Techzisen

#120 Responde honestamente a la siguiente pregunta:
¿Has aportado algo con tu comentario?

Perdona si te he ofendido.

Techzisen

#9 Pareciera más bien que estás enumerando tus neurosis, las cuales, sea dicho de paso, son bastante rancias y tópicas.
Es la gente como tú, que no tiene nada que aportar a parte de sus neurosis, la que sabotea y envenena cualquier posibilidad de debate o discusión serios.
¿Te has quedado a gusto tildando de cuñados al resto con el único fin de obtener tu dosis horaria de aparente superioridad moral? Yo ni te he votado negativo, ni lo voy a hacer (nunca lo hago, sólo doy positivos), pero ese "K -38" que aparece en mi pantalla mientras escribo estas líneas podría incitarte a hacer un poco de instrospección, si es que sabes cómo se hace eso. ¿No serás tú el cuñado, al final?

Mursopolis

#105 ¡Vaya repasito me has dado! Me has calado punto por punto sólo leyendo un comentario (y a lo mejor mi historial, no lo sé). Te voto positivo a ver si así aplaco tu ira para que no me hundas más. Veo que el karma es algo muy importante en Menéame.

Techzisen

#120 Responde honestamente a la siguiente pregunta:
¿Has aportado algo con tu comentario?

Perdona si te he ofendido.

Techzisen

La gente hoy en día viaja mucho por fuera y poco por dentro.
¿Habéis oído hablar del LSD?
En palabras de Lao Tze:
"Sin salir de mi habitación, atravieso el Cosmos de extremo a extremo".
¿Y aquello que estaba grabado en piedra, en el Oráculo de Delfos?
"Conócete".
Que al viajar se adquiere "cultura" es un mito de los siglos XVIII y XIX, muy bien explotado por el sector Turismo. La idea misma de "cultura" es un mito metafísico de corte hegeliano, y, en palabras de Lord Kelvin, "la única Metafísica buena es la Matemática".
Por lo que cuentas, tu amigo es un narcisista de tomo y lomo. Una persona que no se soporta a sí misma y viaja para alimentar a su voraz y dañado ego. Algún día le explotará en la cara, si no lo ha hecho ya múltiples veces.
Y, después de todos estos comentarios de los que, a pesar de guardar poca o ninguna conexión entre sí, espero que alguien saque algún provecho, me gustaría añadir que escribes bastante bien, pero caes en ciertos errores de principiante, fáciles de evitar. Como críticas productivas, te diría que repasases dónde van las tildes, porque pones algunas que no hay que poner, y te comes otras; y también te sugeriría que en la medida de lo posible evites los adjetivos adverbializados (antes podría haber escrito "fácilmente evitables", pero "fáciles de evitar" es más correcto), y, si es necesario emplearlos, no pongas uno junto a otro, ya que al hacerlo se generan aliteraciones que empañan el buen estilo. Espero que no te tomes las criticas a mal. Insisto, son constructivas, y escribes bastante bien. Tienes el don de incorporar el contexto a la acción, pero siempre se puede mejorar, y más si alguien te ayuda, señalando tus errores. Yo no soy el puto Quevedo, tampoco.
Buena historia. Gracias.
¡Y un cordial saludo!

Zappato

#4 Cómo podría tomarme tu critica a mal, si tu comentario me parece de 10. Ojalá todos los comentarios en Menéame fueran así (Incluidos los míos).

Has descrito perfectamente a mi colega, además para que te hagas una idea es de los que se mazan en el gimnasio, hacen running y está lleno de tattoos. Es un prototipo de esos que se duplican por miles en estos últimos años.

También has descrito perfectamente mi capacidad de escritura (menos lo de que escribo bien lol) ya que mis errores son producto de mi falta de gramática y de que no suelo ser un lector muy avizor. Pero aún así tomo nota y si algún día me da por escribir otro artículo me esforzaré un poquito más. Gracias!

Techzisen

#7 Gracias a ti.
En serio, creo que tienes un don. No te digas a ti mismo que "no puedes" o "no sabes", y menos si te gusta escribir. La práctica y la perseverancia liman las imperfecciones poco a poco, sin necesidad de esfuerzo. Ojalá todas las historias de Menéame estuviesen tan bien escritas.

Zappato

#8 Me vas a hacer meterme al oficio de Cervantes! Gracias de nuevo!

