#114 Por lo que he hablado sobre este tema y por las experiencias del propio Cioran con gente que le contaba lo que le había provocado su lectura, he llegado a la conclusión de que Cioran es un provocador y lo que provoca depende del sitio desde el que cada uno afronta su lectura. Como cuenta Savater, su gran valedor en España, Cioran se veía como un "... maestro de decepciones pero en realidad sigue siendo semillero de búsquedas, de vocaciones nuevas." Quizás para leer a Cioran hay que tener una "psicosis" previa, que haya provocado la duda sobre la "realidad". En todo caso, Cioran no describe un mundo vacío y cruel, ahonda sin descanso en mostrarnos que es la cultura la que ha desarrollado una sociedad vacía de sentido y cruel por su falta de humanidad. Cioran nos muestra el engaño para que seamos capaces de reconocer la belleza detrás de la mentira que tomamos como real.
Particularmente disfruto con la lectura de Cioran por su calidad literaria, a mi Cioran me emociona más por como lo dice que lo que dice.
#113 Supongamos que he leído a Ciorán sin prejuicios, como acostumbro a leer todo aquello que leo, y aún así me deprime y me hace interpretar el Mundo como un "lugar vacío y cruel", en palabras de Nacho Vegas. Está claro que, si compartimos la ausencia de prejuicios, tú tienes una clase de aguante que yo no tengo. ¿Cómo lo haces? ¿Soy débil mental?
Supongo que es cuestión de afinidades... El almuerzo desnudo, de William S. Burroughs, es una de mis obras predilectas, y sin embargo conozco a mucha gente que no soporta ni las quince primeras páginas. En cambio Ciorán me produce una especie de rechazo, similar al que produce Sartre. No puedo leer La náusea sin empezar a desarrollar síntomas psicóticos, y sin embargo las extravaganzas de Burroughs me hacen reir muchísimo. Sospecho en que la diferencia estriba en que Burroughs no se lo tomaba en serio, y el par antes mencionado se lo tomaba demasiado en serio. Quizá lo que me deprime es la seriedad. Me estás obligando a hacer introspección...