiva que sea innecesaria o que pueda "lastrar" al verdadero objetivo termodinámico habrá desaparecido, y por tanto no quedará ningún vestigio de lo que entendemos como arte, cultura o todas esas emociones y sentimientos que perjudican la eficiencia del sistema en su conjunto. No habrá subjetividad (al estilo humano) a nivel individual ni tampoco a nivel colectivo (la individualidad de tales seres de hecho no será fácilmente identificable).El mundo se habrá centrado por completo en ese momento, al menos aquí en la Tierra, en el verdadero objetivo natural térmico; y todo funcionará como un enorme mecanismo de eficiencia astronómica. En ese momento lo que muchos denominan como Gaia habrá madurado y posiblemente estará listo para diseminar por fin su potencial a otros sistemas de estrellas: la colonización (germinación) habrá empezado.
Este estudio, mucho más serio, dice justo lo contrario: La inmunidad protectora del coronavirus es de corta duración (traducción de paper)
"DISCUSIÓN
Mostramos, por primera vez, que las reinfecciones por todos los coronavirus estacionales ocurren de manera natural. La mayoría de las reinfecciones ocurrieron en 3 años. Sin embargo, este intervalo de tiempo entre infecciones no indica que la inmunidad protectora de un individuo dure el mismo período de tiempo, ya que la reinfección también depende de la reexposición. De hecho, según los intervalos mínimos de infección y la dinámica de disminución de anticuerpos que observamos, la inmunidad protectora puede durar tan poco como 6 a 12 meses.[...]"
Voy a continuación a traduciros un interesante paper con fecha de junio de este año 2020. Los comentarios [entre corchetes] son anotaciones mías.==================================================================================La inmunidad protectora del coronavirus es de corta duración.AutoresArthur WD Edridge 1 , Joanna Kaczorowska 1 , Alexis CR Hoste 2 , Margreet Bakker 1 , Michelle Klein 1 ,Maarten F. Jebbink 1 , Amy Matser 3 , Cormac M. Kinsella 1 , Paloma Rueda 2 , Maria Prins 3,4 , Patricia Sastre 2 ,Martin Deijs 1 , Lia van der Hoek *Afiliaciones1. Laboratorio de Virología Experimental, Departamento de Microbiología Médica y Prevención de Infecciones,Instituto de Infección e Inmunidad de Amsterdam, Amsterdam UMC, Universidad de Amsterdam, Meibergdreef 15,1105 AZ Amsterdam, Países Bajos.2. INGENASA, Inmunología y Genética Aplicada SA, Av. de la Institución Libre de Enseñanza, 39, 28037Madrid, España3. Departamento de Enfermedades Infecciosas, Servicio de Salud Pública de Amsterdam, Nieuwe Achtergracht 100, 1018.WT Amsterdam Países Bajos.4. Amsterdam UMC, Universidad de Amsterdam, Departamento de Enfermedades Infecciosas, Infección y AmsterdamImmunity Institute, Amsterdam UMC, Universidad de Amsterdam, Meibergdreef 15, 1105 AZ Amsterdam,Los países bajos.ABSTRACTEn la pandemia actual de COVID-19, una pregunta clave sin resolver es la duración de la inmunidad adquirida en individuos recuperados. La reciente aparición de SARS-CoV-2 impide un estudio directo sobre este virus, pero cuatro coronavirus humanos estacionales pueden revelar características comunes aplicables a todos los coronavirus humanos.Monitoreamos sujetos sanos durante un período de 35 años (1985-2020), proporcionando un seguimiento total de 2473 personas/meses. Se determinó: a) el tiempo de reinfección por cada cepa de coronavirus, y b) la evolución en la disminución de anticuerpos contra estos coronavirus tras la infección y posterior recuperación. Como resultado se encontró una alarmante corta duración en la inmunidad protectora frente a dichos coronavirus. Ocurrieron reinfecciones frecuentemente transcurridos 12 meses tras la enfermedad, y hubo, para cada virus, una reducción sustancial en los niveles de anticuerpos en un tiempo tan temprano como 6 meses.TEXTO PRINCIPALEl SARS-CoV-2 es un nuevo coronavirus responsable de la pandemia en curso. Su rápida transmisión es probablemente causada por el hecho de que el virus entró en un ser humano muy desprotegido y por lo tanto altamente susceptible de ser infectado, combinado con la capacidad del propio virus para transmitirse durante la fase asintomática de la infección.Como no hay intervenciones farmacéuticas disponibles actualmente, las políticas actuales para limitar la propagación del SARS-CoV-2 gira en torno a la contención, el distanciamiento social y la suposición de que los pacientes recuperados desarrollan inmunidad protectora. La duración de la protección afectará no solo el curso general de la pandemia actual, sino también el período posterior a la pandemia misma. Hasta la fecha no hay evidencia concreta de reinfección por SARS-CoV-2, ni tampoco ningún ejemplo de reinfección por SARS-CoV-1 o MERS-CoV; sin embargo, esto es probablemente debido a la reciente aparición de SARS-CoV-2 y a la poca escalada infectiva que tuvo el SARS-CoV-1 y MERS-CoV [que no llegaron a convertirse en pandemia]. En general todos suponen que sí puede ocurrir una reinfección por cualquier tipo de coronavirus, sin embargo, esta tesis se funda de momento en un único estudio experimental sobre individuos voluntarios en donde se usó un coronavirus cultivado (HCoV-229E) inoculado en intervalos de 12 meses. Por lo tanto, debemos señalar que la susceptibilidad a la reinfección natural por coronavirus no ha sido investigada hasta ahora a fondo. Se suponen que las reinfecciones son posibles y que probablemente son dictadas por dos variables: la exposición al virus y la duración de la inmunidad adquirida tras la primera infección.Actualmente no es posible investigar las reinfecciones por SARS-CoV-2 ya que estamos en una fase temprana de la pandemia, sin embargo los coronavirus estacionales [causante del resfriado común] pueden servir como modelo de estudio [dada la similitud silogenética entre los mismos y el SARS-CoV-2]. Hay cuatro especies de coronavirus estacionales: HCoV-NL63, HCoV-229E, HCoV-OC43 y HCoV-HKU1. Todos están asociados con infecciones leves del tracto respiratorio, pero los cuatro virus son genética y biológicamente diferentes. Dos pertenecen al género Alphacoronavirus , y dos al género Betacoronavirus [mismo género del SARS-CoV-2]. Los virus usan diferentes moléculas receptoras para ingresar a una célula objetivo, y en función de la distribución del receptor, no todas ingresan al mismo tipo de células epiteliales en los pulmones. Dada esta variabilidad, los coronavirus estacionales son los grupos de virus más representativos del cual concluir características generales de los coronavirus en cuanto a denominadores comunes como la dinámica de la inmunidad y la susceptibilidad a la reinfección.El objetivo de este estudio es investigar la duración de la protección del coronavirus contra las reinfecciones. Examinar las reinfecciones mediante la prueba del virus en el material respiratorio requiere la recolección de muestras respiratorias de voluntarios durante cada síntoma de resfriado común y, debido a que las reinfecciones pueden ser asintomáticas, también durante períodos sin síntomas, durante años seguidos. Este tipo de colecciones de muestras son difíciles de obtener. La alternativa es medir los aumentos en los anticuerpos contra un virus (serología), como un indicador de infección reciente. Esta opción es aplicable, ya que se ha determinado que los niveles de IgG para el coronavirus estacional: 1) solo aumentan después de una infección exitosa, 2) también aumentan con la infección asintomática, y 3) no aumentan después de un desafío viral fallido. Las muestras de sangre recolectadas a intervalos regulares en estudios de voluntarios durante décadas pueden servir posteriormente como material esencial para investigar la dinámica de la reinfección basada en una serología. En teoría, las pruebas de neutralización del virus pueden parecer el mejor ensayo serológico cuando se investiga la inmunidad protectora, sin embargo, existen limitaciones graves. Primero, no hay una línea celular que facilite la replicación de HCoV-HKU1 y, por lo tanto, no se pueden realizar pruebas de neutralización para este virus. En segundo lugar, las únicas cepas de virus cultivadas HCoV-229E y HCoV-OC43 disponibles son de la década de 1960 y están adaptadas al laboratorio, las cuales pueden no ser representantes adecuados de los virus en estado salvaje. En cambio, medir los niveles de anticuerpos dirigidos a proteínas virales usando, por