RoyBatty66

#4 #7 Me ha emocionado vuestra conversación y me ha recordado esta reflexión de Cioran.

Decididamente, no hay salvación mediante la historia. Ésta no es, en absoluto, nuestra dimensión fundamental; sólo es la apoteosis de las apariencias. ¿Será posible que, una vez que nuestra carrera exterior se haya abolido volvamos a encontrar la naturaleza que nos es propia? El hombre post-histórico, ser completamente vacante, ¿será apto para encontrar en sí mismo lo intemporal, es decir todo cuanto ha sido ahogado en nosotros por la historia? Únicamente cuentan esos momentos nuestros que ella no ha contaminado. Los únicos seres que están en condiciones de entenderse, de comulgar realmente entre sí, son los que se abren en este tipo de momentos... A lo que no puede ser captado sólo se acercan las hazañas interiores, sólo ellas tienen acceso, aunque sólo sea durante un segundo, un segundo que pesa más que todo el resto, incluso más que el propio tiempo.

Techzisen

#107 Gracias. Siempre me ha deprimido leer a Ciorán. Por eso lo he leído muy poco. Pero el fragmento que has transcrito parece un momento suyo de lucidez, entre depresión suicida y depresión suicida. El pesimismo de Ciorán puede con mi aguante, pero es bueno saber que existe gente capaz de leerlo sin deprimirse. ¿Cómo lo hacéis?

RoyBatty66

#110 Leyendo sin prejuicios

Techzisen

#113 Supongamos que he leído a Ciorán sin prejuicios, como acostumbro a leer todo aquello que leo, y aún así me deprime y me hace interpretar el Mundo como un "lugar vacío y cruel", en palabras de Nacho Vegas. Está claro que, si compartimos la ausencia de prejuicios, tú tienes una clase de aguante que yo no tengo. ¿Cómo lo haces? ¿Soy débil mental? lol
Supongo que es cuestión de afinidades... El almuerzo desnudo, de William S. Burroughs, es una de mis obras predilectas, y sin embargo conozco a mucha gente que no soporta ni las quince primeras páginas. En cambio Ciorán me produce una especie de rechazo, similar al que produce Sartre. No puedo leer La náusea sin empezar a desarrollar síntomas psicóticos, y sin embargo las extravaganzas de Burroughs me hacen reir muchísimo. Sospecho en que la diferencia estriba en que Burroughs no se lo tomaba en serio, y el par antes mencionado se lo tomaba demasiado en serio. Quizá lo que me deprime es la seriedad. Me estás obligando a hacer introspección...

RoyBatty66

#114 Por lo que he hablado sobre este tema y por las experiencias del propio Cioran con gente que le contaba lo que le había provocado su lectura, he llegado a la conclusión de que Cioran es un provocador y lo que provoca depende del sitio desde el que cada uno afronta su lectura. Como cuenta Savater, su gran valedor en España, Cioran se veía como un "... maestro de decepciones pero en realidad sigue siendo semillero de búsquedas, de vocaciones nuevas." Quizás para leer a Cioran hay que tener una "psicosis" previa, que haya provocado la duda sobre la "realidad". En todo caso, Cioran no describe un mundo vacío y cruel, ahonda sin descanso en mostrarnos que es la cultura la que ha desarrollado una sociedad vacía de sentido y cruel por su falta de humanidad. Cioran nos muestra el engaño para que seamos capaces de reconocer la belleza detrás de la mentira que tomamos como real.
Particularmente disfruto con la lectura de Cioran por su calidad literaria, a mi Cioran me emociona más por como lo dice que lo que dice.

RoyBatty66

#114 Cioran lo cuenta mucho mejor que yo...

Cuando todo nos hace temblar, el único recurso es pensar que si el miedo es real, ya que es una sensación, la sensación por excelencia, el mundo que lo causa se reduce a un ensamblamiento transitorio de elementos irreales, que en suma el miedo es tanto más vivo en cuanto que damos crédito al yo y al mundo, y que debe inevitablemente disminuir cuando descubrimos la impostura del uno y del otro. No es cierto más que nuestro triunfo sobre las cosas, no es cierta más que esa constatación de irrealidad, que nuestra clarividencia establece cada día, cada hora. Liberarse es alegrarse de esa irrealidad y buscarla en cada momento

Wolfgang

#4 Gracias por tu comentario.
Una pregunta, si me permites: ¿Es necesario o adecuado el uso de esa coma en tu frase "Yo no soy el puto Quevedo, tampoco"?