ejemplo, ELISA, sí permitirá la prueba de reinfección para los 4 coronavirus estacionales. En este caso, se debe hacer una elección cuidadosa para el antígeno, considerando la compensación entre sensibilidad y reactividad cruzada en un ensayo serológico. Aunque la proteína Spike provoca anticuerpos neutralizantes, es la menos conservada dentro de una especie de coronavirus estacional, y disminuye la sensibilidad para detectar infecciones. En contraste, la proteína N, y específicamente su región C terminal (NCt), está significativamente más conservada y se ha encontrado como la proteína más inmunogénica, específica y sensible para controlar las infecciones por coronavirus estacionales [5–9].Dinámica dela infección. De un estudio de prospectivo realizado con hombres adultos (ver M&M, 10), se seleccionaron diez sujetos que participaron desde el inicio del estudio y al menos 10 años en seguimiento. Estos participantes no informaron ninguna enfermedad grave que pudiera haber influido en su inmunidad (ver descripción del estudio en M&M). El seguimiento de los sujetos con recolección y almacenamiento de sangre comenzó en 1985 y, dejando de lado una brecha en el seguimiento entre 1997 y 2003, continuó para la mayoría de los sujetos hasta el 2020 a intervalos regulares (cada 3 meses antes de 1989 y cada 6 meses después). El período acumulativo en el que los sujetos fueron seguidos continuamente (es decir, < 400 días de intervalo entre muestras consecutivas) totalizó más de 200 años-persona = 2473 meses. Al comienzo del estudio, la edad de los sujetos varió de 27 a 40 años; Al final del seguimiento, los sujetos tenían entre 49 y 66 años.Figura 1 - Dinámica de anticuerpos para coronavirus estacionales y virus del sarampión en el tiempo. (a) Dinámica de anticuerpos del sujeto 9. Los puntos conectados indican intervalos de seguimiento < 400 días. Los asteriscos significan visitas clasificadas como infecciones, el número adyacente al asterisco describe el cambio de pliegue observado en la densidad óptica del ELISA. (b) Distribución de cambios de pliegue OD entre visitas secuenciales. Los gráficos muestran valores medios con el rango intercuartil (IQR), los picos se extienden hasta el rango después del cual las muestras se consideran valores atípicos (1.5 x IQR por debajo del primero o por encima del tercer cuantil). En rojo: HCoV-NL63; azul: HCoV-229E; verde: HCoVOC43; púrpura: HCoV-HKU1; naranja: coronavirus estacionales totales; gris: virus del sarampión. (c) La reactividad de anticuerpos a HCoV-NL63-NCt se asocia con la neutralización de HCoV-NL63. En rojo: dinámica de anticuerpos medida por ELISA; azul: disolución de neutralizadores.Las infecciones por coronavirus se determinaron midiendo los cambios de pliegue en la densidad óptica (DO) en el reconocimiento de anticuerpos NCt entre dos visitas consecutivas (mostradas para un individuo [el 9] en la Fig. 1a y para todos sujetos en la figura complementaria (S1). Primero medimos la fluctuación natural entre visitas consecutivas en anticuerpos contra el virus del sarampión para los 10 sujetos suponiendo que el sarampión no ocurrió durante el seguimiento, ya que todos los sujetos fueron vacunados durante la infancia. Los cambios de pliegue en la OD del anticuerpo para el virus del sarampión variaron entre 0,85 y 1,28 (Fig. 1b). Luego se determinó un umbral para la infección por coronavirus utilizando la distribución del cambio de pliegue OD, suponiendo que durante la mayoría de los intervalos no se produjo infección por coronavirus y, por lo tanto, las infecciones aparecen como valores atípicos. La Figura 1b muestra que los aumentos de OD ≥1.4 veces fueron atípicos (Fig. 1b). Luego determinamos si estos criterios de infección serológica podrían deberse a enfermedades similares a la influenza (ILI) en el intervalo que precede directamente al aumento de anticuerpos. De hecho, la notificación de síntomas de ILI coincidió con un aumento ≥1.4 en los anticuerpos (prueba exacta de Fisher p = 0.031, tabla complementaria S1). Finalmente comparamos los resultados de ELISA de HCoV-NL63 con la disolución de neutralizadores para HCoV-NL63 en dos sujetos (# 5 y # 7, con tres infecciones). Las infecciones mostraron un aumento en la disolución de neutralizadores que acompañó al aumento ≥1,4 veces en los anticuerpos NCt (Fig. 1c).Un total de 132 eventos [infecciones], que van de 3 a 22 por sujeto, se clasificaron como infecciones por coronavirus (Tabla 1). Se encontraron tiempos medios de reinfección de 33 (IQR 18-60), 31 (IQR 15-42), 27 (IQR 21-49) y 46 (IQR 36-68) para HCoV-NL63, HCoV-229E, HCoV- OC43 y HCoV-HKU1, respectivamente, y 30 (IQR 18-54) meses para todos los virus combinados (Fig. 2a). No hubo diferencia estadísticamente significativa entre las longitudes de intervalo de infección de los virus individuales (prueba de Kruskal-Wallis, P = 0,74). En algunos casos, las reinfecciones ocurrieron tan pronto como los 6 meses (dos veces para HCoV-229E y una vez para HCoV-OC43) y los 9 meses (dos veces para HCoV-NL63). El tiempo de reinfección más frecuente observado fue de 12 meses. Para las reinfecciones que ocurrieron a los 6 meses no observamos reducción en los anticuerpos entre infecciones (Fig. 2a, círculos blancos), sin embargo, para los tiempos de reinfecciones > 6 meses se encontraron reducciones en los niveles de anticuerpos entre dos infecciones (visibles como picos en la Fig. 1a y Complementaria Fig. S1).La capacidad de detectar reinfecciones a corto plazo está limitada por el intervalo de muestreo. Sin embargo, es importante destacar que no se observó reinfección en la primera visita de seguimiento posterior después de un intervalo de 3 meses (Fig. 2a). Observamos varias reinfecciones en visitas posteriores con un intervalo de 6 meses, lo que sugiere que no ocurren reinfecciones dentro de los 6 primeros meses. Para examinar más de cerca esto, también observamos cambios < 1.4 veces menor en los anticuerpos directamente después de una infección, siempre bajo el supuesto de que los niveles de anticuerpos que no disminuyen adecuadamente después de la infección pueden ser un signo de otra infección. Como se muestra en la figura 2b, solo se encontraron cambios por debajo de 1 después de la infección con cada muestreo de 3 meses y, por lo tanto, podemos concluir con seguridad que el punto de tiempo de confianza más temprano para la reinfección es de 6 meses.Figura 2. Características de infección y reinfección, y dinámica de anticuerpos menguantes para coronavirus estacionales. (a) El intervalo de tiempo entre reinfecciones. Los puntos blancos indican reinfecciones para las cuales no se pudo observar una disminución intermedia en los niveles de anticuerpos. Las líneas verticales negras describen los tiempos medios de reinfección. (b) Cambios en los niveles de anticuerpos después de la infección en relación con la duración del intervalo de seguimiento. Cada círculo representa una infección. El eje x describe el tiempo hasta la próxima visita de seguimiento posterior a la infección. El eje y describe el cambio en el nivel de anticuerpos en la visita posterior. Los círculos más grandes representan una mayor relación de aumento en los niveles de anticuerpos en la infección inicial. La línea horizontal indica el límite entre aumentos (> 1.0) o disminuciones (< 1.0) en los niveles de anticuerpos en la próxima visita de estudio. (c) Curva de Kaplan-Meier que muestra disminución de anticuerpos después de la infección (100%, 75% y 50%), detalles en M&M.Dinámica de anticuerpos después de la infección. La inmunidad protectora puede durar menos que el tiempo medido hasta la reinfección porque una reinfección también requiere exposición a un virus. Por lo tanto, el decaimiento en los niveles de anticuerpos puede ser un mejor marcador de la inmunidad menguante. Aunque los anticuerpos contra la proteína N por sí mismos no son neutralizantes, pueden considerarse como un representante del total de anticuerpos (ver comparaciones con la neutralización Fig. 1c). Analizamos la dinámica de la disminución de los anticuerpos NCt después de la infección, calculando el tiempo hasta que se produjo un retorno del 50%, 75% o del total de los niveles de anticuerpos a la línea de base (niveles de anticuerpos previos a la infección). La mayoría de los pacientes perdieron el 50% de sus anticuerpos anti-proteína NCt después de 6 meses, el 75% después de un año, y regresaron completamente a los valores basales 4 años después de la infección (Fig. 2c y Fig. Suplementaria S1).Infecciones simultáneas. Aunque nuestras pruebas ELISA que usan la parte C-terminal de la proteína N se diseñaron con precaución para ser específicas para cada virus individual, no podemos descartar que ocurra un cierto grado de reactividad cruzada de anticuerpos. Por lo tanto, investigamos con qué frecuencia coincidían las infecciones, ya que la reactividad cruzada puede haber llevado a un etiquetado falso de las infecciones. Observamos que las infecciones simultáneas con un Alfacoronavirus (HCoV-NL63 o HCoV-229E) junto con Betacoronavirus (HCoV-HKU1 o HCoV-OC43) eran raras, sin embargo, vimos que las infecciones por los Betacoronavirus HCoV-OC43 y HCoV-HKU1 a menudo coincidían (38,5%, tabla 2). Asimismo, para los Alfacoronavirus, las infecciones por HCoV-229E coincidieron con las infecciones por HCoV-NL63 en el 59.5% de los casos, y viceversa en el 44.9% de los casos. Por lo tanto, existe el riesgo de que sobrestimásemos el número de infecciones y, por lo tanto, volvimos a analizar los datos con una definición más estricta de infección, que incluye solo el aumento de los anticuerpos más fuertes inducidos por un Betacoronavirus o Alphacoronavirus en un momento determinado. Según esta definición, todavía encontramos intervalos de infección comparables a los datos originales (Fig. S2 suplementaria), con intervalos mínimos de infección tan cortos como 6 meses y reinfecciones frecuentes a los 12 meses, aunque el número de reinfecciones obviamente se redujo.Estudiando los anticuerpos comunes contra todos los coronavirus. En teoría, los anticuerpos inducidos por infecciones por coronavirus pueden tener amplias características de reconocimiento en común. Para examinar esto, realizamos un ELISA adicional en los 10 sujetos, esta vez utilizando la proteína N completa de SARS-CoV-2, para permitir la detección de anticuerpos ampliamente reconocidos en coronavirus. Para excluir que la detección de este tipo de anticuerpos fueron falsos positivos debido a que fueron dirigidos a la etiqueta his en nuestras proteínas N de coronavirus, también realizamos un ELISA de control con una proteína de envoltura de VIH-1 etiquetada con his. Un sujeto (# 2) mostró un reconocimiento no específico, ya que también se reconoció la proteína VIH-1-SOSIP etiquetada con his (Figura complementaria S3). Otros dos sujetos mostraron anticuerpos ampliamente compartidos, muy probablemente inducidos por infecciones con Alphacoronavirus y Betacoronavirus durante el mismo intervalo (sujetos 9 y 10, Suplemento Fig. S3). Es de notar que no parece que estos anticuerpos compartidos sean buenos protectores ya que las infecciones por HCoV-NL63, HCoV-229E y HCoVOC43 ocurrieron en presencia de estos anticuerpos (Figura complementaria S1).Infecciones por coronavirus según las estaciones del año. Hasta la fecha, no está claro si el SARS-CoV-2 compartirá el mismo pico de prevalencia invernal que se observa en los coronavirus estacionales en países no ecuatoriales. Sin embargo, es importante considerar que la preferencia invernal de los coronavirus estacionales solo se ha determinado analizando muestras respiratorias de personas que experimentaron la enfermedad. Por lo tanto, el muestreo y el almacenamiento dependen de los síntomas y no del protocolo de estudio. Si la propagación del coronavirus continúa sin disminuir en verano, sin embargo, las personas rara vez muestran síntomas y, por lo tanto, no se toman muestras, las infecciones permanecerán sin ser detectadas. Nuestro estudio serológico es único porque evita este sesgo de muestreo. Los Países Bajos tienen un clima templado típico, y nuestras muestras de estudio fueron recolectadas a intervalos regulares. Las muestras de cada sujeto se distribuyeron aleatoriamente durante todo el año y, debido al régimen de visitas de 3 o 6 meses, se recolectaron muestras durante todas las estaciones. En consecuencia, podemos por primera vez visualizar la estacionalidad de las infecciones por coronavirus de manera imparcial. Estimamos la prevalencia de inicio de infección para cada mes para todas las infecciones detectadas en este estudio (ver los métodos suplementarios para detalles de análisis). Como se muestra en la Fig. 4, los meses de primavera y verano de mayo, junio, julio, agosto y septiembre muestran la prevalencia más baja de infecciones para los cuatro coronavirus estacionales (prueba de Wilcoxon de rango con signo, p = 0.005).Fig. 4 Estacionalidad de las infecciones. Prevalencia de infección de los cuatro coronavirus estacionales en diferentes meses. La prevalencia por mes se muestra como un porcentaje del número total de infecciones por coronavirus.DISCUSIÓNMostramos, por primera vez, que las reinfecciones por todos los coronavirus estacionales ocurren de manera natural. La mayoría de las reinfecciones ocurrieron en 3 años. Sin embargo, este intervalo de tiempo entre infecciones no indica que la inmunidad protectora de un individuo dure el mismo período de tiempo, ya que la reinfección también depende de la reexposición. De hecho, según los intervalos mínimos de infección y la dinámica de disminución de anticuerpos que observamos, la inmunidad protectora puede durar tan poco como 6 a 12 meses. Recientemente Kissler et al. modeló la inmunidad protectora y la dinámica de reinfección de los HCoV-OC43 y HCoV-HKU1 y estimó un período de inmunidad protectora de 45 semanas. Nuestro estudio serológico confirma esta predicción. Cuando vemos nuestros hallazgos a la luz de las acciones de control actuales tomadas para el SARS-CoV-2, queda claro que el riesgo de reinfección del coronavirus es clave para la política de salud pública. Aquí revelamos un riesgo de que en el futuro cercano, las pruebas basadas en serología que miden infecciones previas para el SARS-CoV-2 que usan la proteína N puedan tener un uso limitado si esa infección se produjo >1 año antes del muestreo. Nuestro estudio también muestra que la inmunidad colectiva puede ser un desafío debido a la rápida pérdida de la inmunidad protectora. Recientemente se sugirió que las personas recuperadas deberían recibir el llamado "pasaporte de inmunidad" que les permitiría relajar las medidas de distanciamiento social y proporcionar a los gobiernos datos sobre los niveles de inmunidad de rebaño en la población. Sin embargo, como la inmunidad protectora puede perderse a los 6 meses después de la infección, la posibilidad de alcanzar la inmunidad funcional del rebaño por infección natural parece muy poco probable.Notamos que tres sujetos portaban anticuerpos que reconocían la proteína N del SARS-CoV-2 en ciertos puntos de tiempo. Es poco probable que hayan sido infectados con un virus similar al SARS-CoV-2 en 1985 (sujeto # 10), 1992 (sujeto # 2) o 2006 (sujeto # 9), y por lo tanto, sugerimos que estos anticuerpos ampliamente compartidos para hacer frente a los coronavirus han sido inducidos por infecciones coincidentes de un alfa y un betacoronavirus (en nuestros sujetos HCoV-HKU1 y HCoV-NL63). Para explorar este hallazgo, observamos la distancia genética y, en consecuencia, las diferencias de aminoácidos en la proteína estructural de los diversos coronavirus (tabla complementaria S2). La proteína N del SARS-CoV-2 tiene solo un 32% y 34% de coincidencia a nivel de aminoácidos con la proteína N del HCoV-OC43 y el HCoV-HKU1 respectivamente, y solo un 26% y 24% de identidad con HCoV-NL63 y HCoV-229E. De manera similar, la distancia entre el Alphacoronavirus y la proteína N del Betacoronavirus es grande (solo 24% a 26% de identidad entre aminoácidos). Aún así, no podemos excluir la presencia de epítopos conservados (conformacionales) en la proteína N del HCoV-HKU1 y el HCoV-NL63 que pueden dar como resultado una respuesta de anticuerpos de acción más amplia, debido a la exposición simultánea en infecciones concurrentes. Se requiere una evaluación adicional, que incluya más sujetos, para la confirmación.No pudimos secuenciar el genoma del virus durante la infección. En teoría, la variación de la cepa podría jugar un papel en la susceptibilidad a la reinfección. HCoV-NL63, HCoV-OC43 y HCoV-HKU1 muestran diferentes grupos genéticos cocirculantes [4,14,15]. La situación es aún más complicada para HCoV-229E. Sylvia Reed ha demostrado que la reinfección experimental de voluntarios no tiene éxito