Techzisen

#10 Sinceramente, me pillas con los pantalones bajados...
Supongo que ambas variantes serían correctas, y que es una cuestión de estilo personal, pero no sabría darte una respuesta definitiva.
Yo también tengo mucho que aprender y pulir.

autonomator

#4 mis dies hermano.
Cuenta con mi espada.

Cc #0

D

#0 #4 #23 #67 el problema del turismo es que hace lío: despilfarro energético sin precedentes, transporte de bichos peligrosos de un medio a otro, sesiones eternas de fotos y videos, chapas interminables de anécdotas y "experiencias", el turista en su afán de introducirse por todos los sitios y violentar sociedades ajenas va desencadenando problemas y estropicios. Como dijo Pascal "he descubierto que toda la desgracia de los hombres viene de una sola cosa: el no saber quedarse tranquilos en un cuarto. Un hombre que tiene suficientes medios de vida, si supiera estar en casa a gusto, no se marcharía para ir al mar o sentarse en una plaza. No se compraría tan caro un puesto en el ejército si no fuera insoportable el no moverse de la ciudad; no se buscan las conversaciones y los divertimientos de los juegos sino porque no se puede permanecer en casa a gusto".

Ishihara

#106 claro que los deplazamientos hacen lio, igual que cuando me toca viajar por trabajo hace lio.

pero tu sabes el bien que haces para muchas familias que viven del turismo??
yo ahora me voy a filipinas y estoy contratando todas las actividades directamente con gente de alli, como hago siempre, son contratos verbales y sin intermediarios, es dinero que se va directo para una familia.
En borneo? en borneo hicimos nuestra visita al parque natural en un barco llevado por una familia, la mujer cocinaba, el marido conducia y el hijo hacia de grumete.

estropicios? violentar sociedades?
creo que tienes una vision bastante sesgada de lo que es viajar y visitar otros paises por libre.

yo se de que hablas, porque en filipinas por ejemplo he visto que la gente va a un lugar a nadar con el tiburon ballena al que los pescadores alimentan, igual que cuando van a tailandia a subir en elefante o a acostarse con prostitutas.
por supuesto que tengo mi opinion sobre ese tipo de turismo, igual que la tengo sobre los cruceros y los resorts todo incluido, pero creo que eso va enlazado al tipo de persona que seas, no a viajar.

Techzisen

#106 Muy taoísta la frase de Pascal.
Pascal era un buen tipo.

Techzisen

#12 Las "Cartas para un joven cuya educación ha sido descuidada" son un revulsivo para cualquier alma decadente. Me parece triste (y sintomático del caracter morboso y moralista de esta época, muy victoriana y digna ella) que cuando se hable del pobre Tomás sólo se recuerde su consumo de opio, y se olvide su erudición. Si has leído los diarios, recordarás que terminan explicando cómo dejó el opio, aportando incluso una tabla con las dosis y los días. Muy ajeno a Baudelaire todo eso, y a su lema "estad siempre ebrios; de vino, de poesía o de virtud, da igual..." (lo escribo de memoria). Baudelaire sentía admiración por de Quincey, pero la afirmación recíproca es bastante dudosa. Es probable que de Quincey oyese hablar poco o nada de Baudelaire, a no ser por sus exquisitas traducciones de Poe, pero no estoy seguro de detalles tan específicos. Ambos escribían buenos libros, que al final es lo que importa.
¡Saludos!

daphoene

#15 Reincido en que era una especie de 'dudoso elogio' al lector, una forma de hablar, e incluso de picar la curiosidad del posible lector moderno tildándolo de forma pedante, pero siempre más elocuente y llamativa que decir "para el lector moral".

De los diarios recuerdo las tablas y sus esfuerzos, pero creo recordar que reincidía invariablemente.

En cualquier caso, recomendar algo con tintes decadentes ( según hipótesis ajena ), no es precisamente victoriano ( salvo que lo consideres su consecuencia, en cuyo caso, sí, el amor por la decadencia tiene mucho que ver con lo victoriano, como el amor por el destape - salvando las distancias éticas y estéticas - tuvo que ver con la represión cristiana del franquismo ).

De todos modos, es una discusión estéril porque en todo hombre existe esa lucha entre la rectitud soñada y la reincidencia en el fracaso, que se representa en casi todos los autores del XIX, Rimbaud también tenía destellos de ese anhelo de pureza y mucha de esa decadencia infructuosa por otro lado, en algunos momentos admirada, y en otros odiada. También Verlaine, de formas más violentas, y ambos pueden ser algo así como el epítome de los altibajos de esa sinfonía de pureza victoriana y decadencia ( victoriana también, y coincido en que es de desagradable actualidad ).

Saludos

Techzisen

#16 Oh, Rimbaud... Siempre ha sido mi poeta favorito, a pesar de lo escaso de su obra. No conozco libro más evocador e inspirado que sus Iluminaciones, y su "Temporada en el Infierno" es una delicia para adolescentes melancólicos, como me temo que era yo. En cierto modo, es, junto al personaje que en breve voy a nombrar, precursor del dadaísmo, el surrealismo, y toda esa vertiente de vanguardias del siglo XX. Nos olvidamos del que quizá sea el epítome de la decadencia, más allá de los éxtasis místicos y las acaloradas violencias de la "putita" de Verlaine (así llamaban al pobre Rimbaud los envidiosos poetas parnasianos parisienses). Nos olvidamos del señorito Isidore Ducasse, "Conde" de Lautréamont. Murió con 24 años, en París, solo y sin amigos conocidos, y muy poco se sabe sobre su vida. Dejó sólo dos obras. "Los Cantos de Maldoror" y unas "simples" Poesías (en las que se muestra muy arrepentido por haber escrito "Los Cantos"). Creo que no conozco obra más digna del elogio de un decadente que dichos Cánticos al mal.
Rimbaud, Lautréamont y William Burroughs; he ahí mis poetas favoritos. Supongo que ello me convierte en un decadente, pero la Belleza parece tener cierta tendencia a florecer en los lugares más oscuros; entre escombros y ruinas, como el estramonio.
¿Has leído "Los Cantos de Maldoror"? Si te gusta la literatura decadente decimonónica, es, en mi humilde opinión, la Obra Magna de dicho género.

Y coincido contigo en apreciar dicha guerra interna entre la pureza espiritual y la decadencia material, en el oeste de Europa, enrarezido y fermentado por el hipócrita victorianismo inglés, en los poetas decadentes del XIX; y también la aprecio en los beatniks norteamericanos de mediados del siglo XX, en el contexto de una neurosis colectiva anti-comunista y la aparente realización del sueño americano. Creo que muchos yanquies piensan que todavía viven en esa época, pero lo hacen porque conocen el Mundo a través de Disney, y nunca se han dignado a madurar. El "victorianismo" actual tiene algo siniestro, y que lo convierte en más hipócrita, ridículo, y dañino (psicológicamente hablando) que el de la Reina Victoria. Es un "victorianismo" sin Reina Victoria (y con "Reina Victoria" quiero decir "Dios y la Biblia"). Un victorianismo ateo cuya única función parece ser obtener pequeños chutes de dopamina mediante la sensación de superioridad moral a la que son adictos (y hadictas) numerosísimos jóvenes, pero cuya moralidad nunca ha sido madurada por la experiencia; muta de día en día, de lugar en lugar; y no reposa sobre ningún pilar sólido. Es la moral del "bueno de Disney" que lo impregna todo, y las alucinaciónes de escuchar bellas melodías mientras se amenaza de muerte a alguien por Twitter. Es un "victorianismo" sin núcleo, vacío; mera cáscara que no encierra ningún conflicto entre lo material y lo espiritual, dado que el último factor ha sido eliminado de la ecuación. Es un "victorianismo" estéril, dado que una persona unidimensional, que piensa que siempre está haciendo el bien por ser quien es (por su cara bonita) nunca va a producir nada de valor estético. Para eso es necesario tener huecos y esquinas; una fuente de luz, y rincones oscuros.
Menuda diatriba...
¡Saludos!

daphoene

#17 "Supongo que ello me convierte en un decadente, pero la Belleza parece tener cierta tendencia a florecer en los lugares más oscuros; entre escombros y ruinas, como el estramonio."

"Es un "victorianismo" sin núcleo, vacío; mera cáscara que no encierra ningún conflicto entre lo material y lo espiritual, dado que el último factor ha sido eliminado de la ecuación."