cuando se usa la misma cepa de HCoV-229E, pero tiene éxito cuando se usan cepas heterólogas. Curiosamente, no se conocen subtipos genéticos importantes para HCoV-229E [17,18]. Como HCoV-NL63 no se conocía en la década de 1980, y las características del cultivo diferían entre las cepas HCoV-229E de Reed, las llamadas cepas heterólogas en realidad pueden haber sido HCoVNL63 [16,19]. Un estudio sobre inmunidad protectora idealmente permitiría la secuenciación de las cepas de reinfección de material respiratorio; sin embargo, esto es intratable en un estudio de infección natural porque la eliminación del virus en las reinfecciones puede ser tan breve como un día, y los esquemas de muestreo respiratorio serían extremadamente engorrosos para los voluntarios. Otra limitación del estudio es que los sujetos en nuestro estudio eran todos hombres. Para COVID-19, y también HCoV-NL63, los hombres tienen una mayor incidencia de la enfermedad [20] y, por lo tanto, es interesante determinar la dinámica de la inmunidad protectora también en una cohorte de mujeres sanas. En conclusión, todos los coronavirus humanos estacionales tienen poco en común, aparte de causar un resfriado común. Aún así, todos parecen inducir una inmunidad de corta duración con una rápida pérdida de anticuerpos. Este bien puede ser un denominador general para los coronavirus humanos.Referencias1. Callow, K. A. Efecto de la inmunidad humoral específica y algunos factores no específicos sobre la resistencia de voluntarios para la infección por coronavirus respiratorio. Epidemiology & Infection 95, 173-189 (1985).2. van der Hoek, L. y col. Carga de la enfermedad debida a las infecciones por coronavirus NL63 humano y periodicidad de la infección. Journal of Clinical Virology 48, 104-108 (2010).3. van der Hoek, L. Coronavirus humanos: ¿qué causan? 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Análisis de los genes de la espiga y nucleoproteína del coronavirus humano 229E demuestra la deriva genética entre cepas cronológicamente distintas. Revista de virología general 87, 1203-1208 (2006).18. Farsani, S. M. J. y col. Las primeras secuencias completas del genoma de aislados clínicos de humanos coronavirus 229E. Virus Genes 45, 433–439 (2012).19. van der Hoek, L., Pyrc, K. y Berkhout, B. Coronavirus humano NL63, un nuevo virus respiratorio. FEMS microbiology reviews 30, 760–773 (2006).20. Kiyuka, P. K. y col. Coronavirus humano NL63 epidemiología molecular y patrones evolutivos enKenia costera rural. El diario de enfermedades infecciosas 217, 1728-1739 (2018).
Cosa más fea de bandera, por Dios.
#0 Interesante resumen de la historia de la bandera y sus conflictos. Aún así la bandera de la Primera República mantenía los colores y no implicó ningún trauma, en mi opinión, con cambiar el escudo es más que suficiente.
#2 Me pasa lo mismo, me parece fea hasta decir basta. Es una combinación de colores muy poco afortunada.
"Una carroña", por Charles Baudelaire:Recuerda lo que vimos, alma mía,esa mañana de verano tan dulce:a la vuelta de un sendero una carroña infameen un lecho sembrado de guijarros,con las piernas al aire, como una mujer lúbrica,ardiente y sudando los venenosabría de un modo negligente y cínicosu vientre lleno de exhalaciones.El sol brillaba sobre esta podredumbre,como para cocerla en su punto,y devolver ciento por uno a la gran Naturalezatodo lo que en su momento había unido;y el cielo miraba el espléndido esqueletocomo flor que se abre.Tan fuerte era el hedor que tú, en la hierbacreíste desmayarte.Zumbaban las moscas sobre este vientre pútridodel cual salían negros batallonesde larvas que manaban como un líquido espesopor aquellos vivientes andrajos.Todo aquello descendía y subía como una ola,o se lanzaba chispeantese hubiera dicho que el cuerpo, hinchado por un aliento vago,vivía y se multiplicaba.Y este mundo producía una música extrañacomo el agua que corre y el vientoo el grano que un ahechador con movimiento rítmicoagita y voltea con su criba.Las formas se borraban y no eran más que un sueño,un esbozo tardo en apareceren la tela olvidada, y que el artista acabasólo de memoria.Detrás de las rocas una perra inquietanos miraba con ojos enfadados,espiando el momento de recuperar en el esqueletoel trozo que había soltado.Y, sin embargo, tú serás igual que esta basura,que esta horrible infección,¡estrella de mis ojos, sol de mi naturaleza,tú, mi ángel y mi pasión!¡Sí! tal tú serás, oh reina de las gracias,después de los últimos sacramentos,cuando vayas, bajo la hierba y las fértiles florescencias,a enmohecer entre las osamentas.Entonces, oh belleza mía, di a los gusanosque te comerán a besos,¡que he guardado la forma y la esencia divinaDe mis amores descompuestos!
«Embriagaos»Hay que estar siempre ebrio. Todo se reduce a eso; es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo, que os destroza los hombros doblegándoos hacia el suelo, debéis embriagaros sin cesar.Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como os plazca. Pero embriagaos.Y si alguna vez os despertáis en la escalinata de un palacio, tumbados sobre la hierba verde de una cuneta o en la lóbrega soledad de vuestro cuarto, menguada o disipada ya la embriaguez, preguntadle al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, canta o habla, preguntad qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj os contestarán: «¡Es hora de embriagarse! Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, embriagaos; ¡embriagaos sin cesar! De vino, de poesía o de virtud, como os plazca.»Charles Baudelaire. "Pequeños poemas en prosa o Spleen de París" (1862)Un poema sencillamente maravilloso. Sobran las palabras.
Peso a lo que la gente cree, en el LHC lo que se "observó" NO fue en sí el fenómeno del Higgs, ya que esta partícula fundamental NO dura lo suficiente como para que un artilugio sea capaz de detectarla (su vida media es de 1.56×10^−22 segundos). Es decir, que ¡los detectores NO detectaron (valga la redundancia) un bosón de Higgs porque este desaparece (decae en otras partículas) casi tan pronto como aparece!, sino que se detectaron otras partículas más "mundanas" que no decaen o tardan lo suficiente en decaer como para llegar a alcanzar algún tipo de detector. En concreto, se puede detectar el rastro de: electrones, muones, taus, fotones, neutrinos, algunos mesones estables (quark-antiquark), algunos hadrones estables (conjunto de tres quarks como por ejemplo el protón y el neutrón), las anti-partículas de todas ellas...¡y nada más!Es decir, que NO existen detectores de Higgs. El LHC no es especial en ese sentido. Y si se da por hecho la existencia del Higgs es porque se ha detectado una resonancia de las partículas "mundanas" antes descritas que cuadran con las matemáticas del modelo estándar:Para que el modelo estándar fuera correcto, era necesario que el Higgs estuviera ahí; pero ante la imposibilidad de medirlo directamente, se tuvo que tirar de un "truco" estadístico (que ya se había utilizado antes en otras situaciones similares pero con partículas de menos masa: como los bosones W+- y Z, por ejemplo).Ese "truco" no es ni más ni menos que el de variar poco a poco la energía de colisión de los hadrones e ir observando cuántos electrones se detectan, cuántos muones, etc. Pues bien, las matemáticas del modelo nos dice que, llegados a cierta energía, que concuerda precisamente con la de la masa de cualquier partícula que se quiera "descubrir" pero que no se pueda "ver" directamente, las gráficas estadísticas muestras un bump (un bulto o resalte) en la creación de partículas detectables.Pues bien, en el LHC descubrieron una resonancia (un bulto en las gráficas) que era congruente matemáticamente (estadísticamente) con las predicciones del modelo estándar (adjunto imagen). Se dedujo de ello que se había descubierto al Higgs, y de camino se presupuso que ese bulto constituye la masa del mismo: ~125GeV.EN RESUMEN:"¿Existe el bosón de Higgs?" es una pregunta bastante mal planteada. NO existe ni (probablemente) existirá detector capaz de detectar directamente un Higgs o un quark, ni tampoco muchas otras partículas inestables. De hecho, las partículas "rastreables" de modo directo se cuentan con los dedos de las manos. Todas las demás se infieren de las matemáticas.Así pues queda la duda de si esta inferencia matemática es capaz de dar cuenta de algún tipo de "existencia" o "realidad".¿Qué opináis vosotros?