"Para eso es necesario tener huecos y esquinas"

Y no sigo, porque tendría que copiar todo tu genial comentario.

A Ducasse lo tengo en la lista de pendientes desde que en mi mesilla había al menos 5 libros, pero hace mucho ya de eso, y se quedó sin su oportunidad en aquél momento. Prometo rendir esa cuenta pendiente en breve, y agradezco por igual el laudatorio y el recordatorio.

Sobre Juan Nicolás, o la putita de Verlaine, poco puedo añadir a lo que has dicho, y ya ves que está presente en mi avatar. Me encontré tarde con él, a los 19, y desde entonces su vida se ha entrecruzado con la mía, para bien y para mal, pero me alegro de haberlo conocido. También a su proxeneta, menos fulgurante en algunos aspectos, pero también muy lúcido en algunas pinceladas maestras.

Para volver a Lautréamont, tendré que limar el óxido de mi manierismo afrancesado de la primera juventud, ya que no es posible comprender del todo cualquier literatura fuera de su lengua materna, pero haré el esfuerzo. Arrastrado como he sido a este mundo numérico y contaminado de tantos vacíos, de vez en cuando necesito respirar con el pensamiento algo de oxigenada imprudencia dialéctica.

¡ Merci pour votre lucidité !

Techzisen

#19 Se me traspapeló tu elogio, y no he tenido oportunidad de agradecértelo.
Gracias.
Me alegra encontrar un alma afín, entre tanto Aristóteles decapitado. Yo también he caído en los números...
¿Sabes que Rimbaud, en su huida hacia el Oriente, además de vender cerillas en las calles germanas y prostituirse por cobijo, escribió una carta a un antiguo amigo suyo, pidiéndole que le enviase libros de Matemáticas e Ingeniería? Yo padecí el mismo giro psicológico hace unos años, pero en vez de ser estafado intentando vender armas y/o esclavos al rey de Etiopía, Menelik II, quien se sentaba sobre una silla eléctrica sin enchufe, me matriculé en Matemáticas. Si me pongo a escribir sobre Rimbaud puede que vea el Sol iluminar mi cocina, y es tarde y estoy cansado...
Pero si quieres cotorrear sobre Rimbaud, aquí tienes una maruja en el banco de piedra .
Eso que has dicho:
Me encontré tarde con él, a los 19, y desde entonces su vida se ha entrecruzado con la mía, para bien y para mal, pero me alegro de haberlo conocido.
Me ocurrió a mí a los 16, para bien y para mal... y también tengo su retrato por avatar en otra red social.
Parecemos vidas paralelas de Plutarco...
lol
Tengo muchas anécdotas rimbaudianas en el desván de mis circunvoluciones.
Otro día, si te apeteciera, podríamos seguir diseccionando la literatura decadente decimonónica. Mi opinión respecto a Verlaine es, intuyo, muy similar a la tuya. Era buen poeta, a veces... Pero por ejemplo, gran parte de las Fiestas Galantes (anteriores a su relación con Rimbaud) son una horterada burguesa ñoña e insulsa, pero también tiene sus libros buenos y sus versos buenos. Creo que su obsesión con "el angelito" le acompañó hasta el sepulcro, junto con el hada verde. Tiene un poema muy gracioso, cuyo título no recuerdo, en el que reprocha a Rimbaud (sin mentarlo) el haber nacido "cristiano, ¡Y francés!". Creo que Rimbaud y Verlaine son una especie de ideal del amor destructivo y desquiciado, pero a la vez luminoso y visceral, y que es muy tarde y estoy empezando a escribir cosas raras. Le disparó a Rimbaud, en un hotel, y la madre de Verlaine cosiendo, o algo así, en el cuarto de al lado...
cry etc...
Entiendo también perfectamente tus reparos hacia leer textos poéticos traducidos, por aquello de poetry is what gets lost in translation, de Robert Frost. Es muy buena observación, pero hay ocasiones en las que la traducción quizá supera o por lo menos iguala al original, como Baudelaire transmutando a Poe, aunque prácticamente nunca se dé el caso, y siempre se queda algo por el camino; pero, si lo piensas bien, también siempre se añade algo. Es la cuerda floja de Tarski. Yo no sé francés, apenas, y por eso los libros de poesía francesa siempre los compro bilingües; pero si tuviese que recomendarte una edición en castellano (sólo) de Los Cantos de Maldoror, sería la de Gredos, cuya portada está diseñada con colores planos, marrón abajo y gris arriba, de tapa dura. Es un poco cara, pero está muy cuidada, con muchos pies de página y bonita tipografía, y además incluye las Poesías. Esa obra es única en su especie. Es la sublimación del romanticismo negro y la semilla del dadaísmo y el surrealismo. Estoy empezando a patinar con la pedantería...
Sólo una cosa más, ¿Conoces la Antología del humor negro, de André Bretón? Es una joya.
A la cama que me voy.
¡Saludos!