El modelo Schopenhauer-GPT-2 fue entrenado usando de base el modelo GPT-2 de OpenAI. Se realizó un fino ajuste sobre el modelo previamente entrenado al ser provisto de la obra completa del filósofo Schopenhauer. Este proyecto tiene como objetivo estudiar cómo GPT-2 puede comprender ideas y conceptos filosóficos profundos. Los resultados fueron bastante entretenidos y prometedores al presenciar como el modelo intenta siempre explicar y/o meter baza con el concepto Schopenhariano de Voluntad (the will). Os dejo un par de ejemplos del resultado final. El texto está en inglés puesto que el modelo pre-entrenado de partida es en inglés (de momento no hay versión en castellano):"Therefore the will has as its goal the mature consciousness of a man, in which, therefore, in its nature, the perfection of itself may exist. Consequently, the development of this consciousness is in itself essential, and leads out of the man, not as something external to him, but merely as the product of his inner constitution. His will, upon the contrary, is conditioned by his intellect, and is the inner product of his intellect.""The truth is, that the will really presents us with two problems: first, whether we should remain in ourselves, or whether, as soon as we set our selves, correctly, up as to our own individuality, we should, like other individuals, enter into relations of mingled freedom with a stranger. In the first place, the question is how we should go about this; secondly, how we should come to be ourselves again. The reply to the first is, that we ought to become what we were made to be—what each and all of us is—the will to live. The will is the first thing to recognize this truth."Este proyecto, huelga decir, es fácilmente reutilizable para entrenar sobre otros textos y formatos. Podéis encontrar el código fuente aquí: https://github.com/Zeta36/schopenhauer_GPT_2A continuación os dejo unas breves instrucciones para que podáis echarlo a andar con éxito:Preparando tu cuaderno de Google ColabUtilizaremos Google Drive para guardar nuestros checkpoints (un checkpoint es nuestro último modelo guardado en el momento del entrenamiento). Una vez que se guarda nuestro modelo entrenado, podemos cargarlo cuando queramos generar textos condicionales e incondicionales.Nota: no olvides configurar el tipo de ejecución de tu Google Colab en modo GPU.Use el siguiente código para conectar tu Google Colab y tu Google Drive:from google.colab import drivedrive.mount('/content/drive')Una vez conectado a Google Drive, creamos la carpeta donde almacenar los checkpoints:%cd drive%cd My\ Drive%mkdir schopenhauer_gtp_2%cd /content/!lsA continuación clonamos el repositorio GPT-2 de @Mohamad Ali Nasserque es un fork del impresionante repositorio de @nnsheperd (que es a su vez un fork del repositorio original de OpenAI pero con la increíble incorporación del fichero de entrenamiento: train.py):!git clone https://github.com/mohamad-ali-nasser/gpt-2.gitAhora descargamos el modelo pre-entrenado que deseemos utilizar. Trabajaremos con el modelo '345M', que es bastante decente. La razón por la que trabajaremos con ese modelo en lugar de usar el '774M' o el '1558M' es porque la memoria de GPU disponible está limitada en Google Colab durante la fase de entrenamiento: %cd gpt-2!python3 download_model.py 345MAhora que el modelo está instalado, preparemos nuestro dataset y carguemos nuestros checkpoints en caso de que ya hayamos entrenado previamente nuestro modelo:!ls /content/drive/My\ Drive/schopenhauer_gtp_2/checkpoint!cp -r /content/drive/My\ Drive/schopenhauer_gtp_2/checkpoint/checkpoint/run1/* /content/gpt-2/models/345MDescargar dependencias y CUDA.Ahora que tenemos todo listo, preparemos el entorno. Comenzaremos instalando el archivo de dependencias.%cd /content/gpt-2!pip3 install -r requirements.txt!pip install tensorflow-gpu==1.15.0!pip install 'tensorflow-estimator=1.14.0rc0' --force-reinstall!wget https://developer.nvidia.com/compute/cuda/9.0/Prod/local_installers/cuda-repo-ubuntu1604-9-0-local_9.0.176-1_amd64-deb!dpkg -i cuda-repo-ubuntu1604-9-0-local_9.0.176-1_amd64-deb!apt-key add /var/cuda-repo-*/7fa2af80.pub!apt-get update!apt-get install cuda-9-0!export LD_LIBRARY_PATH=$LD_LIBRARY_PATH:/usr/local/cuda-9.0/lib64/Entrenamos al modelo.Ya podemos pasar directamente a entrenar al modelo utilizando el dataset (texto plano) que hayamos previamente decidido utilizar (en mi caso fue un archivo 'books.txt' con toda la obra completa de Schopenhauer en formato de texto):!PYTHONPATH=src ./train.py --dataset /content/drive/My\ Drive/schopenhauer_gtp_2/dataset/books.txt --model_name '345M' --batch_size 1 --learning_rate 0.00001 El modelo guardará un checkpoint cada 1000 iteraciones. Puedes seguir ejecutándolo durante minutos, horas o días, todo depende de la cantidad de texto en el dataset.Ahora que el modelo está entrenado, guardemos los checkpoints en Google Drive:!cp -r /content/gpt-2/checkpoint/ /content/drive/My\ Drive/schopenhauer_gtp_2/checkpointGenerando texto condicionado.Finalmente ya podemos proceder a generar texto con nuestro nuevo modelo ajustado al dataset utilizado.import os%cd srcfrom conditional_model import conditional_model%cd ..conditional_model(seed=1, model_name='345M', sentences=['The truth is'])Ésta última sentencia será la encargada de ofrecer una salida de texto generada por nuestro modelo completando el contexto pasado como parámetro (en el caso de ejemplo 'The truth is'). La salida, en mi caso; una vez entrenado GPT-2 con las obras completas del filósofo Schopenhauer fue el siguiente:"The truth is, that the will really presents us with two problems: first, whether we should remain in ourselves, or whether, as soon as we set our selves, correctly, up as to our own individuality, we should, like other individuals, enter into relations of mingled freedom with a stranger. In the first place, the question is how we should go about this; secondly, how we should come to be ourselves again. The reply to the first is, that we ought to become what we were made to be—what each and all of us is—the will to live. The will is the first thing to recognize this truth."Nota: Si queréis conocer más sobre el proyecto GPT-2 de OpenAI, podéis visitar esta entrada de su blog.
Acabo de terminar de leer uno de los libros más interesantes a los que le he echado el guante últimamente: "¿Qué es el sexo?", de Dorion Sagan (hijo del famoso Carl Sagan) y su madre Lynn Margulis (una gran bióloga). El libro no tiene desperdicio de principio a fin y es de lo mejor que he leído nunca. Aquí tenéis acceso gratuito online al libro completo: http://www.librosmaravillosos.com/queeselsexo/index.htmlComo digo el libro es extraordinario, y como muestra os dejo unos pocos párrafos que son muy reveladores:"La complejidad tridimensional real aparece espontáneamente, y es el resultado natural del hallazgo de atajos por parte de la energía siempre fluyente para reducir gradientes en la naturaleza.[...] Por encima y más allá de los detalles de su genética o de su fascinante historia, la vida es un medio termodinámico para degradar el gradiente solar. Sin embargo, a diferencia de una tormenta, que reduce las diferencias de presión atmosférica en cuestión de horas, la materia viva ha estado reduciendo el gradiente solar durante cerca de 4.000 millones de años. Naturalmente, el gradiente que la materia viva se encarga de deshacer es de una magnitud mucho mayor que el responsable de una tormenta de verano. Pero, así como un huracán existe para reducir un gradiente de presión, o el remolino de agua en el desagüe de nuestra bañera existe para reducir un gradiente gravitatorio, la química del carbono reciclante de la vida existe para reducir un gradiente solar. El gradiente en cuestión es la diferencia entre el caliente horno nuclear del Sol y el frío espacio exterior. La vida se alimenta de esta diferencia, que se da de forma natural, y acelera su desaparición.[...]El sexo nos resulta placentero porque, ligado a nuestra reproducción, es la manera que tenemos de mantener a raya el equilibrio termodinámico, sin dejar de obedecer, si no acelerar, la tendencia natural del universo a deshacer gradientes a medida que avanzamos en el tiempo lineal.[...] A corto plazo (durante nuestras vidas individuales) producimos entropía manteniendo nuestra identidad, lo que necesariamente conlleva la eliminación de líquidos, gases y sólidos a través de nuestros orificios. A largo plazo aseguramos la producción de entropía a través del apareamiento, el cual produce nuevos organismos como nosotros que continúan la especial forma de disipación conocida como vida en la siguiente generación. La Segunda Ley de la Termodinámica, más que el sexo mismo, es la base física de nuestra concentración evolutiva en la cópula y otros actos sexuales. En otras palabras, la ligazón entre sexo y reproducción es contingente. Si otros procesos disipativos pueden reemplazarla, es probable que lo hagan. Pero la desvinculación entre sexo y reproducción nunca es una simple vuelta atrás. La vida siempre retiene indicios de su tortuosa y fantástica historia."(Fragmentos del libro: ¿Qué es el Sexo?, obra de Lynn Margulis y Dorion Sagan, traducción de Ambrosio García Leal)
#1 La teoría de cuerdas (y sus dimensiones extras) es en realidad una extensión del Modelo Estándar que consigue precisamente introducir matemáticamente con éxito al gravitón en la ecuación fundamental del modelo. No influye en nada sobre el argumento principal del texto.
"Cualquiera que no esté impactado con la teoría cuántica no la ha entendido." (Niels Bohr)Hace ya tiempo escribí varias entradas hablando sobre los conceptos más actuales de la física moderna. En la primera de dichas entradas hice una somera introducción al concepto de campo cuántico, base fundamental del conocido Modelo Estándar de partículas. En concreto, resulta que nuestra visión clásica de un Universo compuesto de átomos moviéndose por entre un espacio vacío es una mala aproximación y un símil que hace más mal que bien. Vamos a resumir a continuación brevemente el contenido de estas entradas antes de adentrarnos en la idea fundamental que queremos debatir en este artículo: los Universos paralelos.A pesar de lo que siempre nos han contado, las partículas no son sustancias de naturaleza independiente, y tampoco se mueven por entre un vacío...puesto que el concepto de verdadero vacío no existe como tal. En realidad, se dice (y se conoce desde el siglo pasado) en jerga física que las partículas son realmente excitaciones de un campo cuántico. Y es cierto que es el hecho de utilizar estos extraños "palabros" precisamente lo que normalmente detiene a la divulgación científica de ir mucho más allá del concepto tradicional de átomo, pero vamos a intentar explicarlo a continuación de una manera sencilla y visual. No hay que tener miedo:1) El concepto de campo simplemente hace referencia a las propiedades de cada posición del espacio. Un ejemplo de campo podría ser la temperatura de la cocina de tu casa. Cada posición de tu cocina tiene una temperatura distinta. En este caso la propiedad a determinar del campo es un único número (escalar) para cada posición: la temperatura. Se trata de un ejemplo de campo escalar (1 número es suficiente). Si hicieran falta más números para explicar un campo en cada posición espacial hablaríamos entonces de campo vectorial, un campo tensorial, etc. Y el hecho de que estos campos sean cuánticos simplemente significa que su dinámica (el modo en que se comporta) depende de las propiedades de la mecánica cuántica.2) La física moderna nos cuenta que lo que en realidad existe (la sustancia básica) en el mundo no son partículas y vacío separándolas (i.e.; la vieja idea de Demócrito), sino campos como los arriba descritos. Estos campos esenciales son espacialmente infinitos e infinitesimales, llenando de este modo todo el espacio del Universo sin dejar hueco para un verdadero vacío. Cada campo es pues una especie de sustrato que se comporta como una colección infinitesimal de números que describen cada posición del espacio.3) Existe como mínimo un campo cuántico por cada partícula conocida: así pues tenemos un campo para el electrón, el campo de Higgs, el campo del quark up, el campo del quark down, el campo del muón, etc.4) Cada uno de estos campos se puede entender como si estuviesen compuestos por una infinidad de pequeños "muelles" unidos entre sí. De este modo podemos diferenciar dos tipos de "movimientos": el que hace cada muelle individual al vibrar (estirarse y contraerse a distinta velocidad), y el movimiento de traslación del conjunto de muelles conforme se alteran unos a otros mediante sus "impactos" (de manera similar a como una ola es el resultado ondulatorio de la agitación y vibración conjunta de cada molécula individual de agua).5) Estos campos (los números que representan cada posición del espacio en realidad, como era el ejemplo de la temperatura de la cocina) presentan por lo tanto ondulaciones (cambios numéricos siguiendo funciones senoidales) que vibran a distinta intensidad, y que se trasladan por entre el espacio de manera similar a como el mar presenta olas de distintas alturas moviéndose a distinta velocidad por su superficie (aunque aquí como vemos lo que se mueve son valores numéricos siguiendo funciones matemáticas).6) Pues bien: se entiende e interpreta desde la física (llevando quizás demasiado lejos a la metafórica) que la "altura" e intensidad de una onda dentro de un campo cuántico representa cuántas partículas del campo concreto existe en una posición concreta del espacio, mientras que la velocidad de traslación de dicha onda va a representar la energía (momento) que poseen estas partículas.7) Y muy importante: una posición del espacio que no contenga ondulación alguna se dice que está en reposo (en su estado fundamental), pero que no está vacía. Es decir, que aunque NO existen partículas como tal puesto que no hay ondulaciones en el sentido del punto 6), sí que existe en cada posición infinitesimal del espacio esa sustancia (numérica) que conforma el propio campo y que aún en su estado fundamental presenta cierta vibración y potencial mínimo, remanente del principio de incertidumbre de la mecánica cuántica.8) Las partículas de un cierto tipo son como vemos excitaciones ondulatorias del campo cuántico al que pertenecen, de manera que el sustrato y la sustancia del mundo no es la partícula en sí, sino esa especie de propiedad (numérica) ubicua que denominamos campo.9) Finalmente comentar que los distintos campos interaccionan (se acoplan) entre sí dando como resultado lo que normalmente se conoce como fuerza. Es decir, que una fuerza no es ni más ni menos que el hecho de que una ondulación de cierto campo "tropezó" con una ondulación de otro campo distinto dando como resultado una perturbación que acaba modificando el estado de los campos implicados en el proceso.10) El modo (probabilidad) en que los campos se acoplan entre sí (el resultado de las interacciones), además del modo en que las ondas de cada campo se mueven (su dinámica) vienen determinadas por las matemáticas de lo que se conoce como el modelo estándar de partículas. Estas matemáticas permiten determinar la fenomenología microscópica (calcular la manera en que los valores numéricos de los distintos campos van a variar) con una precisión de decenas de decimales.En resumen:El Universo completo está lleno de varios tipos de "mares" (campos), y cada "mar" representa un tipo especial de partícula. Cuando cierto mar no presenta excitación alguna en una posición o lugar x, se dice que está en su estado fundamental y que allí NO hay partículas (aunque sigue habiendo "algo" -el campo- y no se puede decir que en x exista un verdadero vacío). Estos mares pueden presentar como decimos ondulaciones y flujos que se mueven vibrando por entre su ser. La velocidad de traslación y el modo de vibración individual del "agua" ("muelles" siguiendo un movimiento ondulatorio armónico simple) determinarán el momento y el número de partículas en cierta posición x.La excitación ondulatoria en estos mares se puede traspasar o ceder de un tipo de mar a otro, lo cual constituye el hecho de que una excitación preexistente en cierto mar en la posición x, se pueda convertir en una excitación en otro mar distinto en ese mismo punto x, dando como resultado el equivalente a la aniquilación espontánea de un tipo de partícula y la aparición de otra. Pero en realidad como vemos no se trata de que nada salga de la nada o desaparezca en ella, sino que simplemente las excitaciones ondulatorias se transmiten con cierta probabilidad de un tipo de mar a otro.Podemos así comprender que las 3 partículas estables que sabemos componen todo lo que vemos en nuestro día a día (electrones, quarks up y quarks down), no son otra cosa más que vibraciones ondulantes dentro de sus mares constituyentes (campos cuánticos). La materia se reduce de este modo a ondas de probabilidad (sinusoidales) moviéndose (numéricamente) dentro de ciertos sustratos cuánticos primordiales que embeben de manera ubicua al Universo por completo desde su mismo origen.La materia es número, es función, cambio algebraico, ondulación y probabilidad...y poco más.Partículas "virutales" y partículas "reales".La partícula "virtual" en física teórica es un término bastante confuso de partida, pero gracias al símil de los "mares" que venimos haciendo desde el principio podemos acordar que será "virtual" aquella partícula que no cumpla con un único requerimiento: esto es, que sea una perturbación en un "mar" (campo cuántico) pero que ¡no presente un movimiento estable, regular, suave y periódico!Por lo tanto, partículas "reales" y "virtuales" son en esencia la misma cosa: perturbaciones y alteraciones en sus "mares" correspondientes las cuales alteran el estado fundamental de reposo ("mar" sin "olas" -o técnicamente, campo cuántico en su estado de vacío-). Siendo de remarcar que la única diferencia entre ambos fenómenos físicos es el hecho de que las partículas "virtuales" constituyen perturbaciones (alteraciones dinámicas) no periódicas, semi-caóticas, y abruptas que sin embargo acontecen en el mismo "mar" (campo cuántico) que las suaves perturbaciones (senoidales) capaces de permanecer y trasladarse como un flujo en dicho "mar" (las partículas "reales").Interacción entre mares a base de partículas "virtuales".Y es precisamente la función de las partículas "virtuales" la de perturbar los diferentes campos cuánticos según sean las propiedades intrínsecas que las partículas "reales" posean a la hora del acoplamiento efectivo. En el caso de dos electrones que se aproximan y repelen, visual y simbólicamente se podrían interpretar los hechos como sigue:Empezamos con dos suaves y periódicas ondas ("olas") en el "mar" de electrones que se van moviendo y trasladando por el espacio (los puntos azules de la ilustración). El simple movimiento de cada electrón individual produce (debido a la carga eléctrica que transporta de manera