daphoene

#21 Parecemos vidas paralelas de Plutarco...

lol lol lol

Muy apropiada la cita, yo también me alegro de haber encontrado un compañero en La caza espiritual ( https://fr.wikipedia.org/wiki/La_Chasse_spirituelle

Techzisen

#7 Completamente recomendable sí. Decadente en absoluto, en mi opinión. Sus problemillas con el opio no empañaron sus ideas, y era un erudito. Las "Cartas a un joven cuya educación ha sido descuidada" o su tratado sobre los oráculos paganos son una prueba de ello. "Del asesinato considerado como una de las bellas artes" es comparable a la "modesta proposición" de Jonathan Swift. Humor negro mordaz, crítico con las costumbres y prejuicios de su época, y llenos ambos de un afán moralizante de corte ilustrado. La decadencia llegó con el romanticismo negro, y luego Gautier y Baudelaire y compañía. Mucha droga y mucha alquimia en el París de mediados del XIX.

Kamillerix

#9 "Ce qui est beau,n'est il pas aussi noble que ce qui est vrai?".*
Ch. Baudelaire.
* "Lo que es bello, no es tan noble como lo que es verdadero?"

daphoene

#9 Es recomendable para cualquier alma decadente, no dije que él lo fuera, aunque "Memorias de un inglés comedor de opio" no tiene nada que envidiar a Baudelarie en espíritu de decadencia, y además fueron bastante coetáneos, aunque el inglés fuera más maduro.

De todos modos, no era más que una forma pomposa de expresarme.

Techzisen

#12 Las "Cartas para un joven cuya educación ha sido descuidada" son un revulsivo para cualquier alma decadente. Me parece triste (y sintomático del caracter morboso y moralista de esta época, muy victoriana y digna ella) que cuando se hable del pobre Tomás sólo se recuerde su consumo de opio, y se olvide su erudición. Si has leído los diarios, recordarás que terminan explicando cómo dejó el opio, aportando incluso una tabla con las dosis y los días. Muy ajeno a Baudelaire todo eso, y a su lema "estad siempre ebrios; de vino, de poesía o de virtud, da igual..." (lo escribo de memoria). Baudelaire sentía admiración por de Quincey, pero la afirmación recíproca es bastante dudosa. Es probable que de Quincey oyese hablar poco o nada de Baudelaire, a no ser por sus exquisitas traducciones de Poe, pero no estoy seguro de detalles tan específicos. Ambos escribían buenos libros, que al final es lo que importa.
¡Saludos!

daphoene

#15 Reincido en que era una especie de 'dudoso elogio' al lector, una forma de hablar, e incluso de picar la curiosidad del posible lector moderno tildándolo de forma pedante, pero siempre más elocuente y llamativa que decir "para el lector moral".

De los diarios recuerdo las tablas y sus esfuerzos, pero creo recordar que reincidía invariablemente.

En cualquier caso, recomendar algo con tintes decadentes ( según hipótesis ajena ), no es precisamente victoriano ( salvo que lo consideres su consecuencia, en cuyo caso, sí, el amor por la decadencia tiene mucho que ver con lo victoriano, como el amor por el destape - salvando las distancias éticas y estéticas - tuvo que ver con la represión cristiana del franquismo ).

De todos modos, es una discusión estéril porque en todo hombre existe esa lucha entre la rectitud soñada y la reincidencia en el fracaso, que se representa en casi todos los autores del XIX, Rimbaud también tenía destellos de ese anhelo de pureza y mucha de esa decadencia infructuosa por otro lado, en algunos momentos admirada, y en otros odiada. También Verlaine, de formas más violentas, y ambos pueden ser algo así como el epítome de los altibajos de esa sinfonía de pureza victoriana y decadencia ( victoriana también, y coincido en que es de desagradable actualidad ).