intrínseca) una perturbación abrupta, caótica y no periódica en el "mar" de fotones (campo cuántico electromagnético). Estas alteraciones ("olas") no periódicas (no ondulatorias) ya vimos que no se mueven por el espacio y desaparecen casi tan pronto como aparecen: ¡son fotones "virtuales"! Pero aunque las alteraciones -"virtuales"- en el "mar" de fotones no se trasladen como tal, el hecho es que siempre aparecen y desaparecen de manera contínua de modo que de todas formas una especie de "nube de fotones virtuales" siempre acompaña al electrón, siendo la probabilidad de que un electrón genere un abrupto fotón "virtual" en cierta posición x del espacio inversamente proporcional a la distancia entre el electrón y x (aunque el rango efectivo es en realidad infinito, y cualquier electrón puede generar con cierta probabilidad -cada vez menor- un fotón "virtual" a cualquier distancia no importa cuan lejos miremos). Por lo tanto, conforme más cerca de la suave onda del electrón nos coloquemos, más probable es que surja de manera espontánea una áspera perturbación en el "mar" de fotones. Así pues podemos imaginar esa suave onda periódica que se mueve (el electrón) rodeada de círculos concéntricos de fotones "virtuales" (perturbaciones que no son ondas, y que aparecen y desaparecen rápidamente) conformando una especie de "nube" cuya densidad disminuye conforme nos alejamos espacialmente del electrón.Pues bien, cuando dos electrones se aproximan ocurre algo muy interesante. La densidad de fotones "virtuales" que acompañan a ambos electrones empiezan a armonizar y compaginarse de tal suerte que van dictando una dinámica muy particular para ambas partículas "reales". En el caso de que las cargas eléctricas sean iguales (como el caso de dos electrones) estas aditivas alteraciones (abruptas -"virtuales"-) en el "mar" de fotones determinará un flujo repulsivo contra la suave onda (perturbación ondulatoria en el "mar") del electrón, modificando de este modo su camino recto (el cual se habría visto inalterado de no ser por esta interacción con el "mar" de fotones).Es decir, que las alteraciones ("los fuertes y caóticos oleajes") generados por cada electrón (debido a su carga) en el "mar" de fotones, son los que "empujan" las ondas de las partículas "reales" modificando su momento (sentido de movimiento y velocidad). ¡Es precisamente en este sentido en el que se dice que las partículas "virtuales" son las encargadas de transmitir las "fuerzas" en la naturaleza! De no ser por ellas, todas las partículas se moverían libremente sin interactuar unas con otras en modo alguno, y por lo tanto las trayectorias de éstas jamás se verían alteradas: todo iría siempre siguiendo el camino más recto posible...y punto.El Modelo Estándar y sus interacciones.El Modelo Estándar es el encargado de reunir matemáticamente todo lo explicado hasta ahora de modo que sea posible la predicción de fenómenos en física de partículas con alta precisión (de hecho, con la mayor precisión alcanzada hasta la fecha por la humanidad en un experimento). Para ello se vale del concepto abstracto del lagrangiano: grosso modo una función matemática como otra cualquiera, si no fuese por la particularidad que tiene de reflejar con congruencia el comportamiento de estos "mares" cuánticos y sus posibles interacciones. Esta función matemática le costó a la humanidad más de 50 años de duro esfuerzo teórico antes de quedar en su forma actual. Esta fórmula logra describir de manera congruente la mayor parte del fenómeno del universo necesitando para ello de 12 partículas materiales (los fermiones, que aparecen siempre exclusivamente como partículas "reales"), y 6 partículas portadoras de la fuerza (los bosones, encargados de producir las interacciones entre los "mares" cuando aparecen como partículas "virtuales").Hay cuatro fuerzas conocidas (interacciones) cada una mediada por una partícula fundamental intermediaria o portadora (un bosón actuando como partícula "virtual"): los fotones (interacción electromagnética como la del ejemplo anterior), gravitones (interacción gravitatoria), los gluones (interacción nuclear fuerte), y las partículas W± y Zº, portadoras de la fuerza nuclear débil.A estas partículas simplemente hay que añadir el famoso bosón de Higgs, el encargado de dotar de masa a las partículas fundamentales (gracias a su interacción con casi todas las demás partículas). Esquema con todas las partículas del Modelo Estándar Esquema con todas las interacciones del Modelo EstándarPor último, por supuesto, debemos nombrar el famoso lagrangiano, la ecuación fundamental del modelo. Esta función intimida a primera vista, pero baste decir que toda esa álgebra simplemente es una manera de poder cuadrar los dos esquemas anteriores de modo que se pueda representar la dinámica de interacciones propuestas con el fenómeno observado al experimentar. Es una fórmula enrevesada y compleja, pero no hubo más remedio que hacerla así para que los datos numéricos fuesen congruentes. De todas formas no hay mucho más que una larga serie de sumas, restas, multiplicaciones y divisiones en ella. La aparente dificultad no es más que una ilusión debido a lo críptico de los símbolos utilizados:El problema de la materia oscura y la energía oscura.Merece la pena mencionar en este punto el problema existente actualmente con el desconocimiento sobre qué es la materia y la energía oscura. Sencillamente no se sabe qué son. Sin embargo, se puede atisbar la explicación más plausible: qué sean representaciones de nuevos campos cuánticos ("mares") aún no descubiertos. En este sentido, y si nos fijamos en el esquema anterior sobre las interacciones del Modelo Estándar, la mejor apuesta es que la materia oscura es un nuevo tipo de partícula material (partícula "real") que interacciona únicamente (o casi) mediante el intercambio de gravitones (fuerza gravitatoria) y no (o apenas) mediante el intercambio de ninguno de los demás bosones portadores de fuerza. De esta forma no habría manera de detectar ("ver) estas partículas oscuras más allá de la observación de sus efectos gravitacionales.Por otra parte, la energía oscura se podría explicar mediante el uso de un campo cuántico "especial", similar al campo de Higgs o el hipotético inflatón. Estos campos actúan sobre lo que se entiende tradicionalmente como masa, y pueden hacer aparecer efectos extraños sobre el mismísimo espacio-tiempo (como es la aparición de una fuerza repulsiva que aumenta linealmente con el volumen del espacio). Una posible explicación para la materia y energía oscuraEn cualquier caso, lo importante del asunto es señalar que las matemáticas del Modelo Estándar permiten la existencia de más partículas fundamentales y más interacciones de las descritas hasta el momento. Sería, groso modo, tan "sencillo" como añadir y/o modificar miembros algebraicos en la estructura de la ecuación del lagrangiano.Universos paralelos.Y por fin llegamos a lo que se pretendía tratar desde un inicio en esta entrada: las matemáticas del Modelo Estándar también permiten de la existencia de uno (o varios) Universos que convivan de manera simultánea pero independiente con el nuestro. Sería éste el caso si la realidad contuviese campos cuánticos independientes (grafos inconexos); es decir, si existiesen otros grupos de campos cuánticos (partículas) sin interacción alguna entre sí (ni siquiera gravitatoria). Es decir, que muy bien podría existir un paquete independiente de campos cuánticos similares a los de nuestro día a día, pero con la particularidad de que no interaccionan con ninguno de nuestros bosones portadores de fuerza (ni siquiera con el gravitón).Una manera sencilla de visualizar lo que acabamos de decir es suponer que existe de manera paralela a los campos descritos en el Modelo Estándar una especie de negativo inconexo de partículas y fuerzas. Tendríamos así las mismas partículas materiales y portadoras de fuerza pero no tendrían conexión ni interacción alguna con las de nuestro "mundo". Es decir, que no habría ningún punto de encuentro ni afectación entre estos campos y los del Modelo Estándar. ¡Tendríamos así "mundos" paralelos conviviendo en la misma región del espacio-tiempo! Y cada Universo tendría sus eventos causales y sus "seres" (fenómenos) autónomos. En estos hipotéticos (y posibles) mundos paralelos podrían incluso existir seres inteligentes como nosotros, los cuales habrían dado a sus campos cuánticos y fuerzas otros nombres, e incluso podrían sospechar de la existencia de nuestro Universo, como estamos nosotros haciendo aquí con el suyo.Pero hay que dejar claro que esta tesis que defendemos no se limita a la posible existencia de uno o unos pocos Universos paralelos conviviendo literalmente con el nuestro, sino que debemos recalcar la posibilidad de que exista una infinidad de ellos todos actuando a la vez de manera concurrente pero desconectada. De hecho, esta idea podría servir de soporte al multiverso matemático del que nos habla el famoso físico Max Tegmark en su obra "Nuestro Universo matemático". Miles de billones de diversas estructuras matemáticas todas sucediendo en el mismo instante pero inconexas entre sí. Una infinidad de mundos paralelos donde únicamente aquellas estructuras con la complejidad necesaria para albergar vida consciente contendrá seres capaces de preguntarse por la propia estructura matemática que los sustenta (sus propiedades y su comportamiento fenoménico).¡Es sorprendente que la física moderna permita (e incluso favorezca) la posibilidad de este tipo de hipótesis!
"Al mundo me trajeron sin mi consentimiento y los ojos abrí con sorpresa infinita, partiré después de reposarme un tiempo sin saber la razón de mi entrada y salida." (Omar Jayam) Si hay algo que me eriza el pelo de terror es la idea del eterno retorno. Y si me aterra, es porque la física moderna parece precisamente que apoya la viabilidad de la mismo. Es decir, que en principio la cosmología y la física de partículas parecen favorecer la propuesta que nos dice que todos los sucesos; los mismos acontecimientos, se repiten eternamente en el mismo orden tal cual ocurrieron, sin ninguna posibilidad de variación. De esta forma, se asume que todo lo ocurrido y lo que ocurre en el universo, ocurrió ya y será así hasta el fin de los tiempos.En este sentido nos habla, por poner un ejemplo; el famoso físico Max Tegmark en su obra "Nuestro Universo matemático". Y aunque no es el único, por supuesto, que habla en este sentido; mereciendo la pena señalar quizás en este sentido a otro autor brillante: Brian Greene y su trabajo "La realidad oculta", Max lo hace de manera ejemplar y clara: la física fundamental conocida hasta el momento parece apoyar con fuerza la hipótesis del multiverso. De hecho, la propuesta del multiverso es hoy día aceptada por gran parte de la comunidad científica, siendo muchas las variantes posibles para el mismo. En este sentido Max Tegmark esquematiza el asunto con cuatro tipo de multiversos que sirven de cajón de sastre donde poder meter y ordenar todas las propuestas que se barajan. Sin embargo, la idea del actual artículo no es describir estas variaciones, sino simplemente señalar que todos estos posibles multiversos comparten una cosa en común: como efecto colateral implican la realidad física del eterno retorno. Y esto es, con perdón, jodidamente aterrador.En su obra "La gaya ciencia", Friedrich Nietzsche se plantea respecto al concepto de eterno retorno que no sólo son los acontecimientos los que se repiten, sino también los pensamientos, sentimientos e ideas, vez tras vez, en una repetición infinita e incansable. En su aforismo 341 nos dice así:341. El peso más pesado"¿Cómo te sentirías si un día o una noche un demonio se deslizara furtivamente en la más solitaria de tus soledades y te dijera: “Esta vida, tal como la estás viviendo ahora y tal como la has vivido [hasta este momento], deberás vivirla otra vez y aún innumerables veces. Y no habrá en ella nunca nada nuevo, sino que cada dolor y cada placer, cada pensamiento y cada suspiro y todo lo indeciblemente pequeño y grande de tu vida deberá volver a ti, y todo en el mismo orden y la misma secuencia – e incluso también esta araña y esta luz de la luna entre los árboles, e incluso también este instante y yo mismo. ¡El eterno reloj de arena de la existencia se invertirá siempre de nuevo y tú con él, pequeña partícula de polvo!”?¿Acaso te lanzarías al suelo rechinando los dientes y maldecirías al demonio que te hablara de esa forma? ¿O has vivido alguna vez un instante extraordinario, en el que hubieras podido responderle: “¡Eres un dios y nunca he oído algo más divino!”?Cuando un pensamiento así se apoderase de ti, te metamorfosearía, tal como eres, o tal vez te trituraría; ¡la pregunta sobre cualquier cosa “¿quieres esto otra vez y aún innumerables veces?” se impondría sobre tu actuar como el peso más pesado! O, [podríamos preguntarnos], ¿qué tan bien dispuesto debes estar hacia ti mismo y hacia la vida para no desear ninguna otra cosa que no sea esta última, eterna confirmación, este sello?"Y ciertamente, si algún demonio nos hablase de este modo, todos rechinaríamos los dientes maldiciendo. Y se engaña, o es un necio, el que piense que se alegraría de saber de ésta realidad. Es más, precisamente el Superhombre (Übermensch) del que nos habla Nietzsche es aquel "mesías" que algún día sería capaz de aceptar esta eterna maldición con alegría. Huelga decir que tal Übermensch es un inefable ideal, probablemente irrealizable. Nuestra existencia en el absurdo mundo sinsentido (objetivo) es ya dura de soportar una única vez, pero se convierte en una total pesadilla si nos obligaran a repetir la misma durante toda una eternidad. ¿Quién puede haber vivido una vida tan plena como para desear repetir la misma, tal cual, una infinidad de veces sin cambiar nada en absoluto? ¿Cómo desear ver una misma película de cine una y otra vez, sin poder modificar lo más mínimo sin acabar desquiciado más pronto que tarde?Seamos sinceros con nosotros mismos: en un Universo donde vivimos pendientes de qué será lo que vaya finalmente a matarnos (cáncer, virus, accidente,...), padeciendo y luchando a diario, sufriendo y padeciendo por nosotros y los nuestros, tropezando una y otra vez con la misma piedra; corriendo con vehemencia realizando tareas absurdas y repetitivas como si fuésemos hormigas obreras, la peor noticia que podrían darnos es aquella que nos dice que no sólo vamos a vivir esta existencia una única vez, sino una infinidad de veces. Existencias clonadas, repeticiones cinematográficas; una tragicomedia un billón de veces proyectada en donde los actores siempre deben hacer lo mismo sin alternativa.Porque, como dijo Omar Jayam, a este mundo fuimos lanzados sin consentimiento, y no vemos además razón objetiva alguna para nuestros actos diarios; padecemos porque así viene determinado por la termodinámica que nos dio forma, y sobrevivimos porque la evolución así lo dicta. Pero entre la condena de deber ser una vez, y la atrocidad de obligarnos a ser del mismo modo una eternidad de veces hay un enorme abismo. No se me ocurre destino más terrorífico: el culmen de la crueldad y el sadismo natural.Así pues, ¡roguemos todos y supliquemos clemencia al mundo! ¡Imploremos con fuerza porque la existencia sea única!
Hablando sobre la inmunidad frente al nuevo coronavirus:Se conoce muy mucho la duración de la inmunidad de todos los coronavirus que causan en humanos resfriados (https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.05.11.20086439v2.full.pdf)Resultado
Si se han detectado esos efectos secundarios tan notorios en muestras de 20 a 200 personas, el escalado de la fase3 (y de la distribución en masa) puede muy probablemente desenmascarar muchos otros efectos secundarios ocultos (posiblemente más graves) que no han aparecido hasta ahora debido a la juventud y la salud de los seleccionados a participar en la primera y segunda fase.
#1 Sí, un par de ellos. Me alegra que te interese mi blog :).