Saludos

Techzisen

#16 Oh, Rimbaud... Siempre ha sido mi poeta favorito, a pesar de lo escaso de su obra. No conozco libro más evocador e inspirado que sus Iluminaciones, y su "Temporada en el Infierno" es una delicia para adolescentes melancólicos, como me temo que era yo. En cierto modo, es, junto al personaje que en breve voy a nombrar, precursor del dadaísmo, el surrealismo, y toda esa vertiente de vanguardias del siglo XX. Nos olvidamos del que quizá sea el epítome de la decadencia, más allá de los éxtasis místicos y las acaloradas violencias de la "putita" de Verlaine (así llamaban al pobre Rimbaud los envidiosos poetas parnasianos parisienses). Nos olvidamos del señorito Isidore Ducasse, "Conde" de Lautréamont. Murió con 24 años, en París, solo y sin amigos conocidos, y muy poco se sabe sobre su vida. Dejó sólo dos obras. "Los Cantos de Maldoror" y unas "simples" Poesías (en las que se muestra muy arrepentido por haber escrito "Los Cantos"). Creo que no conozco obra más digna del elogio de un decadente que dichos Cánticos al mal.
Rimbaud, Lautréamont y William Burroughs; he ahí mis poetas favoritos. Supongo que ello me convierte en un decadente, pero la Belleza parece tener cierta tendencia a florecer en los lugares más oscuros; entre escombros y ruinas, como el estramonio.
¿Has leído "Los Cantos de Maldoror"? Si te gusta la literatura decadente decimonónica, es, en mi humilde opinión, la Obra Magna de dicho género.

Y coincido contigo en apreciar dicha guerra interna entre la pureza espiritual y la decadencia material, en el oeste de Europa, enrarezido y fermentado por el hipócrita victorianismo inglés, en los poetas decadentes del XIX; y también la aprecio en los beatniks norteamericanos de mediados del siglo XX, en el contexto de una neurosis colectiva anti-comunista y la aparente realización del sueño americano. Creo que muchos yanquies piensan que todavía viven en esa época, pero lo hacen porque conocen el Mundo a través de Disney, y nunca se han dignado a madurar. El "victorianismo" actual tiene algo siniestro, y que lo convierte en más hipócrita, ridículo, y dañino (psicológicamente hablando) que el de la Reina Victoria. Es un "victorianismo" sin Reina Victoria (y con "Reina Victoria" quiero decir "Dios y la Biblia"). Un victorianismo ateo cuya única función parece ser obtener pequeños chutes de dopamina mediante la sensación de superioridad moral a la que son adictos (y hadictas) numerosísimos jóvenes, pero cuya moralidad nunca ha sido madurada por la experiencia; muta de día en día, de lugar en lugar; y no reposa sobre ningún pilar sólido. Es la moral del "bueno de Disney" que lo impregna todo, y las alucinaciónes de escuchar bellas melodías mientras se amenaza de muerte a alguien por Twitter. Es un "victorianismo" sin núcleo, vacío; mera cáscara que no encierra ningún conflicto entre lo material y lo espiritual, dado que el último factor ha sido eliminado de la ecuación. Es un "victorianismo" estéril, dado que una persona unidimensional, que piensa que siempre está haciendo el bien por ser quien es (por su cara bonita) nunca va a producir nada de valor estético. Para eso es necesario tener huecos y esquinas; una fuente de luz, y rincones oscuros.
Menuda diatriba...
¡Saludos!

daphoene

#17 "Supongo que ello me convierte en un decadente, pero la Belleza parece tener cierta tendencia a florecer en los lugares más oscuros; entre escombros y ruinas, como el estramonio."

"Es un "victorianismo" sin núcleo, vacío; mera cáscara que no encierra ningún conflicto entre lo material y lo espiritual, dado que el último factor ha sido eliminado de la ecuación."

"Para eso es necesario tener huecos y esquinas"

Y no sigo, porque tendría que copiar todo tu genial comentario.

A Ducasse lo tengo en la lista de pendientes desde que en mi mesilla había al menos 5 libros, pero hace mucho ya de eso, y se quedó sin su oportunidad en aquél momento. Prometo rendir esa cuenta pendiente en breve, y agradezco por igual el laudatorio y el recordatorio.

Sobre Juan Nicolás, o la putita de Verlaine, poco puedo añadir a lo que has dicho, y ya ves que está presente en mi avatar. Me encontré tarde con él, a los 19, y desde entonces su vida se ha entrecruzado con la mía, para bien y para mal, pero me alegro de haberlo conocido. También a su proxeneta, menos fulgurante en algunos aspectos, pero también muy lúcido en algunas pinceladas maestras.

Para volver a Lautréamont, tendré que limar el óxido de mi manierismo afrancesado de la primera juventud, ya que no es posible comprender del todo cualquier literatura fuera de su lengua materna, pero haré el esfuerzo. Arrastrado como he sido a este mundo numérico y contaminado de tantos vacíos, de vez en cuando necesito respirar con el pensamiento algo de oxigenada imprudencia dialéctica.

¡ Merci pour votre lucidité !

Techzisen

#19 Se me traspapeló tu elogio, y no he tenido oportunidad de agradecértelo.
Gracias.
Me alegra encontrar un alma afín, entre tanto Aristóteles decapitado. Yo también he caído en los números...
¿Sabes que Rimbaud, en su huida hacia el Oriente, además de vender cerillas en las calles germanas y prostituirse por cobijo, escribió una carta a un antiguo amigo suyo, pidiéndole que le enviase libros de Matemáticas e Ingeniería? Yo padecí el mismo giro psicológico hace unos años, pero en vez de ser estafado intentando vender armas y/o esclavos al rey de Etiopía, Menelik II, quien se sentaba sobre una silla eléctrica sin enchufe, me matriculé en Matemáticas. Si me pongo a escribir sobre Rimbaud puede que vea el Sol iluminar mi cocina, y es tarde y estoy cansado...
Pero si quieres cotorrear sobre Rimbaud, aquí tienes una maruja en el banco de piedra .
Eso que has dicho:
Me encontré tarde con él, a los 19, y desde entonces su vida se ha entrecruzado con la mía, para bien y para mal, pero me alegro de haberlo conocido.
Me ocurrió a mí a los 16, para bien y para mal... y también tengo su retrato por avatar en otra red social.
Parecemos vidas paralelas de Plutarco...
lol
Tengo muchas anécdotas rimbaudianas en el desván de mis circunvoluciones.
Otro día, si te apeteciera, podríamos seguir diseccionando la literatura decadente decimonónica. Mi opinión respecto a Verlaine es, intuyo, muy similar a la tuya. Era buen poeta, a veces... Pero por ejemplo, gran parte de las Fiestas Galantes (anteriores a su relación con Rimbaud) son una horterada burguesa ñoña e insulsa, pero también tiene sus libros buenos y sus versos buenos. Creo que su obsesión con "el angelito" le acompañó hasta el sepulcro, junto con el hada verde. Tiene un poema muy gracioso, cuyo título no recuerdo, en el que reprocha a Rimbaud (sin mentarlo) el haber nacido "cristiano, ¡Y francés!". Creo que Rimbaud y Verlaine son una especie de ideal del amor destructivo y desquiciado, pero a la vez luminoso y visceral, y que es muy tarde y estoy empezando a escribir cosas raras. Le disparó a Rimbaud, en un hotel, y la madre de Verlaine cosiendo, o algo así, en el cuarto de al lado...
cry etc...
Entiendo también perfectamente tus reparos hacia leer textos poéticos traducidos, por aquello de poetry is what gets lost in translation, de Robert Frost. Es muy buena observación, pero hay ocasiones en las que la traducción quizá supera o por lo menos iguala al original, como Baudelaire transmutando a Poe, aunque prácticamente nunca se dé el caso, y siempre se queda algo por el camino; pero, si lo piensas bien, también siempre se añade algo. Es la cuerda floja de Tarski. Yo no sé francés, apenas, y por eso los libros de poesía francesa siempre los compro bilingües; pero si tuviese que recomendarte una edición en castellano (sólo) de Los Cantos de Maldoror, sería la de Gredos, cuya portada está diseñada con colores planos, marrón abajo y gris arriba, de tapa dura. Es un poco cara, pero está muy cuidada, con muchos pies de página y bonita tipografía, y además incluye las Poesías. Esa obra es única en su especie. Es la sublimación del romanticismo negro y la semilla del dadaísmo y el surrealismo. Estoy empezando a patinar con la pedantería...
Sólo una cosa más, ¿Conoces la Antología del humor negro, de André Bretón? Es una joya.
A la cama que me voy.
¡Saludos!